Viajar a la Luna en taxi espacial está más cerca: en 2017 se inician más pruebas

Moon Express es una de las compañías privadas que quieren conquistar parte del espacio. En el caso de esta compañía de California, su objetivo está muy claro: la Luna. Su primera motivación es ser la ganadora de la competición Google Lunar X Prize, dotada con 30 millones de dólares para quien primero ponga una nave robótica en la superficie de la Luna y obtenga vídeos e imágenes que sean devueltos a la Tierra.

Si bien los primeros proyectos de los equipos participantes para llegar a la Luna son para este 2015, parece que finalmente habrá que esperar un poco más. La compañía Moon Express acaba de anunciar que ha llegado a un acuerdo con Rocket Lab para que en 2017 lleguen a la Luna sus primeros "taxis" espaciales.

Las primeras misiones a la Luna previstas por Moon Express no serán más que de prueba y ajuste de la tecnología. El MX-1 de Moon Express tendrá que demostrar en ellas que está lista para alunizar y posteriormente conseguir uno de los primeros hitos que se quiere quedar la empresa americana: desplazarse por la superficie lunar, recoger muestras y volver con ellas a la Tierra.

Turismo espacial a la Luna en el horizonte

Para esta primera hoja de ruta en colaboración con Rocket Lab, hay firmadas ya tres lanzamientos. En el primero se probará el sistema de aterrizaje de la MX-1. Si tiene éxito, hay bastantes probabilidades de que en el siguiente se trate de gestionar también su regreso, algo que según el CEO de la compañía, Bob Richards, ocurrirá en todo caso en la tercera misión de esta tanda.

Y hay dos más que no se han firmado completamente en el acuerdo con Rocket Lab pero que son una posibilidad en caso de necesitar más lanzamientos de prueba.

Si la misión resulta exitosa, en unos años más es lógico que se intente algo por lo que luchan también muchas compañías: llevar turistas al espacio. Y la Luna debería ser uno de esos "destinos espaciales" más jugosos. Cuando sea posible, tomar fotografías de un eclipse incluso puede que ya no nos llame tanto la atención como estar allí cuando ese fenómeno ocurra.

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