Una de los grandes problemas que tienen los fotógrafos aficionados es que no consiguen trasmitir, con sus disparos, las sensaciones que les da el paisaje que están viendo. Y es que no es fácil hacerlo. Pero con los consejos que vamos a comentar aquí, la fotografía de paisaje será un poco más divertida:
Enfocar correctamente un paisaje
Hay muchas dudas respecto a este tema. ¿Es importante que todo esté enfocado? Realmente no lo es, pero si estamos empezando siempre queda bien que desde el primer plano al fondo esté todo enfocado.
Si tenemos experiencia con Adobe Photoshop, siempre recomiendo olvidarse de la distancia hiperfocal y apostar por el apilamiento de imágenes. Pero estamos aquí para dar consejos sencillos. Tenemos que confiar en el sistema de enfoque de nuestra cámara y permitir que, en un plano general, elija siempre dónde enfoca con todos los puntos activos.
Como en la mayoría de los casos utilizaremos un objetivo angular y un diafragma cerrado (f5,6-8), la cámara clavará el enfoque y la imagen se verá razonablemente nítida en todos sus planos cuando la miremos en la pantalla de nuestro móvil, incluso en el ordenador.
Jugar con los colores
En este caso nos olvidamos del blanco y negro (que mucha gente considera aburrido y pasado de moda) y nos ponemos a buscar colores en la naturaleza para encontrar armonías, que no es otra cosa que entender la relación entre ellos.
Rueda de color, guía de bolsillo de mezcla de colores, colores de círculo cromático para guía de mezcla de colores, 23.5 cm
Cuando miras en las redes las fotografías de paisajes, la mayoría de ellas solo tienen el azul del cielo y el verde de las praderas. El truco es aprenderse combinaciones de colores que quedan bien o llevar en la mochila una rueda de color para encontrar las armonías rápidamente.
Si en el paisaje verde y azul que he comentado al principio le metes un rojo, un tono cálido, tu fotografía ganará muchos enteros de una forma instantánea. Y el azul y el verde no combinan bien, mejor prueba azul con amarillo, rojo con verde...
Probar perspectivas poco habituales.
A la hora de hacer fotografías de paisaje, muchos fotógrafos repiten el mismo punto de vista. De pie, mirando al frente. A lo sumo picando un poco la cámara... Todo cambia si empezamos a mirar de otra manera. Y el mejor aliado en estos casos es llevar un trípode.
El trípode es el mejor aliado para los fotógrafos de paisaje. Hay que llevar uno que soporte el peso y el volumen de nuestra cámara. Y por supuesto, un disparador remoto, o activar el autodisparador o la aplicación de la marca en el móvil, para disparar sin tocar la cámara. No tiene sentido hacerlo de otra manera.
Con él podemos buscar encuadres más originales. Si bajamos la cámara -y con el trípode podemos- enseñaremos el paisaje de una forma más original e impresionante. Desde el punto de vista de un niño, todo parece mucho más grande y majestuoso.
Rollei Compact Traveler No I Aluminio I Negro I Trípode de Viaje Ligero I Trípode fotográfico de tamaño Compacto I Rótula de Bola y Bolsa para trípode
Medir bien la luz
Muchas veces hacemos la foto con la luz que tenemos, no la que nos gustaría. Y las fotografías no llaman la atención. Una de las diferencias más importantes entre una buena imagen y una mala es la luz, tener tiempo para captar la mejor luz.
Lo más importante es medir bien la luz. Si controlamos el triángulo de exposición, conseguiremos reflejar exactamente lo queremos. Conseguir la foto de ejemplo es sencillo. Lo más difícil es esperar que el sol esté en ese punto. Pero ahora viene la técnica para aprovechar esa luz.
La clave es saber leer bien el histograma de nuestra cámara. Si la cámara nativa de tu móvil no lo tiene, te recomiendo que te bajes ProCamera para iOS o Camera ZOOM FX Premium para Android. Si el histograma toca el extremo derecho, las luces tendrán detalle.
ProCamera
- Precio: 14,99€
- Descargar: iOS
Si estás con un móvil, solo tendrás que bajar o subir el tiempo de obturación para conseguir una foto más oscura o clara. Si trabajas con una sin espejo, siempre puedes acudir a la compensación de exposición para lograr un buen resultado.
Ideas prácticas para mejorar
Tener un cámara u otra depende de las necesidades técnicas que tengamos. El destino final es lo importante. Si solo vamos a publicar en las redes, un buen teléfono móvil es perfecto. Si queremos hacer grandes ampliaciones, cambiar de objetivo y tener mucha información para pulirla en el ordenador, necesitas una cámara con un sensor más grande.
Si no tenemos una obligación profesional, lo mejor es ir acompañado y matar dos pájaros de un tiro: el día resultará más ameno (de verdad) y por otro tendrás a un modelo perfecto para dar una medida perfecta al espacio en el que estás. El espectador sabrá si esas montañas que se ven al fondo son inmensas o es la colina de tu pueblo.
Para terminar, la fotografía de paisaje no tiene que ser perfecta. Podemos probar mil cosas simplemente porque nos apetezca. A lo mejor es divertido hacer caso de los consejos de las redes y buscar charcos para dar la vuelta a la cámara y sacar el reflejo perfecto; o posar como dicen los influencers que hay que hacerlo en medio del campo; o quemar la foto...
Al final en la fotografía de paisaje tenemos dos vías, seguir las tendencias del momento u olvidarte de todo, disfrutar y ver si el nuevo estilo le empieza a gustar a todo el mundo y deciden que tú eres la inspiración. ¿Tú qué haces para alegrar tus fotografías de paisaje?
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