Ford nos ha vuelto a invitar a conocer más tecnologías de ayuda a la conducción, y en esta ocasión nos hemos desplazado hasta Aquisgrán (Aachen en alemán), una ciudad al oeste de Alemania muy cercana a la frontera con los Países Bajos y con Bélgica, donde la marca norteamericana tiene su centro de investigación.
De hecho se encuentra a algo menos de 100 km de Lommel, el circuito de pruebas de la marca que visitamos el año pasado. Si bien unas cuantas cosas de las que vimos nos eran conocidas, había una que destacaba por encima de las demás: el asistente para atascos de tráfico, un sistema que conduce el coche por ti en los atascos.
En el centro de investigación de Aquisgrán trabajan 280 ingenieros e investigadores de Ford. Se encargan de desarrollar nuevos motores de gasolina y gasóleo, y disponen de un laboratorio de análisis de emisiones contaminantes. También se ocupan del desarrollo de la tecnología híbrida, de baterías para vehículos eléctricos y de pilas de combustible de hidrógeno, entre otras cosas.
Ford Traffic Jam Assist
Si recordáis otras ocasiones en las que os he hablado de sistemas de detección en los coches para evitar accidentes entenderéis mucho más rápido lo que se esconde detrás del asistente para atascos de tráfico de Ford.
Este asistente se puede considerar un piloto automático temporal o incluso un sistema de conducción autónoma parcial, cuando el coche está metido en un atasco de tráfico.
Cuando nos encontramos con un atasco, en autovía o autopista, el conductor solo tiene que pulsar un botón para encender el sistema, y una vez hecho esto, puede relajarse por muy pesada y tediosa que sea la retención. El coche lo hará todo por sí mismo.
Supervisa la distancia con el coche que va delante y reconoce cuándo se pone en marcha y cuando se para. Cuando el coche que nos precede se pone en marcha nuestro coche acelera progresivamente y con suavidad y le sigue. En principio la velocidad máxima sería de 50 km/h.
Cuando el coche que tenemos delante empieza a frenar, nuestro coche frena suavemente. Si aquel se para nuestro coche también se parará, pero sin brusquedades, y siempre manteniendo una distancia de seguridad.
Además de actuar automáticamente sobre el acelerador y el freno también controla la dirección, y el coche girará él solo el volante para mantenerse centrado entre las líneas del carril.
Y todo esto lo puede repetir una y otra y otra vez, por largo y terrible que sea el atasco.
¿Cómo lo hace? Pues aprovechando otros sistemas que ya existían. Con un control de crucero adaptativo el coche puede acelerar o decelerar siempre manteniendo la distancia de seguridad adecuada con el coche que nos precede, midiendo la distancia con un radar y un láser.
La cámara del parabrisas del sistema de mantenimiento en carril reconoce las líneas y mediante un accionador sobre el motor eléctrico del volante hace que este gire los grados que sea necesario para mantenerse entre ellas.
El freno también tiene un accionador automático y el acelerador es electrónico, así que ambos se controlan por la unidad de proceso para frenar o acelerar más o menos según sea preciso.
Podéis ver una pequeña demostración en circuito en el vídeo que os hemos preparado. La cámara capta como el conductor no lleva las manos al volante y es el coche el que controla la dirección, lo que no se ve, pero doy fé de que es así, porque no le quité ojo en toda la prueba, es que el conductor, uno de los ingenieros de Ford, no pisa los pedales en ningún momento, ni el acelerador ni el freno.
No os asustéis por la pantalla grande que véis en mitad del salpicadero, pues era todavía una versión experimental para pruebas. En un coche de serie no habrá ninguna diferencia interior, y el sistema se controlará a través de la pantalla de información del cuadro de instrumentos y los mandos al volante.
En el vídeo también podéis ver otros dos sistemas más de conducción semiautónoma, en los que no me voy a extender porque ya os los expliqué en su día. Primero el sistema de frenado de emergencia automático Active City Stop, que observaréis que sí frena bruscamente para evitar una colisión si el conductor está distraído y no frena.
Y después el sistema de aparcamiento semiautomático Active Park Assist, en el que el coche gira el volante, pero el conductor debe acelerar o frenar cuando el sistema se lo indica, e insertar la marcha atrás o primera, (aunque visto lo visto, es muy probable que dentro de poco el coche lo haga todo por sí solo).
La versión actual del sistema de aparcamiento funciona tanto para estacionamiento en línea como en batería.
Por cierto, aunque no lo conozco en persona, me parece que Audi también ha presentado este año, de manera experimental, un sistema de asistencia para atascos de tráfico bastante similar.
Apertura manos libres del portón del maletero
El todocamino compacto Ford Kuga estrena un sistema de apertura automática del maletero. Es un sistema manos libres y funciona detectando la proximidad de la llave.
Solo hay que acercar la pierna a la parte inferior del paragolpes trasero, el sistema la detecta mediante dos sensores y el portón motorizado se abre, y cuando se vuelve a acercar la pierna el portón se cierra. Esto es útil para cuando uno va con las manos ocupadas cargando cosas.
Es bastante inteligente y reconoce si quien realiza el gesto con la pierna lleva consigo la llave, si no es así no funciona. También detecta si estamos muy cerca del portón y existe riesgo de que nos golpée al abrirse. Si sucede esto no se abre hasta que no nos alejemos.
No funciona si pasan animales u otro tipos de objetos por debajo del paragolpes (por ejemplo un balón). Por cierto, como sé que lo vais a decir en los comentarios, que yo sepa Volkswagen y BMW, y muy probablemente no sean los únicos, tienen también un sistema muy parecido.
Termómetro de temperatura de contacto
Los ingenieros de Ford han desarrollado un pequeño dispositivo para medir la temperatura de contacto o temperatura percibida al tocar los materiales de acabado interior. Los materiales no se perciben igual al tacto, y no solo porque sean más o menos suaves, o más o menos blandos.
En un coche el tacto de la tela se percibe cálido, el tacto del plástico de un tirador de puerta también, pero por ejemplo un elemento en aluminio se percibe más frío, aunque la temperatura ambiente interior sea igual para todos.
Este dispositivo mide y cuantifica numéricamente esa cualidad, para luego poder fabricar un elemento en un determinado material que tenga exactamente el valor deseado.
El aparato tiene un cabezal que se coloca durante unos segundos sobre el material del que se quiere medir su “temperatura”. El cabezal tiene una pequeña resistencia encapsulada que calienta el material. Según lo rápido o lento que adquiera temperatura el material, así se cataloga su temperatura percibida.
Diseño con realidad virtual y pensando también en los mayores
Ford nos mostró también dos de las herramientas de diseño de los coches que están utilizando: un sistema de realidad virtual. Este proyecta la imagen tridimensional del vehículo que se está diseñando sobre cuatro superficies alredor del conductor, tres paredes y techo.
El asiento del conductor estaría colocado donde le correspondería y el conductor, en este caso un ingeniero o un diseñador, se sientan en él con unas gafas 3D. Puede interactuar en el espacio virtual generado para ver por ejemplo si los mandos de la radio quedan muy lejos o muy bajos.
Pero además de ver el diseño y hacerse una idea de su ergonomía interior antes de que se construya un prototipo físico, también utilizan una herramienta más, que complementa a la realidad virtual. Es un “traje” que reproduce las dificultades de movimiento de las personas mayores y ancianas. Lo han llamado traje de la tercera edad.
El traje lleva brazaletes, coderas, faja, collarín, cintas apretadas y hasta gafas con cristal desenfocado, que dificultan el movimiento de las articulaciones.
Con él puesto resulta mucho más complicado y lento realizar cualquier acción cotidiana, e incluso se altera también la vista, tal y como le puede suceder a una persona mayor.
Este traje se creó para que los ingenieros jóvenes se pongan en el lugar de una persona de edad avanzada a la que le cuesta agacharse para entrar en el coche, estirar un brazo para llegar al cinturón o a un botón, o que no ve bien el tamaño de la letra del cuadro de instrumentos. Es cuando menos curioso.
Ford ha corrido con los gastos de desplazamiento y alojamiento de Xataka para visitar el centro de investigación de Ford en Aquisgrán y asistir a las pruebas y demostraciones. Para más información consulta nuestra política de relaciones con empresas.
Vídeo | Videofyme
En Motorpasión Futuro | El Ford Kuga dispondrá de un sistema de apertura del portón trasero sin manos
En Xataka | Ford Revealed: probando lo último en tecnologia en Lommel (I), Ford Revealed (II)
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