Dos años después, la industria de los coches autónomos vuelve a poner en manos de los abogados unas acusaciones de robo de secretos comerciales.
Si ya en 2017 fue sonado el litigio de Waymo contra Uber, tras el fichaje por parte de los segundos del ex-ingeniero de Waymo Anthony Levandowski (quien luego se metería a líder religioso y adorador de la Inteligencia Artificial), ahora es Tesla quien ha decidido recurrir, por partida doble, a los tribunales.
Tesla menciona correos y descargas, pero no los adjunta en las demandas
Por un lado, acusa a cuatro antiguos empleados (y su nuevo empleador, el empleador californiano de tecnología autónoma Zoox) de haberse "fugado con documentos propiedad de Tesla que encontraron útiles para su nueva compañía" con el fin de "ayudar a Zoox a prescindir de todos los años de trabajo necesario para desarrollar y ejecutar sus propias operaciones de almacenamiento, logística y control de inventario".
"Estos materiales y conocimientos han sido desarrolladas por Tesla lo largo de muchos años, y con un gran coste", sostienen en su demanda los abogados de la compañía liderada por Elon Musk. "Los cuatro ex empleados que se fueron a Zoox (Scott Turner, Sidney Cooper, Christian Dement, y Craigh Emigh)" llevaron a cabo un robo "flagrante e intencional", y que al menos uno utiliza información confidencial sustraída a otros empleados.
Tesla menciona en los escritos de la demanda (aunque no adjunta como pruebas) varios emails con archivos confidenciales adjuntos que estos ex-empleados enviaron desde sus cuentas corporativas a las personales poco antes de abandonar la compañía.
En el caso de Cooper, también han detectado que, una vez fuera de la compañía, envió por error a su antigua cuenta un documento confidencial de Tesla... modificado y con el logo de Zoox.
Por otro, también acusa a otro ex-empleado (Guangzhi Cao) de robar código fuente de Tesla para llevárselo a XPeng, un fabricante chino de utilitarios deportivos eléctricos sospechosamente similares a los que Tesla ha puesto en el mercado, y que esta compañía juzga que violan sus patentes.
Cao era una de las tan sólo 40 personas con acceso a dicho código, y abandonó repentinamente su puesto el pasado 3 de enero, después de que -siempre según Tesla- empezara a subir a su cuenta de iCloud "copias completas del código fuente relacionado con piloto automático": más de 300.000 archivos y directorios.
Una vez que aceptó su actual trabajo en XPeng a finales del año pasado, Cao eliminó 120.000 archivos de su equipo de trabajo y desconectó su cuenta personal de iCloud, justo antes de limpiar por completo su historial de navegación.
Tesla afirma que "Cao y su nuevo empleador continuarán teniendo acceso sin restricciones a una tecnología" que a Tesla le ha costado cinco años de trabajo y más de cientos de millones de dólares de inversión. XPeng, sin embargo, ha reaccionado negando que incitara a Cao a hacer nada, o que meramente supiera lo que había hecho.
Vía | The Verge Imagen | Jeff Cooper (Wikipedia)
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