Encaramados a más de 2.000 metros de altura, rodeados de un territorio hostil y controlado por el cartel de la droga, los paleontólogos se han topado con un descubrimiento que podría cambiar por completo la historia de la llegada humana al continente americano.
Entre los restos de la cueva de Chiquihuite se encuentran herramientas y enseres de una civilización que la ocupó hace unos 30.000 años. Esto lleva a 15.000 antes el momento en el que se pensaba que nuestra especie apareció en América.
El “hotel” más antiguo del mundo
Entre las capas superiores de Chiquihuite, una cueva cuyo acceso escarpado la ha mantenido, en cierto sentido, protegida del tiempo, los investigadores han desenterrado más de 2000 piezas de sílex y primitivas herramientas talladas. Las pruebas apuntan a que estas herramientas tienen entre 25.000 y 30.000 años.
Este simple hecho pone de manifiesto que la cultura de Clovis podría no ser, como se pensaba, la más antigua de América. Sin embargo, el hallazgo en sí, ponen de manifiesto los investigadores, no es suficiente para concretar quiénes fueron los primeros habitantes. Esto se debe a que no hay más restos que estas piedras y rastros genéticos de antiguos animales.
Entre los sedimentos estudiados se han hallado trazas de genes de plantas, osos negros, roedores, murciélagos, topillos y hasta de canguro-ratón, pero no de seres humanos. Tampoco se han encontrado huesos u otro material de nuestra especie entre los restos. La hipótesis que los explica apunta a que la cueva de Chiquihuite sirvió como alojamiento temporal a diversos grupos o tribus.
Estos la ocuparían durante temporadas concretas de caza, en invierno o verano probablemente, y no parece que llegase a existir un asentamiento permanente en el lugar. Esto concuerda con los restos animales encontrados, así como las herramientas, que pintarían una imagen de individuos aprovechando la temperatura y condiciones de la cueva en expediciones cortas destinadas a la explotación de recursos. En otras palabras, nos encontramos ante el "hotel" más antiguo de América, como lo llaman sus autores.
Un enigma por resolver
La cultura llano, o de Clovis, data de hace más de 13.000 años y constituye el ejemplo de la civilización indígena más antigua del continente americano. O al menos lo hacía, porque indicios como este demuestran que los seres humanos, u otros homínidos muy cercanos, estuvieron mucho tiempo antes.
Sin embargo, explican los autores, en realidad esto no resuelve nada. La existencia de esta cueva, y sus evidencias, no son suficientes para saber quiénes eran sus habitantes, solo para conocer que la habitaron miles de años antes. Esto deja la sombra del enigma revoloteando: ¿cuándo pisó nuestra especie el continente americano por primera vez?
Podrían haber existido cientos de culturas, en los milenios ocurridos entre la cultura que habitó Chiquihuite y la de Clovis, y haber desaparecido sin dejar ningún rastro. Lo que sí que demuestra este hallazgo (y otros similares, apuntan los investigadores) es que los restos genéticos más antiguos, de hace más de 12.000 años no son los de los humanos más antiguos del continente, y habrá que seguir buscando respuestas.
Mientras tanto, escoltados por un contingente policial armado hasta los topes, los investigadores siguen accediendo con mucha cautela a un risco guardado por los barrancos escarpados, en un territorio inmerso en una guerra de la droga, lo que le da un toque más anecdótico al descubrimiento. Un descubrimiento que podría revolucionar en un futuro todo lo que sabemos sobre la población de América.
Imágenes | St. Johns College / Devlin A. Gandy
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