Desde hace ya unos años China ha ido recortando las distancias que la separan de los Estados Unidos en investigación científica y tecnológica. Ahora la superpotencia asiática ha adelantado a la americana en una importante métrica: su contribución a revistas científicas.
El sorpasso llevaba meses gestándose y según las últimas estimaciones ya se ha dado. El dato se basa en las aportaciones relativas de investigadores afiliados a instituciones de cada país en artículos científicos publicados en algunas revistas consideradas de alto nivel.
Concretamente, la noticia se basa en los resultados del Nature Index, un índice creado por Springer Nature, la editorial que publica la revista homónima. El índice no abarca el conjunto de los miles de revistas científicas existentes en el panorama internacional, sino que se basa en una muestra de 82 entre las consideradas de más prestigio, no solo de la propia editorial.
Este índice fue creado en 2014 y ha sido testigo del crecimiento de la producción científica china hasta hoy. El índice se basa en dos medidas. Por una parte el del número de publicaciones que cuentan con firmas pertenecientes a investigadores afiliados a instituciones de uno u otro país.
Esta cifra se pondera en base al peso relativo de los investigadores de estas instituciones tienen en el artículo. Así, por ejemplo, tendrá más peso una publicación en la que tres de los cuatro coautores pertenezcan a una institución frente a una publicación en la que sean cuatro de entre 10.
El ascenso de China en índices como el de Nature puede explicarse en parte por la labor de las instituciones chinas en la identificación y secuenciación del Covid y algunas de sus variantes, pero responde en mayor medida a una tendencia que viene dándose desde mucho antes de la pandemia. El foco que en los últimos años se ha puesto en la investigación ha comenzado a dar sus frutos para Beijín.
El índice ofrece información valiosa sobre el estado de la investigación en todo el mundo. Alemania, Reino Unido y Japón son los tres países que completan los cinco primeros puestos de un Ranking en el que España figura en decimotercer puesto, detrás de Italia y por delante de los Países Bajos.
Del índice también se puede extraer cuáles son las instituciones que más peso aportan. Destaca el CSIC, seguido a mucha distancia del Barcelona Institute of Science and Technology (BIST), la Universidad de Barcelona (UB), Universidad Autónoma de Madrid (UAM), y la del País Vasco (UPV/EHU).
Hay otra cuestión central en los datos del índice y es la de la cooperación. Las carreras científicas tienen a menudo un componente competitivo, pero su elemento más importante es el colaborativo.
China y Estados Unidos pueden disputarse el trono en la publicación científica, pero otro dato a destacar es que estos dos países también comparten el primer puesto en lo que respecta a la colaboración bilateral. No solo ambos países son los principales colaboradores del otro sino que el volumen de esta colaboración bilateral es el mayor en todo el mundo.
Esto pese a los roces geopolíticos entre las dos potencias que impiden, por ejemplo, la cooperación en materia aeroespacial y defensa entre ambos países esté vetada por imperativo legal, veto que afecta muy notoriamente a la NASA. A esto hay que añadir el caso de los 100 investigadores chinos despedidos de instituciones estadounidenses durante los últimos años bajo la sospecha de estar realizando labores de espionaje.
En lo que respecta a España, Estados Unidos figura también como su colaborador principal, seguido de cuatro países europeos: Alemania, Reino Unido, Francia e Italia. Es China precisamente el país que ocupa el sexto lugar.
La noticia llega en un contexto de intenso escrutinio en el que las revistas científicas, tras varios escándalos relacionados con compras de artículos y los llamados “molinos” o “fábricas de papel”, revistas más enfocadas en “vender” sus páginas al mejor postor que en hacer un control exhaustivo de la calidad de sus publicaciones.
Precisamente ahí está el valor de este primer puesto. El sorpassode China a Estados Unidos en cantidad bruta de publicaciones científicas ya se había consumado hace un tiempo. Sin embargo el Nature Index se centra en un puñado de revistas de prestigio, lo cual implica que este adelantamiento también abarca revistas de primer nivel.
A lo largo de las próximas semanas los responsables del Nature Index irán desvelando más datos referidos a artículos publicados el año pasado. Quién sabe si aún guardan alguna nueva sorpresa.
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