El segmento de la supercomputación sigue avanzando año tras año, y en la última edición de la célebre lista TOP500 hemos visto cómo China está conquistando este terreno con sistemas cada vez más potentes y sorprendentes.
Los supercomputadores son normalmente máquinas con un tamaño y un coste enorme, pero también hay ediciones casi "de bolsillo" como la que es posible montar con 750 Raspberry Pi gracias a la combinación de un producto de la empresa BitScope. El resultado es sorprendente, y plantea por ejemplo una alternativa interesante para probar ciertas ideas en ese "mini-supercomputador" y luego aplicarlas en supercomputadores de gran escala.
Mini-Supercomputación
El proyecto de hecho parte de uno de los centros de supercomputación más importantes del mundo, el Laboratorio Nacional de Los Álamos (LANL), que tiene funcionando supercomputadoras como Trinity, que costó 200 millones de dólares y que actualmente ocupa el puesto número 7 de la lista Top500.
Los responsables de este centro creen que es posible usar una infraestructura mucho más modesta para evaluar el comportamiento de distintos experimentos en concurrencia y paralelismo a pequeña escala, y eso es lo que les ha llevado a crear una supercomputadora basada en 750 Raspberry Pi.
Para unir todas esas Raspberry Pi se han usado cinco BitScope Cluster Modules, unos rack en los que es posible instalar 150 Raspberry Pi, y al unir esos cinco racks se obtiene ese supercomputador "de bolsillo".
Un pequeño gran cluster
El consumo del sistema es de unos 1.000W en inactividad, mientras que en un uso normal se consumen 2.000W y puede llegar a los 4.000W en picos de consumo, algo que queda muy lejos de los 25MW que pueden consumir algunas supercomputadoras.
El sistema tiene un coste de entre 18.000 y 20.000 dólares por módulo, y hay cinco de ellos, de modo que el coste total puede ascender a unos 100.000 dólares. Haciendo cuentas eso indicaría que cada "nodo" con una Raspberry Pi sale por 120 dólares, algo extraño cuando estos miniPCs se pueden encontrar por cerca de 35 dólares en el mercado.
Ese sobrecoste tiene una explicación: estos módulos están preconfigurados y cuentan ya con la infraestructura de red necesaria para poder ejecutar tareas del ámbito de la supercomputación desde el primer momento. Una interesante opción para prototipado de grandes implantaciones y, cómo no, para experimentos a pequeña escala de aplicaciones de supercomputación.
Vía | ExtremeTech
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