Todavía no ha empezado oficialmente el nuevo mandato de Trump, pero ya se están realizando los primeros movimientos. Y las declaraciones que recibimos son sin duda un aviso de que pretenden que las cosas cambien respecto a cómo ha funcionado ahora. Es demasiado pronto para saber si son vagas amenazas o si realmente habrá una gran presión, pero el aviso es claro.
JD Vance condiciona el apoyo a la OTAN. En una entrevista, el próximo vicepresidente de los Estados Unidos ha expresado lo siguiente: "lo que EEUU debería decir es que si la OTAN quiere que sigamos apoyándolos y que sigamos siendo un buen participante en esta alianza militar, ¿por qué no respetan los valores estadounidenses y la libertad de expresión?".
El caso es que estas palabras están relacionadas con Musk y la regulación europea respecto a X. "Es una locura que apoyemos una alianza militar si esa alianza no va a favorecer la libertad de expresión. Creo que podemos hacer ambas cosas. Pero tenemos que decir que el poder estadounidense conlleva ciertas condiciones. Una de ellas es el respeto a la libertad de expresión, especialmente en nuestros aliados europeos", apunta Vance.
La batalla entre Europa y Musk sube de nivel. El pasado verano, Musk cargó contra Thierry Breton, ex-comisario de Mercado Interior europeo, expresando que "esperamos con interés una batalla pública en los tribunales, para que los pueblos de Europa puedan saber la verdad".
A lo que añadió que "la Comisión Europea le ofreció a X un trato secreto ilegal: si censuramos silenciosamente el discurso sin decírselo a nadie, no nos multarían. Las otras plataformas aceptaron ese trato. X no lo hizo". Un trato que Breton argumentó que no era ilegal, sino precisamente el objetivo de la Ley de Servicios Digitales (DSA), de moderar el contenido de las redes sociales.
Con sus declaraciones, Vance echa una mano a Musk en su guerra contra la Comisión Europea, que por el momento se mantiene en el plano dialéctico.
La multa a X está encima de la mesa. "Hay evidencia de actores maliciosos motivados que abusan de su ‘cuenta verificada’ para engañar a los usuarios", explicaban desde la Comisión Europea. Fue la conclusión de la investigación preliminar, lo que abre la puerta a una posible sanción millonaria a X.
Bajo la DSA y como guardián de acceso que es X, la red social se enfrenta a multas de hasta el 6% de los ingresos anuales de X. Una multa que económicamente no supone un gran golpe para la persona más rica del mundo, pero que podría derivar en un bloqueo de X en Europa en caso de reiteración.
Recuperando la inversión. Musk donó 130 millones de dólares a la campaña de Trump. Y la jugada le está saliendo por el momento redonda. Pocos días después su fortuna se ha disparado, pues las acciones de Tesla han crecido enormemente impulsadas por la creencia de que Musk conseguirá una regulación más favorable en el futuro.
Pero es precisamente esta influencia la que más beneficios podría traer a Musk. No solo respecto a Tesla, también respecto a X, como hemos visto por las declaraciones de Vance.
Influencia geopolítica de los líderes tecnológicos. The Guardian lo define bien: "Amanece una nueva era. Los expertos en tecnología de Estados Unidos ahora se pavonean en los pasillos del poder". Se describe la influencia política creciente que empiezan a tener los dueños de las principales compañías tecnológicas, siendo Musk el más claro ejemplo.
Imagen | Trevor cokley | Gage Skidmore
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