España estaba entre los destinos de desembarque de HBO. También habíamos descubierto recientemente que la página web estaba disponible. Todo parecía listo, salvo la fecha de lanzamiento, que con tanto celo se estaban reservando antes de darnos la sorpresa. Pero ahora sí, la cadena norteamericana que había germinado oficialmente la nueva edad de oro de la televisión ha abierto sus puertas en nuestro país.
Novedades como Westworld o The Young Pope podrán verse a partir de ahora en la plataforma. También series antiguas, como Veep, que aún no había sido convenientemente editada en España (aquí tienes todos los detalles de los productos que HBO nos oferta en su apertura).
Los Soprano, The Wire, The Leftovers... Sí, parece sorprendente, pero es verdad: una única cadena posee buena parte de los momentos más importantes de la historia televisiva de los últimos veinte años. Para celebrar esta buena nueva hemos querido repasar algunos de los instantes con los que el canal se ha convertido en el referente cultural que todos conocemos.
13) Silicon Valley y pajas para todos
Octavo episodio, primera temporada: Optimal Tip-to-Tip Efficiency
No tengo ni idea de cómo se habrá traducido este enorme capítulo cimentado absolutamente en uno de los más complejos y estúpidos juego matemático de palabras jamás visto, pero me compadezco de esa audiencia que se haya podido perder esta gloriosa broma en la que vemos tan claramente la fusión de la mente responsable de Idiocracy y Beavis y Butthead. Chupaos esa Sheldon y Leonard, los auténticos nerds están aquí (y por cierto, si querías una explicación matemática a su fórmula, también la tienes).
13) Veep: humor inglés adaptado
Octavo episodio, tercera temporada: El debate
Aunque los espectadores de The Newsroom o El Ala Oeste de la Casa Blanca ya estaban acostumbrados a ver episodios sobre debates, nada nos tenía preparados para ese festival de sátira política washingtoniana creada por un escocés. En este capítulo de la tercera temporada todo funciona, desde la dosificación de cuota de cada personaje hasta la estructura cómica de las reacciones generadas alrededor de un nuevo corte de pelo. La sinergia del reparto nunca brilló tanto ni nos preparó tan bien para lo que vendría a continuación.
12) Sexo en Nueva York: la dignidad emocional
Séptimo episodio, sexta temporada: El Post-it siempre pega dos veces
Si Sexo en Nueva York sirvió para hablar de cuestiones de la vida moderna fácilmente identificables por los espectadores (bueno, salvo por lo de formar parte de la élite económica y que pase por drama cotidiano perder zapatos de miles de dólares en fiestas en la Quinta Avenida) nada en la historia de estas cuatro amigas se sintió tan cómico y cierto como que te dejen vía post-it.
Además, las generaciones de hoy también se habrán sentido en alguna ocasión como Carrie. No tenemos estadísticas a mano, pero seguro que son muchos los jóvenes y no tan jóvenes de hoy en día a los que su pareja les ha dejado por Whatsapp antes de bloquearles para siempre.
11) La retribución en The Leftovers
Noveno episodio, primera temporada: The Garveys at Their Best
Llevamos nueve episodios de la primera temporada y todavía no sabemos muy bien qué pensar de esta nueva serie de ciencia ficción de los creadores de Perdidos (y por eso, en ocasiones nos tememos lo peor). Pero, pese a toda la confusión y los hilos argumentales irresueltos, hay que reconocer que hay capítulos especialmente bien hechos, como The Garveys at Their Best, ese enorme flashback que nos recompensa con todo lo que le habíamos estado deseando comprender hasta ahora. Una recompensa preparada a fuego lento.
10) Trucha Soprano
Decimotercer episodio, segunda temporada: Distorsiones
Cuando parecía que Los Soprano habían mostrado todas sus cartas (y lo bien que eran capaz de ejecutar cada faceta de estas), descubrimos que la serie de David Chase también se podía poner psicoanalítica. En una secuencia mortalmente felliniana en la que Tony delira a consecuencia de una intoxicación alimentaria, tendrá que resolver su deuda pendiente con Big Pussy. Hablando con él en sueños. Mientras el amigo al que ha asesinado toma forma de pescado.
Sonidos de globos, siluetas extrañas, amigos que desaparecen al cambiar de plano… Todo en Distorsiones nos demostró que esta serie de mafiosos podía ser tan inteligente como quisiera.
9) Villanía marca Deadwood
Quinto episodio tercera temporada: Una bestia de dos cabezas
Que la mayor deconstrucción del western acometida nunca, que la serie con los insultos más ingeniosos de la historia de la televisión sólo tuviese tres temporadas parece un pecado. Nunca olvidaremos la serie de David Milch, pero de entre todos sus momentos, tal vez uno de los más estimulantes fuera era pelea entre Dan Dority y Joe Turner, que era de todo menos la típica pelea a la Hollywood. La suciedad de la escena traspasa la pantalla. Oye HBO, seguimos aquí, esperando la película.
8) La irreverencia de Curb Your Enthusiasm
Octavo episodio, tercera temporada: Krazee-Eyez Killa
Ahora que la realidad se ha vuelto un poco Curb Your Enthusiasm en sí misma, cabe recordar una de las comedias más importantes de la historia reciente. Y de ella rescatamos uno de esos momentos en los que la sequedad que caracteriza a la serie se dejó de lado en favor de la diversión sin concesiones, dando rienda suelta a la energía que emanaba este improbable dúo entre un rapero negro y un blanquísimo productor neoyorkino socialmente nulo.
Y sí, este juego racial sigue teniendo a día de hoy la misma gracia que la que tenía 15 años atrás.
7) Flight of the Conchords le pone banda sonora a tu vida
Primer episodio, primera temporada: Sally
Tremenda carta de presentación. Aquí mejor dejamos que te lo canten ellos:
6) Un plano secuencia para True Detective
Cuarto episodio, primera temporada: ¿Quién anda ahí?
Para el cuarto episodio de esta recién llegada miniserie ya estábamos bastante enganchados. Nos habíamos sumergido en el ambiente sureño, captamos perfectamente su dominio de la psicogeografía, y algo nos habían avisado ya de ese concepto llamado “horror cósmico”. Pero de pronto la ambientación y los diálogos pasaron a un segundo plano y la dirección se metió a protagonista.
En este capítulo descubrimos el plano secuencia que nos hizo creer que estábamos ante la mejor nueva serie de la historia. El romance sólo nos duró hasta la emisión de los primeros capítulos de su siguiente temporada, pero el recuerdo del caso de Martin y Rust se quedará siempre con nosotros.
5) La historia adaptada en Hermanos de Sangre
Noveno episodio: ¿Por qué combatimos?
Esa secuela de Salvar al Soldado Ryan llamada Hermanos de Sangre siempre fue dura, capaz de equilibrar los valores cinematográficos con la verosimilitud histórica e incluso humana. Nos creímos a esos soldados desde el minuto uno.
En el último episodio de la serie se respondió por fin a la pregunta que siempre ha de hacerse uno al hablar de guerras, y por 50 minutos, especialmente en su final, estuvimos tan convencidos de la necesidad de ir al frente que casi nos alistamos nosotros mismos. Hasta las escenas bélicas quedaron eclipsadas por el horror de los campos de concentración. Saber que no puedes darle de comer a las personas que han vivido la hambruna extrema a riesgo de matarles, algo simplemente desgarrador.
4) Juego de Tronos: crecer en la desconfianza
Décimo episodio, primera temporada: Fuego y sangre
Todavía no sabíamos que Juego de Tronos consistía en baños de sangre, en la manipulación de nuestros sentimientos hacia ciertos personajes para que luego éstos nos fueran arrebatados, a veces de las formas más fortuitas posibles. Esos últimos momentos de la primera temporada de la serie de Benioff y Weiss, ese instante en el que una espada baja para destruir nuestras expectativas y costumbres como espectadores, certificaron que este mundo de fantasía jugaba a algo distinto que el resto de series: había nacido un fenómeno social.
3) Heroes reales para The Wire
Undécimo episodio, tercera temporada: Terreno Medio
Pese a ser una de las mejores series de la historia, The Wire no es especialmente conocida por episodios individuales que destaquen de entre los demás, ya que su historia es como una gran red en la que cada eslabón está entretejido al siguiente. Pero nos lanzamos a ofrecer uno de los momentos más memorables de por sí: cuando se confirmó que Omar era el mejor personaje de la historia de la televisión.
2) A Dos Metros Bajo Tierra: la travesía
Duodécimo episodio, quinta temporada: Todos esperan
¿Manido? Así es, decir que el último episodio de esta serie es uno de los mejores momentos de la historia de la televisión es casi como entrar corriendo a una reunión científica y decir que la tierra gira alrededor del sol. Pero el consenso alrededor de esta secuencia de reparto de momentos de vida no le quita importancia. No siquiera el maquillaje barato hace que nos guste menos. Breathe Me es la canción es una de las canciones más importantes de la lista Existencialismos. Gracias, Alan Ball.
1) Los Soprano ríen los últimos
Undécimo episodio, tercera temporada: Pine Barrens
¿Esperabas ver en este puesto el final de Los Soprano? No, sobre ese momento ya se ha hablado suficiente, cuando le hemos prestado muy poca atención al que de verdad es el momento cumbre de estos gánsters de New Jersey.
Es difícil saber qué se le daba mejor a Los Sopranos, si la construcción de personajes, los juegos de tensión o los recesos cómicos. Para esto último, nunca hubo absolutamente nada mejor que aquel episodio en el que acompañamos al bosque a Paulie y Chris, sorteando durante toda una noche la hipotermia, peleándose entre sí y finalmente haciéndolo contra sus propios zapatos. Todo eso mientras Tony tiene que sobrevivir a los tiros de su goombah a kilómetros de distancia. Por los pelos, pero la tradición del humor slapstick puede respirar tranquila.