Es 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, y millones de mujeres españolas están convocadas en las calles esta tarde. Aquellas que hagan acto de presencia podrán hacer bandera bajo una tradición política antaño olvidada y hoy resucitada por el movimiento feminista: la cartelería. Durante los últimos años, el género ha vivido un boom alucinante gracias a talentos jóvenes y a la difusión de las redes sociales.
Desde su preeminencia absoluta durante el cambio de siglo hasta su probable culmen bajo el constructivismo estético de la Unión Soviética, la cartelería jugó un rol crucial en las comunidades políticas de principios del siglo XX. La comunicación de masas y la ausencia de medios visuales auténticamente masivos, como sucedería tras la Segunda Guerra Mundial, le ofrecieron un campo fértil.
La llegada de la televisión y la centralización de la propaganda política a través de los partidos relegó a la creatividad cartelista a un segundo plano. Hasta que Internet y el surgimiento de movimientos políticos horizontales y muy anclados en las nuevas generaciones, como la actual corriente feminista, le dieron un nuevo impulso. Instagram es hoy un vivero de ilustradoras diseñando eslóganes y ofreciendo trabajos que son en realidad símbolos.
Ya sea a través de dibujos emocionantes y preciosistas o mediante simples y llanas frases reivindicativas, como las elaboradas por Girly Girly Magazine o @molaria_, el impulso renovado de la cartelería ha servido para canalizar el descontento, los anhelos y el sentimiento de identidad colectiva del movimiento feminista. Incluso instituciones como el Ayuntamiento de Madrid se han sumado a la fiesta con su serie "Será el feminismo".
Nuestros compañeros de WatMag también han creado sus propios carteles, convirtiendo las reivindicaciones y los lemas del pasado #8M en obras de arte.
Los ejemplos son múltiples, y el carácter DIY de la mayor parte de las consignas y pancartas, amén de la cultura del comparte y difunde, provocará que muchos de los carteles terminen esta tarde en las manifestaciones (como ya sucediera en 2018). Es un ejemplo en vivo y en directo de cómo se construye una cultura política, del mismo modo que se hizo en los años treinta: en torno al arte.
(Los carteles de Girly Girl Magazine se pueden descargar a máxima resolución para imprimir aquí).
(Los carteles de School of Feminism se pueden descargar a máxima resolución para imprimir aquí).
Y por supuesto, los carteles de WatMag
Se pueden ver todos aquí.
