A partir de junio de 2018 podrás encontrarte con mujeres al volante de sus coches en las carreteras saudíes. Lo que tendría que ser una imagen anodina es en realidad un hito en la historia de una lucha que llevaban ejerciendo las mujeres del país árabe desde hacía décadas. Loujain al-Hathloul, Manal al-Sharif y otras tantas activistas que se han organizado en los últimos tiempos para guerrear por este derecho específico estarán contentas, aunque para ello algunas hayan tenido que pasar por la cárcel y encontrarse con el desprecio manifiesto de la otra mitad de la población.
You want a statement here is one: "Saudi Arabia will never be the same again. The rain begins with a single drop" #Women2Drive ❤️
— منال مسعود الشريف (@manal_alsharif) September 26, 2017
Pero como también han señalado otras saudíes, esta victoria concreta podría funcionar como incentivo desarticulador, como pretexto para no seguir avanzando. Son muchas y más importantes las medidas que tendrán que cambiar en el país para conseguir una igualdad de derechos mínimamente efectiva, una que no haga de Arabia Saudí una de las regiones más horrorosas para vivir si eres una mujer.
Así que, mientras las saudíes disfrutan de su recién adquirido derecho a moverse por las ciudades sobre cuatro ruedas, estos son algunos de los requerimientos que todavía les quedan por conquistar.
Que dejen de ser menores de edad
Que es la categoría legal en la que se encuentran en esta teocracia.
Que puedan estudiar o aceptar un trabajo si ellas quieren
Por ahora necesitan la firma de su guardián legal, su padre, hermano o esposo, para poder hacerlo. Si éstos se niegan la mujer se queda sin estudios o empleo. Arabia Saudí es, de hecho, el quinto país con el índice de fuerza de trabajo femenina más bajo del planeta, y para solucionar el problema económico se estudiaron incluso opciones para abrir ciudades exclusivas para mujeres.
Que puedan abrirse una cuenta en el banco
Ni para ellas ni para sus hijos sin el permiso masculino.
Que puedan operarse de urgencia sin el permiso de los varones
Se han dado incluso absurdas situaciones de vida o muerte por esta norma de la sharia. Las mujeres doctoras tampoco pueden operar o tratar las zonas genitales masculinas, aunque sí es posible a la inversa, hombres operando a mujeres.
Que puedan salir a la calle solas sin un “mehram” o vigilante
Su vida pública está sometida a la presencia constante de una sombra que vigila que actúan de forma adecuada según los preceptos del Corán. Si los varones se niegan, entonces la mujer no podrá ir a ciertos sitios o incluso a la calle. Eso sí, todas las normas con respecto a la presencia de guardianes en la vida de las mujeres se están moderando en vistas a una reconversión del país en uno más dependiente de una diversificada fuerza de trabajo que del petróleo.
Que puedan tener citas con hombres
Lo siento, tendrás que jugártela un poco antes de saber con quién vas a casarte, ya que, aunque la pareja esté comprometida, no pueden quedar juntos hasta el día de su boda para conocerse un poco mejor.
Que puedas casarte con quien tú quieras
Ellas no pueden decidir quién será su propio marido (la palabra final la tienen sus tutores) mientras que ellos sí pueden contraer matrimonio con hasta cuatro mujeres sea cual sea su religión.
E incluso casarte libremente con un extranjero
Cuyas normas para poder ir al altar son profusas y arduas.
Que no tengan que ir forzosamente a las zonas segregadas y asignadas a su género
Las colas de los restaurantes o supermercados dividen a hombres de mujeres. Lo mismo pasa espacios públicos como parques y playas.
Que puedan entrar en oficinas, bancos y universidades
Aunque hay habilitados espacios segregados para ellas, buena parte de estos centros son exclusivos para hombres, y por lo tanto no pueden entrar.
Que puedan trabajar como altos cargos públicos o privados.
Algo que también empieza a cambiar gracias a las herederas.
Que puedan comer en público sin parecer estúpidas
Que si te atacan, te agredan o te violen la culpa no sea tuya
Los hombres pueden caer sobre ti por estar donde no debías, o podrías haberles incitado con tu presencia.
Y encima puedan condenarte a ti por ello
Como la ley prohíbe que las mujeres estén con hombres que no sean de su familia y además no pueden salir sin la vigilancia de un guardián, si un grupo de hombres de rapta y te viola 14 veces pueden sentenciarte a 200 latigazos y seis meses de cárcel por haber permitido que eso ocurra.
Que tu testimonio valga tanto como el de un hombre
Para contrarrestar lo que diga hombre hacen falta dos mujeres, algo que se produce en muchos países de mayoría islámica.
Que no tengan que contar los minutos que pasan relacionándose con un hombre que no sea de su familia
Porque, ¿por qué otro motivo ibas a querer relacionarte con el otro género si no es para la procreación?
Que tengan unas leyes de divorcio que se parezcan de algún modo a lo que entendemos por justicia
En los primeros años de los niños no tienen derecho físico a verles, quedándose la custodia total sus padres. Para lograr el divorcio una mujer debe convencer a un tribunal (completamente masculino) de que hay motivos para dejarlo, mientras que al varón se le garantiza en función de su criterio. Una vez su marido las abandona pueden quedarse en un limbo legal con un tutor que no las reconozca, la imposibilidad de encontrar trabajo y un largo etcétera.
Que puedan hacer deporte sin que se las llame prostitutas
Como le pasó a alguna participante de los Juegos de Londres de 2012.
Que puedan mostrar en público más de 20 centímetros de piel
El rostro de una mujer no está considerado awrah, pero el resto de su cuerpo deberá estar pudorosamente cubierto.
Que la ablación esté terminantemente prohibida
Y no sea tolerada aún en algunas regiones.
Que puedan ponerse guapas
Según los mandatos del Consejo de la Shura, si son demasiado guapas o se maquillan pueden exponerse al acoso de las los representantes de la ley o de otros hombres.
Y en general, que dejen de ser cosas
De acuerdo con el último informe sobre la brecha de género del Foro Económico Mundial, Arabia Saudí ocupa el puesto 141º entre los 144 países analizados, solo por delante de Siria, Pakistán y Yemen. Así que todavía queda mucho camino para que las mujeres dejen de ser objetos, aunque estos tengan ahora carnet de conducir.