El 15 de noviembre de 2013, Batman se hizo realidad en San Francisco. En realidad, su versión infantil, Batkid, se hizo realidad en una San Francisco que se disfrazó de Gotham y, por un día, cumplió el sueño de Miles Scott, de sólo cinco años y enfermo de leucemia desde los 18 meses de edad, y que quería ser el Batman de verdad. Más de 25.000 personas llenaron las calles de una ciudad en la que su alcalde y su jefe de policía se involucraron de lleno, y casi 2.000 millones más compartieron y comentaron la historia en redes sociales.
Batkid se había convertido en viral. Barack Obama subió un Vine felicitándolo por salvar Gotham, Christian Bale y Ben Affleck (los últimos actores interpretar al Caballero Oscuro) hicieron lo mismo en Twitter y ante la prensa, y hasta tres de los protagonistas de 'Arrow' subieron un vídeo a Facebook agradeciéndole que hubiera "limpiado" las calles de maleantes por ellos. Lo que no iba a ser más que una acción solidaria de la fundación Make-a-Wish, acabó alcanzando tales dimensiones, que tenía que terminar inmortalizada en un documental.
La historia de 'Batkid begins'
Más de 25.000 personas llenaron las calles de San Francisco para ver en acción a Batkid
Dana Nachman, la directora, se interesó en Batkid después de ver lo viral que se había vuelto y, cuando empezó a hablar con algunos implicados, aún quedó más interesada por el nivel de implicación que el sueño de Miles había logrado. La Fundación Make-A-Wish (que tiene sucursal en España) hace realidad por un día los sueños de niños enfermos. El capítulo de San Francisco, encargado de organizar el día de Batkid, cumple más de 320 deseos al año, y si algunos de ellos llegan a los informativos, lo hacen sólo como una bonita historia de solidaridad.
Pero Miles Scott fue diferente. Make-A-Wish había solicitado al jefe de policía de San Francisco sólo un par de agentes motorizados y dos plazas de aparcamiento para hacer un par de acciones en las que Batkid debería detener a algunos malos, y eso acabó convertido en una aventura por toda la ciudad en la que el superhéroe en miniatura detuvo al Joker mientras robaba un banco, luchó contra el Pingüino y salvó a una damisela en apuros. Y, por supuesto, recorrió Gotham en el Batmóvil y ayudado por otro Batman adulto.
Las redes sociales, que convierten en virales tontunas como la famosa ardilla dramática, o que pueden dedicarse al linchamiento virtual de alguien con enorme fuerza, también demostraron que pueden elevar hasta unas dimensiones inesperadas una historia de buenos sentimientos y de solidaridad, y la bola de nieve de Batkid no se detuvo ahí.
Del crowdfunding a Julia Roberts
Nachman ha montado el documental con vídeo grabado por Make-A-Wish ese día y pidiendo la colaboración de los asistentes a aquel evento, para que le mandaran las grabaciones que hubieran hecho de Batkid en acción. También montó una campaña de crowdfunding en Indiegogo para financiar la película y consiguió la ayuda de Moving Train, una asociación sin ánimo de lucro que busca ayudar a los documentalistas a poner en pie sus proyectos, aconsejándoles en temas fiscales y asesorándoles en cada etapa del proceso.
'Batkid begins' necesitó también de la solidaridad de otros para hacerse realidad, y una vez que estuvo listo, acabó estrenándose en el pasado Slamdance, la versión alternativa y aún más independiente del festival de Sundance. Allí se estrenó con un póster dibujado por el mítico Drew Struzan, llamó la atención de Warner y New Line, que lo distribuyen en Estados Unidos, y allí se supo también que Julia Roberts había comprado los derechos de la historia de Batkid para convertirla en una película.
"Acabo de llegar y es completamente surrealista", afirmaba Nachman a The Washington Post nada más llegar a Park City para el festival, a finales de enero, y es un sentimiento que, probablemente, define a la perfección el improbable viaje de Batkid desde aquel día de noviembre de 2013. Miles Scott sólo quería ser el Batman de verdad.