Los caminos hacia la movilidad del mañana son inescrutables. Todos ellos comparten un objetivo común: reducir el volumen de emisiones de dióxido de carbono al máximo. Pero sus similitudes comienzan y terminan ahí. Desde los camiones autónomos que aspiran a agilizar el transporte de mercancías al máximo hasta las flotas de vehículos que se propulsan directamente desde tu cubo de la basura.
Biometano. Reino Unido es un excelente ejemplo. Esta semana la empresa CNG Fuels, dedicada a la producción y distribución de diversas variantes sostenibles de gas natural, ha instalado cinco nuevas estaciones de biometano. O lo que es lo mismo, de gas natural comprimido, un biogás producido a partir de los residuos generados en los hogares, en los restaurantes y en las cadenas de supermercados.
Según la empresa, es capaz de reducir las emisiones de CO2 atribuibles a la industria logística en un 85%, reduciendo su coste respecto al diésel en un 40%.
Avances. ¿Es así? Existe una larga discusión en torno a las bondades del gas natural y sus variantes licuadas, comprimidas y renovables. El primero, el Gas Licuado de Petróleo, está compuesto por propano y butano y no reduce esencialmente las emisiones de CO2. El segundo, el Gas Natural Comprimido, sí, porque es fundamentalmente metano. Y el metano es un gas que hemos aprendido a extraer de nuestros residuos, escombros y heces. Es decir, de la biomasa.
Movilidad fecal. Es precisamente en Reino Unido donde parece haber un gran interés por reutilizar nuestros residuos y nuestras heces para generar energía. En Bristol, por ejemplo, los ciudadanos tienen la posibilidad de generar el 15% de su electricidad con lo que surge de sus retretes. Con anterioridad, un Biobus recorrió las calles del país demostrando que podía moverse un vehículo pesado sólo con excrementos (sin que generara olores nauseabundos).
No es nada revolucionario. La humanidad lleva siglos aprendiendo a crear energía con su mierda.
Retos. Para el sector del transporte es una buena alternativa. Los camiones pueden repostar GNC utilizando la misma tecnología de los surtidores de toda la vida. El objetivo de CNG Fuels es que más de 3.000 vehículos se abastezcan en sus, por el momento, exiguas siete gasolineras. Cadenas de supermercados como Waitrose o Hermes aspiran a sostener su flota de reparto sólo con biogás en los próximos años.
Es una fase precaria. Pero proyectos en España, Italia y Estados Unidos ilustran cierta fiebre por el biogás.
El futuro. ¿Hasta qué punto es factible hipotecar el futuro de la humanidad a una fuente de energía como el biogás? Naciones Unidas cree que podemos extraer de nuestros residuos y heces el valor energético suficiente como para abastecer a unos 138 millones de hogares. No es una fuente ilimitada (sólo podemos generar tantos residuos), pero es una de las muchas locas posibilidades para el futuro energético de la humanidad.