Dinamarca tiene una de las tasas de divorcios más elevadas de Europa: se divorcia casi la misma cantidad de parejas que se casan. Con el objetivo de reducir estas cifras y atajar lo que ellos mismos tildan como "problema nacional" están cambiando las reglas del divorcio express que instauraron en 2013. Si antes los daneses podían divorciarse rellenando un formulario, ahora, aquellos que tengan hijos tendrán que asistir a terapia.
46,51% de divorcios. En Dinamarca se rompen tres matrimonios por cada 1.000, lo que eleva la cifra de divorcios a casi la mitad, a pesar de ser uno de los países que más matrimonios celebra al año (en torno a unos 30.000 en 2018) . Además, se sitúa en el podio de los países europeos con más divorcios, ocupando así el tercer puesto por detrás de Letonia y Lituania, según datos de Eurostat.
Adiós al divorcio express. Dinamarca es uno de los países donde la burocracia produce menos dolores de cabeza. Mientras en España los divorcios tardan de 6 meses a un año en resolverse, en Dinamarca tan solo es necesario rellenar un formulario online y pagar una tasa en torno a los 60 euros. Desde que se aprobó esta medida en 2013, los divorcios daneses pasaron de un 44% en 2012 a un repunte del 55% al año siguiente.
Ahora, aquellas parejas que tengan hijos en común y quieran separarse no podrán hacer uso de este trámite, sino que tendrán que pasar por la fase de terapia que exigen 68 de los 98 ayuntamientos del país. Las parejas sin descendencia en común, podrán continuar divorciándose a través de una página web.
Tres meses de terapia. La nueva medida aprobada consiste en un curso de cooperación que puede realizarse a través de una aplicación online y tres meses de terapia de pareja. Según Gert Martin Hald, uno de los psicólogos que han diseñado el procedimiento, la finalidad del curso pasa por “aprender a entenderse a uno mismo y comprender las reacciones de los hijos y la ex pareja. Se trata de aprender a conciliar la crianza después de un divorcio”.
Además de dar a la pareja un periodo de reflexión que puede contribuir a que el país reduzca las elevadas tasas de ruptura, el curso de cooperación se enfoca a atajar los problemas derivados del divorcio. La estructura familiar cambia y según Martin Hald es importante priorizar la estabilidad emocional: "el curso ayuda a gestionar el estrés, la ansiedad y la depresión, asimismo, reduce el número de días que faltan en el trabajo".
¿Por qué esta medida? Cuando se produce un divorcio se altera por completo la configuración familiar que los hijos conocían hasta ese momento. Como normal general, en España, los niños viven con uno de sus progenitores y ven al otro a través de un régimen de visitas establecido. Precisamente por estas razones, Dinamarca ve en esta medida una alternativa para velar por la unidad familiar en la que tantos años llevan trabajando.
Medidas sociales como los permisos de paternidad y maternidad anuales o la gratuidad de las escuelas de 0 a 3 años buscan precisamente facilitar la vida conyugal y familiar a través de los servicios públicos daneses. La iniciativa que podía ser percibida como un tipo de intrusismo gobernamental en la vida privada ha sido bien recibida por los ciudadanos daneses.
2.500 voluntarios lo han probado. Antes de poner en marcha este nuevo sistema, el gobierno danés hizo un testeo con 2.500 personas que accedieron al procedimiento de forma voluntaria. Según comentó a The Guardian el psicólogo "los resultados fueron muy buenos: los efectos sobre la salud mental de las parejas separadas mejoraron, las ausencias en el trabajo disminuyeron y 12 meses después del divorcio, las parejas se estaban comunicando como si no se hubiesen divorciado".
Imagen: Dakota Corbin/Unplash