A río revuelto, ganancia de pescadores. O de los ganaderos rusos, dado el caso. Con las relaciones entre Pekín y la Unión Europea (UE) tensadas a raíz de la política arancelaria, Moscú ha visto su gran oportunidad para abrirse hueco en un mercado particularmente jugoso: el de la demanda china de carne de cerdo exportada. Músculo no le falta. Y tras regresar este año a las carnicerías chinas, de las que llevaba casi una década y media apartadas por las restricciones sanitarias de Pekín, en el sector ruso hay quien ya aspira a quedarse con la cuota de la UE.
La gran pregunta es: ¿Qué podemos esperar a partir de ahora?
Para empezar, algunas cifras. China el mayor productor del mundo de porcino. Pero también un enorme, gigantesco mercado que importa cada año cientos de miles de toneladas de piezas de cerdo por un valor de miles de millones de dólares. Más concretamente, unos 3.500 millones, según datos de World´s Top Export, aunque hay quien habla de cifras considerablemente superiores si se tiene en cuenta todo el mercado, incluidas las vísceras. Entre esas cifras la Unión Europea y sobre todo España tienen un peso importante.
Aunque a las tiendas chinas llega carne procedente de muchos otros países, entre los que destacan también Brasil, Canadá o EEUU, la UE ha logrado abrirse un hueco más que respetable en el flujo de las importaciones chinas. Reuters cifra su peso en el 51% (llegó a superar el 60%), con aportaciones de Países Bajos, Dinamarca, Francia y sobre todo España. A modo de referencia, hace un año Icex presumía de que en 2020 España se había convertido en el principal exportador a China, con el 24% del flujo de carne. En 2023 ese puesto lo habría ocupado Brasil, con un 26%, pero España seguía manteniéndose en segundo lugar.
Giro de guion. A pesar de esos datos y el peso aplastante que tiene el porcino entre las exportaciones agroalimentarias españolas a China (alrededor del 63%), el futuro de ese flujo comercial se ha llenado de nubarrones a lo largo de los últimos meses. Y debido a un motivo que aparentemente poco o nada tiene que ver con la ganadería de cerdos: los vehículos eléctricos.
La polémica viene de meses atrás y en Xataka os la hemos contado en detalle, pero su resumen es sencillo: tras ver cómo Bruselas subía los aranceles a la llegada de coches eléctricos "made in China", Pekín reaccionó apuntando al sector porcino europeo, anunciando una investigación antidumping centrada en las importaciones de cerdo procedentes de la UE. Prueba del "pánico" que ese golpe generó entre los ganaderos españoles es que el Gobierno y los productores movieron ficha casi de inmediato, desplazándose en persona a China en un intento por blindar un mercado que en 2023 alcanzó un valor de más de 1.200 millones.
Rusia recupera terreno. El sector porcino chino no solo deja malas noticias. Al menos para Rusia, que a comienzos de año logró abrirse hueco en el mercado asiático enviando una modesta partida de carne de cerdo a China. Quizás no parezca gran cosa, pero supuso un hito importante por varias razones. La principal es que fueron las primeras exportaciones de cerdo que Moscú llevó al gigante asiático en casi una década y media, desde que en 2008 Pekín le había aplicado restricciones por la peste porcina africana.
El segundo motivo es que ese envío ha parecido marcar el pistoletazo de salida para la expansión del porcino ruso por el merado chino. En junio ya había cuadruplicado su suministro, disparando tanto los envíos de carne congelada como de subproductos. Desde Moscú de hecho se espera con expectación que China amplíe la lista de proveedores rusos autorizados para operar en su mercado nacional (ahora solo hay tres), lo que según sus cálculos dispararía en varias decenas de miles de toneladas su flujo global de exportaciones de carne de cerdo de cara a 2025.
60.000 toneladas (o más). "Si los nuevos productores rusos no obtienen acceso en 2205, prevemos que las exportaciones a China ascenderán a 60.000-70.000 toneladas. Pero si a principios el próximo año se certifican otras cinco o seis empresas, se puede esperar un aumento del volumen hasta las 100.000 toneladas", valoraba hace poco el director general de la Unión Nacional de Productores de Carne de Cerdo, Yuri Kovalev, en declaraciones recogidas por Interfax. De hecho, el directivo recuerda que en julio Rusia ya se coló en el TOP 5 de los proveedores de China.
Objetivo: crecer en cuota. No es la única pista que demuestra el interés que Rusia tiene en el mercado asiático y, sobre todo, hasta qué punto espera o confía en aprovechar las tensiones comerciales surgidas entre China y uno de sus principales suministradores, la UE. En febrero Reuters explicaba que la Unión Nacional Rusia de Criadores de Cerdo aspiraba a captar el 5% del mercado chino de importación. En agosto el objetivo era ya el 10%. Y en diciembre Kovalev destacaba que, tras haber enviado casi 38.000 en menos de un año, China se ha convertido en " uno de los tres principales compradores de carne de cerdo rusa" de 2024.
No digas tensión, di oportunidad. El intento ruso por ganar cuota de mercado en China, aun a costa del que puedan perder otros proveedores, no es ningún secreto. Se lo reconocía abiertamente a Reuters hace unos meses Yuri Kovalyov, representante del sector porcino: "Para nosotros estas tensiones comerciales representan una oportunidad de mostrar nuestra competitividad en el mercado chino", explicaba por el tensionamiento en las relaciones Pekín-Bruselas a cuenta de los aranceles a los coches eléctricos.
De forma más clara aún se expresaba Dmitri Reva, experto en el mercado de consumo ruso, durante una entrevista con el medio chino Guancha. "Si fuera necesario podríamos satisfacer plenamente la demanda de carne de cerdo importada de Europa. En tres años podríamos suministrar un millón de toneladas o más de carne de cerdo al año", reflexionaba el investigador: "Somos plenamente capaces de sustituir las exportaciones españolas de 600.000 toneladas de carne de cerdo a China. Sin embargo, en la actualidad es posible que China no esté muy interesada en esa opción".
¿Cuál es la capacidad de Rusia? Según datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, a lo largo del período 2023/2024, Rusia destacó como uno de los principales productores de carne de cerdo del planeta. Su cuota de producción se situaba lejos aún de la del conjunto de la UE, EEUU, Brasil y por supuesto la propia China, pero representaba ya el 3%, con una producción considerablemente superior a la de Vietnam, Canadá o México. Su sector parece ganar músculo, además. Frente a los 4,9 millones de toneladas registradas en 2023, según Reuters, este año se espera que la producción se dispare hasta alcanzar los 5,2 millones.
Imágenes | K-State Research and Extension (Flickr)
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