Muchos padres se preguntan qué pueden hacer para fomentar que sus hijos lean en casa. Los hay que intentan predicar con el ejemplo, o que buscan trucos para incitarlos a coger un libro sobre otras actividades que puedan realizar. En ese último aspecto, se ha viralizado una nota de una madre italiana que busca que sus hijos se acerquen a clásicos de la literatura.
"Chicos, la contraseña del WiFi de esta semana es el color del vestido de Anna Karenina en el libro. ¡¡He dicho libro, no la película!! Buena suerte. Mamá.
P.D.: He empezado a leer 'El conde de Montecristo'".
La nota empezó a circular en Facebook, en una página italiana sobre cosas que las madres dicen en grupos de WhatsApp, pero ha acabado viralizándose en Twitter a través del perfil del escritor Juan Gómez Jurado, en el que se ha montado también enseguida un debate sobre si hay que obligar a los niños a leer o no.
La lectura, ¿afición u obligación?
Gómez Jurado, que no es ajeno a las polémicas en Twitter, compartió el cartel con el tuit "el increíble truco de esta madre para que sus hijos lean", y no tardaron en aparecer opiniones que consideraban que obligar a los niños a leer no era la solución, y que la lectura era una afición que si ellos no desarrollaban por sí mismos, no se podía imponer.
Eso de obligar a la gente a leer... Como que no mola. La lectura es un hobby más, es como obligar a ver pelis o a jugar a videojuegos.
— Gonzalo Gamero (@ggamsot) 30 de agosto de 2017
Pongo captura porque no cabía todo en un tweet: pic.twitter.com/Y05aC29kcX
— Jaime (@jaime4410) 30 de agosto de 2017
El escritor respondía con un hilo en el que dejaba clara su postura al respecto.
Primero: leer no es un hobby, no es una afición, no es una opción. Leer es una parte esencial del desarrollo del ser humano.
— Juan Gómez-Jurado (@JuanGomezJurado) 30 de agosto de 2017
Segundo: Como madre, querer incitar a tus hijos con un pequeño juego a que desarrollen sus capacidades es admirable.
— Juan Gómez-Jurado (@JuanGomezJurado) 30 de agosto de 2017
Tercero: el wifi no es un derecho humano, como la comida o respirar. Una madre cumple más su función incentivando a leer que dando wifi.
— Juan Gómez-Jurado (@JuanGomezJurado) 30 de agosto de 2017
Cuarto: Esto no es "obligar". Obligar a leer es sentar a un niño con un libro delante o darle La Celestina (bodrio).
— Juan Gómez-Jurado (@JuanGomezJurado) 30 de agosto de 2017
Los beneficios de la lectura en los niños se han estudiado en diferentes estudios, no sólo centrados en el lado académico, pero los temas en los que pueda entenderse que se impone a los niños alguna obligación siempre suscitan controversia.
De hecho, lo más común cuando se trata el fomento a la lectura es desaconsejar que se oblique a los más jóvenes a ello, pues puede acabar siendo contraproducente. Lo que se propone es que asocie esa actividad a pasar un buen rato, a algo divertido. ¿Consigue eso el cartel de la madre italiana?
Otros trucos de padres
Este pequeño truco para incitar a la lectura no es la única triquiñuela de padres que se ha vuelto viral en los últimos tiempos. Son muy comunes los carteles que negocian con los hijos la realización de distintas tareas antes de darles, en este caso, la contraseña del WiFi.
Esta madre estadounidense, por ejemplo, lo hacía de esta manera, hasta incluyendo una cita a 'Los juegos del hambre': "la contraseña de hoy del WiFi puede desbloquearse enviando una foto a mamá de la cocina limpia. Dicha fotografía debe contener una caja de crackers en la encimera, al lado de los fuegos (para evitar la reutilización de fotos anteriores). Gracias por jugar. Que la suerte esté siempre de vuestro lado. Con cariño, mamá".
Y en las respuestas al tuit de Gómez Jurado se compartía esta otra iniciativa del mismo estilo.
Me recuerda a una foto que subí de un congreso sobre educación. Se me echaron al cuello unas cuantas personas por "obligarles" a trabajar 🙈 pic.twitter.com/0D2XYxK4GQ
— José Martín Aguado (@Josemaguado) 31 de agosto de 2017
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