Las grandes citas del fútbol de selecciones suelen ser escenario de algún estallido de violencia entre aficionados de los diferentes países que se enfrentan sobre el césped. Pasó en la última Eurocopa, entre los hinchas de Polonia y Rusia; en la de 2008, entre turcos y croatas; y, así, podríamos remontarnos a casi cualquier ocasión. Pero esta Euro 2016 de Francia está destacando por los duros enfrentamientos entre hinchas en casi todos los partidos importantes, por la incorporación de los ultras de los equipos locales franceses y, sobre todo, por la gran pregunta: ¿cómo puede estar ocurriendo esto en el acontecimiento deportivo más vigilado por las autoridades de la historia de Francia?
La Euro 2016 se inaugura el viernes 10 de junio, en París, con el partido Francia-Rumanía.
El estadio de Saint-Denis, uno de los escenarios de los atentados de noviembre, se blinda contra posibles atentados.
Ese mismo día, los hooligans ingleses comienzan a llegar a Marsella. Y empiezan los problemas.
Inglaterra no debutó en la competición hasta el sábado, pero sus aficionados ya estaban en Marsella el viernes. La falta de previsión de la policía ante su llegada facilitó el primer estallido de violencia.
La policía comienza a hacer las primeras detenciones.
El propio viernes, la policía realizó ya dos detenciones entre los hooligans ingleses.
El sábado 11 de junio se celebra el Inglaterra-Rusia. El caos de los hooligans se desata ya antes del partido.
Se calcula que la mitad de los hinchas ingleses que acuden a Francia lo hacen sin entrada.
Los rusos, aunque mucho menos numerosos, no se quedaron atrás en el uso de la violencia.
Hoy se ha sabido que los hinchas rusos se prepararon para la pelea con guantes de combate, protectores bucales y cuchillos.
Marsella se convirtió en el escenario de una batalla campal entre ingleses y rusos.
Los enfrentamientos se concentraron en la zona del Puerto Viejo, aunque toda la ciudad sufrió episodios esporádicos entre las dos aficiones.
La policía se vio desbordada por el gran número de participantes en los disturbios y su extrema violencia.
Las autoridades de Marsella hablan de violencia extrema y organizada, de estilo paramilitar e 'hiperviolento' entre los ultras rusos.
Se esperaba que el comienzo del partido apaciguara los ánimos. Pero no fue así.
Dentro de un recinto controlado, y con los accesos estrictamente vigilados, no se preveía que los disturbios continuaran.
Algunos aficionados rusos introdujeron bengalas en el Vélodrome.
Cabe preguntarse cómo es posible que esto ocurra en un acontecimiento tan amenazado por el terrorismo internacional como esta Eurocopa.
Y acabaron lanzando una contra la grada donde se ubicaban los ingleses.
Las bengalas-cohete están prohibidas en el fútbol desde hace años. En España, un niño falleció en el antiguo campo del Espanyol, en 1992 por el impacto de una similar a la lanzada en Saint-Denis.
El final del partido provocó un movimiento de los hinchas entre gradas que pudo acabar en tragedia.
Al pitido final siguió una carga de los ultras rusos contra los ingleses, que se quejaron de que apenas había medidas de separación entre las dos aficiones.
El Inglaterra-Rusia se celebró en Marsella. Un escenario complicado para un partido complicado.
Marsella es considerada por algunos la ciudad más peligrosa de Europa, además de un polvorín racial con más de un 40% de población musulmana y muchos problemas de integración. Los hinchas ingleses empezaron los disturbios cantando «ISIS, where are you?».
La policía tuvo que emplearse a fondo para disolver los enfrentamientos.
Se emplearon gases lacrimógenos y cañones de agua para disolver a los grupos de ultras.
La hinchada local se implica en los disturbios.
Los ultras del Olympique de Marsella se enfrentan a los ingleses, en venganza por cuentas pendientes anteriores y en respuesta a los ataques de los hooligans en diferentes barrios de la ciudad.
El día acaba con cientos de heridos, entre ellos dos ingleses en estado crítico.
El diario francés L'Equipe confirma que hay dos aficionados ingleses en estado crítico. Uno continúa hoy luchando por su vida.
El domingo 12 se celebra en Lille el Alemania-Ucrania. Vuelve a estallar la violencia.
El domingo debutó el grupo C en la competición, y pudimos comprobar que la violencia no era algo exclusivo de los hinchas ingleses y rusos. Los alemanes y los ucranianos se enfrentaron en las calles de Lille antes de comenzar el partido.
Y, mientras tanto, en Niza, la afición local ataca a los hinchas de Polonia e Irlanda del Norte.
Los hinchas de las selecciones polacas e irlandesa compartieron buen ambiente antes y durante el partido. Pero, al terminar, se vieron atacados por los Nice fans, hinchada ultra del equipo local.
Las autoridades francesas declaran la ley seca.
Se ha prohibido la venta de alcohol en las ciudades en las que se celebren partidos de la Euro durante el día anterior y el propio día de partido. Se intenta evitar, además de la violencia, que se repitan desgracias como la muerte del hincha irlandés que murió tras precipitarse desde una altura de ocho metros.
La UEFA amenaza a Inglaterra y Rusia con la descalificación en caso de que se repitan incidentes.
Existe la posibilidad de que Inglaterra y Rusia vuelvan a enfrentarse en las semifinales del torneo, por lo que la UEFA ha tomado la medida de amenazar con expulsarlos de la competición si se repiten los incidentes. Inglaterra ya tuvo prohibida la participación en competiciones internacionales durante años tras la tragedia de Heysel.
Imágenes | GTres.
