Si algo pudimos aprender de La Isla Mínima, al menos desde el punto de vista geográfico, es que la agricultura podía llegar a ser una obra de arte en sí misma. Las formas fractales, abstractas y matemáticas de las cosechas se despliegan al ojo humano, desde las alturas, como cuadros surrealistas bañados en mil colores. Al montarse en un avión no hay nada más bello que la racionalidad casual de los campos de cultivo.
Los responsables de OneSoil lo saben. La start-up, desarrollada en un parque tecnológico a las afueras de Minsk, Bielorrusia, se dedica a producir aplicaciones y herramientas tecnológicas para la agricultura. Gracias a un sofisticado mecanismo que combina fotografías por satélite, reconocimiento de imágenes y machine learning, OneSoil permite a un campesino cualquiera llevar un registro diario y telemático de todo lo que sucede en sus tierras.
De forma resumida, OneSoil utiliza las imágenes aéreas producidas por la Agencia Espacial Europea para definir cada pequeño campo de cultivo de Estados Unidos y América (más de 43 países, una tarea titánica que aspiran a extender a todo el globo), determinar qué tipo de cultivo están cosechando y su estado de salud (si disfruta de más o menos vegetación o si requiere de más o menos fertilizantes, por ejemplo).
Al incorporar un sistema de notas, predicciones meteorológicas e información sobre el estado de los mercados globales, aspira a servir de herramienta para que los agricultores tomen mejores decisiones sobre sus cultivos y negocios (una suerte de Farming Simulator sin la parte simulada, pero con toda la pompa tecnológica). Al mismo tiempo, OneSoil ha volcado toda su información en un delicioso mapa interactivo. Más de 376 millones de campos a nuestra disposición.
EEUU desde lejos. Se aprecian los colores del interior, más dedicado a la agricultura.
Ucrania, granero de Europa.
El resultado es alucinante por su elevado grado de precisión. Podemos discriminar la información en función del continente, del país o de la región. Cada minúscula hectárea cultivada se muestra de forma exacta sobre el mapa. Al otorgar un color a cada tipo de cultivo (frutales, trigo, maíz, alfalfa, pastos, etcétera) el resultado es una maravillosa paleta cromática artificial, auténticas piezas de arte espontáneo y aleatorio.
Para todos aquellos apasionados por los mapas y la agricultura, OneSoil es un juguete de valor inigualable. Sorprende viajar no sólo por los alrededores de tu propia ciudad, sino también observar patrones de cultivo en otros puntos de Europa o Estados Unidos que no hemos visitado jamás. La herramienta también contribuye a entender mejor los mercados globales, e incluye información sobre las cosechas de 2017 y 2016 (así como capas que ofrecen información sobre el tamaño medio de los campos de cada región o el número de lotes de cultivo).
¿Lo mejor? El botón "random beautiful fields", que te lleva a rincones aleatorios de la agricultura mundial. Aquí van algunos ejemplos. A disfrutar.
Ucrania a color.
La caña de azúcar predomina en el sur de Florida.
Los célebres cultivos circulares de Kansas (cereal, trigo, maíz).
El reparto de la tierra en Crimea, muy ordenado.
La Italia norte.
Trigo y maíz, rojo y amarillo, en el interior de Salamanca.
La Francia interior.
Arroz en Grecia.
Irlanda y sus pastos (verdes).
Arroz y maíz, oro y plata, en Extremadura.
Minifundismo extremo en Croacia.
Reino Unido.
La desembocadura del Rin en Alemania.
Confluencia de ríos (y de tres colores) en Polonia.
Viñedos, muchos viñedos en Castilla La Mancha.
