Todos hemos escuchado de las (para nosotros) extrañas prácticas sexuales que se dan el reino animal, desde ataques violentos, violaciones, hasta hembras comiendo machos, pasando por todo tipo de conductas que en un ser humano serían prácticamente inaceptables.
Hoy nuevos estudios confirman que el tener mucho sexo puede matar, por lo menos a los marsupiales, ya que algunas especies de estos pequeños carnívoros en Australia, América del Sur y Papúa Nueva Guinea son capaces de tener unas impresionantes sesiones de sexo que duran hasta 14 horas, ocasionándoles elevados niveles de estrés que derivan en la muerte.
Estas frenéticas copulaciones son parte de los hábitos de estos pequeños animales, ya que sólo existe una época de apareamiento al año donde las hembras se sincronizan para dar a luz cuando la comida es abundante, lo que ocasiona que los machos entren en una serie de competición para que sean seleccionados por la calidad de su esperma.
Es así como estos machos se someten a estas extenuantes sesiones con dos o más hembras, lo que ocasiona que muchas veces no lleguen al año de vida y no conozcan a sus crías, ya que este nivel de estrés les ocasiona hemorragias internas y la desintegración de sus tejidos.
Esas retorcidas conductas sexuales en animales
Pero los marsupiales y a reproducción suicida o semelparidad no es la única "conducta extraña" en el reino animal, ya que tenemos una gran variedad de prácticas que a los seres humanos nos resultan un poco fuera de lo común.
Por ejemplo, esta el fascinante caso de las arañas, donde especies como la Viuda Negra acostumbra comerse a su pareja después de terminar al acto sexual, o las arañas cangrejo donde el macho suele atar a la hembra contra una superficie para que no pueda moverse, pero curiosamente al término de la cópula la hembra se libera sin dificultad, lo que quiere decir que no hay una resistencia a ser atada.
Tenemos también el caso de los chimpancés exhibicionistas, donde el macho toma un puñado de hojas, se sienta sobre ellas con las patas abiertas y comienza a rasgar las hojas para llamar la atención de las hembras y ésta vea que tiene una erección.
Los murciélagos asiáticos por ejemplo, son de las pocas especies que practican sexo oral, pero la diferencia radica en que son capaces de realizarlo por periodos de entre 4 y 5 horas previas a la copulación, ya que esto hace que el acto sexual se prolongue por más tiempo.
También se ha demostrado que ciertas especies en pandas y algunos peces se estimulan y tienen mejor desempeño sexual después de mirar escenas sexuales previo a la copulación, vamos, se excitan viendo porno ya que provocan una reacción competitiva en el macho.
Para conocer éstas y otras conductas, nada mejor que un bonito vídeo con marionetas.
Vía | IFL Science | Live Science