Han pasado 32 años ya desde el "Póntelo, pónselo" y las cosas no parecen haber cambiado demasiado. Bueno, algo sí. Recordemos que en aquellos tiempos algunas farmacias se negaban a vender condones a menores. Pero la situación de ahora tampoco pinta bien. En Magnet, hace un año contábamos cómo la exministra de Sanidad alertaba de un aumento "muy preocupante" de las infecciones de transmisión sexual en jóvenes. Se hablaba entonces de un incremento anual del 26,3% y vamos a peor.
Las cifras hablan por sí solas: un incremento del 1.073% de ITS en mujeres en los últimos 10 años.
Sí, un 1.073% más. Un número preocupante que forzará a las instituciones a replantearse otras estrategias. Según indica un nuevo informe (PDF) del Observatorio Bloom sobre las ITS en mujeres, las infecciones se han disparado en los últimos años. En concreto, entre 2012 y 2019 hubo un crecimiento llegando al récord de contagios de 16.304 casos anuales. Esta tendencia ha hecho que los médicos disparen las alarmas y abunden los estudios para saber dónde está el problema.
Las ITS más comunes. Si accedemos al informe, veremos que sólo el 64,8% de los casos diagnosticados en este periodo corresponden a clamidia. Después, la gonorrea, con 15,6% de casos. Le siguen el VIH (8%), sífilis (5,6%), hepatitis C (3,6%), hepatitis B (2,3%) y linfogranuloma venéreo (0,1%). Y, aunque casi todas las infecciones se han incrementado en los últimos años, las tendencias son dispares para cada ITS. Por ejemplo, la gonorrea ha sido la que más ha crecido desde el año 2015: un 729%. Y la clamidia un 480%. Son cifras que ponen los pelos de punta.
¿Por qué? Principalmente por un desconocimiento generalizado sobre las ITS. Como ya comentamos en Magnet en aquel artículo, la poca percepción del riesgo es lo que provoca el menor uso de medidas de prevención como el preservativo. Además, tal y como indica el nuevo estudio, han cambiado las formas en las que nos relacionamos sexualmente: las parejas se contactan por aplicaciones de ligue y se empieza la vida sexual a edades más cortas. También han crecido el número de relaciones sólo sexuales (follamigos, como se le conoce en la jerga) o de recambios de pareja.
Lo que más llama la atención del informe es que el 70% de las mujeres consideran que tienen un conocimiento deficiente sobre las infecciones de transmisión sexual y el 13,46% de ellas no sabría mencionar ninguna de ellas. El problema es claramente educativo.
Los perfiles. Las edades con más riesgo son entre 15 y 35 años. Uno de los motivos puede ser que a partir de esas edades las parejas se estabilizan más y cambian menos. Los estudios recientes también hacen hincapié en el impacto territorial: se menciona que donde más concentración de población y turismo hay, más casos de ITS habrán. Es por eso que Cataluña se encuentra a la cabeza, con nada menos que la mitad de casos de ITS de toda España. Le siguen Madrid, Comunidad Valenciana y Andalucía.
¿Y los hombres? Pese a que este estudio solo ofrece datos de las mujeres, el caso masculino es igual de devastador. En realidad, las tasas más elevadas se dan en hombres, y la infección por gonorrea es la más alta: 98,8 casos por 100.000 habitantes, en población de entre 20 y 24 años. También la sífilis y la clamidia. Lo que sucede es que las mujeres se hacen revisiones más a menudo que los hombres, sea yendo al ginecólogo o al médico. En cambio, los hombres casi nunca pasan por la consulta. Y si tenemos en cuenta que el 50% de la ITS no tienen síntomas (dos de cada tres clamidias no se manifiestan), es el cóctel perfecto.
Adiós al condón, hola a la "marcha atrás". Volviendo a la campaña de 1990, el mítico "Póntelo, pónselo", vemos que no hemos aprendido nada. Entonces, las campañas de prevención estaban muy asociadas al VIH y, una vez pasada la crisis en los 80 y 90, las autoridades bajaron el pistón y la población general se olvidó de que había ITS. Ahora el uso del preservativo entre los jóvenes ha descendido del 84 al 75% desde 2002.
Y no sólo eso: los expertos explican que uno de los motivos del aumento de ITS es que no se use protección en el sexo oral. Además, el Ministerio de Sanidad lleva tiempo advirtiendo de una tendencia al uso de métodos no seguros como la "marcha atrás" (no eyacular dentro de la vagina). Una práctica que usa una de cada cuatro mujeres y que no protege de la mayoría de las ITS, ya que se transmiten por los fluidos previos.
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