Lo has visto ya en mil sitios, In a Heartbeat ha sido un éxito primero de YouTube y después de las redes sociales. Todos los medios que nos dedicamos a la actualidad de Internet le hemos hecho un hueco, de la misma manera que cuando aparece cualquier otro corto especialmente emotivo, como lo fueron Dante’s Lunch, Piper o Paperman, también solemos generar ruido colectivo sobre ello.
Pero con In a Heartbeat la cosa ha funcionado un poco distinta que con los demás ejemplos. La ficción, como hemos señalado muchos en los titulares, va sobre una pareja de chicos gays. En sus cuatro minutos hay momentos en los que el espectador se expone directamente a la mirada de un romance homosexual. Se pone en la piel de un protagonista mientras se miran acaramelados y hasta parece que se van a dar un beso. Y eso, que vemos con regularidad en cientos de otras ficciones protagonizado por un chico y una chica (o por representaciones antropomórficas de animales, pero siempre chico y chica), ha causado el rechazo de muchísima gente.
Por supuesto, el corto se ha compartido bastante por gente que lo apoya, pero algo pasa cuando vamos a la sección de los comentarios en redes sociales. De todos los medios que hemos encontrado que han conseguido que su post se comparta, la mayoría de los comentarios más destacados rechazan la representación de un romance gay.
Los argumentos son los habituales entre las personas homófobas de baja intensidad (aunque otros sí son más fuertes): una cosa es tolerarlo y otra hacer promoción, parece que van a querer hacernos a todos homosexuales, lo siguiente será perseguir a los heterosexuales… Se puede ser gay, pero sin que moleste, sin que se note, sin que se vea, no como la heterosexualidad que esa sí puede estar por todas partes.
Como si de un estudio de mercado se tratase, casi con estas respuestas al fenómeno viral de la semana nos demuestran que el problema sigue ahí, y que cuando la homosexualidad sigue sin aparecer de una manera normal en el ocio de nuestro día a día es porque las compañías son conscientes de que se pueden arriesgar a suscitar muchas críticas y, en última instancia, perder a muchos potenciales clientes.
Como sabemos, Facebook ha cambiado la manera de interactuar con los comentarios ajenos: podemos poner un “me enfada” hacia el mensaje de otra persona y eso hace que cambie la forma de interpretar el apoyo o rechazo hacia lo que alguien está diciendo, por eso dejamos los enlaces de los estados de Facebook de las páginas analizadas, por si quieres contextualizar y calibrar mejor las corrientes de pensamiento. Obviamente no todas las interacciones son homófobas.
Si el corto fuera sobre un niño y una niña, no habría "peligro" y los padres lo tendrían en bucle en el iPad con el que amansan a sus hijos. pic.twitter.com/F1PJ9nCU4f
— Pedro J. García (@fuertecito) August 3, 2017
De nuevo, no todos los comentarios vistos en redes son negativos. Y además es probable que la gente que lo ha compartido sean los que han disfrutado del corto bien por su forma, por su mensaje o por ambos motivos.
Pero lo que hay que subrayar de todo esto es que en pleno 2017 la legitimidad de la homosexualidad no es cuestionable, así que no basta con pensar que los que comentan con odio sean sólo algunos de los internautas. De la misma forma que nos indignamos si alguien hace un comentario racista, no vale con enterrar la mirada en la burbuja de los que están abiertos a los gays. Hay que señalar y afear cada conducta que menosprecie la orientación sexual de otra persona.
Así piensan los lectores de El País
Mauricio considera que si lo que se gustan son dos niños entonces debería ir dirigido al "público adulto".
Y para Santiago el estudio de animación nos ayuda a llegar al caos.
Así piensan los lectores de La Vanguardia
Al parecer la agenda de La Vanguardia es confundir a los niños.
Pelayo se lanza a la piscina y relaciona un romance con el sexo anal.
Así piensan los lectores de Código Nuevo
Los tertulianos apocalípticos estarían orgullosos de Patricia.
Así piensan los lectores de Magnet
Nosotros también tenemos lectores homófobos, como Frank, que está a punto de apuntarse a un grupo de resistencia de heterosexuales.
Así piensan los lectores de TKM México
Por supuesto estas actitudes no son exclusiva de España. En TKM México Sandra considera que esta moda de miles de años es pasajera.
Así piensan los lectores de Seventeen México
En la página juvenil Seventeen México Anto, crítico audiovisual, considera que el corto mejoraría quitando a un chico y metiendo a una mujer.
Así piensan los lectores de Mientras Tanto En México
Aquí Valdez demuestra que hay familias que siguen educando en casa a sus hijos explicándoles que los gays son enfermos mentales.
Así piensan los lectores de Coming Soon
Los angloparlantes tampoco son muy distintos a nosotros en este sentido. Una comentario recurrente en sus estados, como pone en Coming Soon Zee, es decir que los medios están "metiéndole a los niños esta mierda [homosexual] por la garganta".
Así piensan los lectores de Entertainment Weekly
Los lectores de EW parecen bastante cristianos. Entre comentarios positivos se intercalan otros apelando a la Biblia. "Sálvamos, Señor".
Así piensan los lectores de LA Times
"Esto es una enfermedad mental. Se está sexualizando abiertamente a los niños. Esto debería estar criminalizado". Paco para LA Times.
Así piensan los lectores de People
People hizo dos estados distintos promocionando su texto sobre el corto. En el primero Rachael se indigna: no deberían persuadir a los niños a ser gays.
En el segundo y más reciente dos mujeres aparecen indignadas. Últimamente no hacemos más que confundir a los niños. Sobre la homosexualidad mejor enterarse con la mayoría de edad.
Así piensan los lectores de NBC News
Chris también considera que se le está metiendo la homosexualidad por la garganta a la gente, aunque Julia le recuerda: ¿tal y como hacen los heterosexuales?
En el fondo, los creadores del corto han dado en el clavo con sus objetivos. Como le dijeron a NBC News, "'In a Heartbeat' es la inocente y alegre historia sobre un chico y su enamoramiento que esperamos que resuene sobre todo entre más jóvenes, más allá de sus creencias u orientaciones. Con este corto queríamos desafiar la idea preconcebida de que el contenido LGBTQ no es apropiado o adecuado para audiencias más jóvenes".
Está claro que con respecto a lo de desafiar nuestra mirada lo han conseguido.