"Siete millones de edificios no son seguros frente a terremotos": la catástrofe de Turquía llevaba años anunciada

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Turquía y Siria viven hoy una pesadilla. Más de 2.500 personas han muerto y miles están desaparecidas después de que un terremoto de magnitud 7,8 haya sacudido la zona. Se trata de uno de los seísmos más fuertes en la región en al menos un siglo y, aunque Turquía había puesto en marcha medidas para mejorar la preparación y respuesta ante los desastres sísmicos (como construir edificios resistentes) no todo el parque inmobiliario ha sido sustituido y el país sigue sin preparación adecuada.

La falta de inspecciones, además, hace que muchos constructores se salten las normativas. El resultado ha sido un caos como el de hoy.

Una catástrofe. Un terremoto de 7,8 grados en la escala de Richter ha sacudido las provincias del sureste de Turquía y el norte de Siria, según ha informado el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). Concretamente sucedió a las 4.17 y duró 30 segundos. El problema es que le ha seguido otro situado a unos 80 kilómetros al norte, de magnitud 7,6. El temblor se ha llegado a sentir en 14 países como Líbano, Israel, Chipre y Jordania.

Las autoridades turcas han comunicado que, de momento, hay 1.500 personas fallecidas y 5.383 heridas y han declarado un estado de emergencia de nivel 4, que incluye la solicitud de asistencia internacional. En Siria, ya devastada por más de 11 años de guerra, el Ministerio de Salud dice que más de 430 personas murieron y 1.042 resultaron heridas.

¿Por qué ha sido tan mortal? Lo primero: que el epicentro fuera relativamente poco profundo ha causado graves daños a los edificios en la superficie. Lo segundo: que ocurrió de madrugada, cuando la gente estaba durmiendo. Hay que tener en cuenta que cerca de 2.900 edificios en Turquía se han derrumbado. Entre ellos al menos dos hospitales, uno en Hatay y otro en Iskenderun. Pero no es solo el temblor lo que causa devastación, la resistencia de los edificios es un factor clave.

La Dra. Carmen Solana, profesora de comunicación de riesgos en la Universidad de Portsmouth, explica en este artículo de BBC que "la infraestructura resistente es irregular en el sur de Turquía y especialmente en Siria". Mustafa Erdik, profesor del Instituto de Investigación de Terremotos en Estambul, también explica que "una de las razones por las que el número de víctimas ha sido tan alto es la mala calidad de los edificios". Además, esta era una región donde no había habido un gran terremoto en 200 años ni ninguna advertencia, por lo que el nivel de preparación era menor que para una región más acostumbrada.

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¿Un país preparado? Tras el terremoto de 1999, el gobierno turco reconoció la necesidad urgente de reducir los riesgos en un país propenso a los terremotos y, al año siguiente, aprobó legislación para hacer cumplir las verificaciones de diseño y las inspecciones de construcción obligatorias en todos los edificios. Sin embargo, no todo el parque inmobiliario ha sido actualizado y la falta de inspecciones permite que algunos constructores ignoren las normativas.

Es decir, los edificios construidos de acuerdo con los códigos de diseño resistentes a terremotos, sin embargo, todavía son una minoría. Y muchos de los que se derrumbaron datan de antes del año 2000.

Más de un tercio de los edificios no son resistentes. "Hay 20 millones de estructuras en nuestro país. Siete millones no están preparadas para resistir un gran terremoto", señala un informe presentado por la Unión de Arquitectos e Ingenieros de Turquía (Tmmob). Y el problema es que en ciudades como Estambul la fiebre constructora ha elevado el riesgo de daños, según otro informe.

Una zona sísmica muy activa. Para entender el fenómeno hay que tener en cuenta que Turquía se encuentra en una de las zonas sísmicas más activas del mundo. La mayor parte del país recae sobre la placa de Anatolia, situada a su vez entre dos grandes plataformas, la euroasiática y la africana, y una tercera placa de menor tamaño, la árabiga. Esto provoca que varias fallas recorran el país y haya más probabilidades de terremotos.

İzmit y la región circundante de Kocaeli, cerca de Estambul, fueron sacudidas por un terremoto de 7,4 grados en 1999 en el que murieron más de 17.000 personas. En 2011, otros dos acabaron con la vida de más de 700 personas. Los expertos han advertido durante mucho tiempo que un gran terremoto podría devastar Estambul en el futuro. De hecho, el Centro de Investigación de Geociencias de Alemania (GFZ) publicó un estudio en la revista Nature donde sugieren que la tensión tectónica de la placa de Anatolia es aún mayor que en 1999, así que está previsto que esta clase de terremotos sean más frecuentes y, probablemente, más intensos.

Imágenes: GTRES

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