Cuando nos comunicamos a través de una pantalla los gestos y el tono de voz brillan por su ausencia. Por esa razón y con el objetivo de humanizar el mensaje, existen los emojis. Las pequeñas caras amarillas que nos enseñaron a hablar a través de Messenger son las que ahora nos ayudan a simplificar y facilitar la comunicación en el entorno laboral.
Humanizan el mensaje. Lo que para algunos todavía son jeroglíficos para otros son una herramienta básica para hacer llegar las ideas a un interlocutor que no está físicamente presente. Y este estudio de la Universidad de los Andes en Colombia confirma que comunicarse con emojis no solo funciona, sino que además humaniza los mensajes. Tanto es así que nuestro cerebro procesa los emojis en el mismo área que procesa las caras y las expresiones faciales humanas.
Razones neurológicas. Según cuenta Carlos Gantiva, el autor del estudio, utilizar emojis a la hora de comunicarse ayuda a vestir de emoción lo que queremos transmitir. De tal forma que, cuando una persona recibe un mensaje con un par de caras sonriendo, automáticamente, su cerebro genera una respuesta emocional muy similar a cuando ve sonreír a otra persona. Es decir, se consigue un feedback emocional que simplemente con texto plano es imposible lograr.
Teletrabajo. Razones como las anteriores donde se subraya la importancia de humanizar el mensaje toman especial relevancia en espacios de trabajo digital donde los miembros del equipo no están en la misma habitación, pero que igualmente están trabajando codo con codo. En este tipo de entornos la comunicación con emojis es básica a la hora de completar el mensaje.
Y es que cuando la única forma de comunicación que existe se basa en escribir a través de un teclado y una pantalla, el feedback emocional que se logra con el uso de emojis toma más relevancia porque, además de humanizar, ayuda a matizar lo que se quiere decir. Según para explicar qué cosas, el texto resulta muy aséptico y añadir emojis puede ayudar a la comprensión del mismo. Del mismo modo que en una oficina física no se responde a todo con largos discursos, en un chat de trabajo sucede lo mismo. Es en este tipo de situaciones, donde emojis como el del pulgar hacia arriba ayudan a simplificar la respuesta.
Los más utilizados. Según las estadísticas de 2018 de la Emojipedia, el emoticono más utilizado fue la cara que llora de la risa, seguida del corazón rojo y la cara con los ojos con forma de corazón. Estas cifras reafirman del algún modo los resultados de otro estudio de la Universidad Complutense donde analizan las diferencias en el uso de emojis entre españoles y argentinos. Los más utilizados están asociados a la risa, a la sorpresa y al afecto o amor. Es decir, entre los 20 emojis más utilizados en su muestra, tan solo tres tienen una connotación triste o negativa.
La apuesta de Slack. La herramienta de comunicación entre equipos más utilizada entre empresas lleva varios años apostando tanto por la integración de emojis originales como en el desarrollo de una herramienta que permita la personalización de éstos en cada equipo. De hecho, según confesó la propia empresa a WSJ, una de las compañías para las que prestan servicio ha personalizado más de 50.000 emojis hasta la fecha. Cada vez entramos más en contacto con entornos digitalizados lo que deriva en el uso de nuevos códigos de comunicación que utilizan los emojis para adaptarse a las nuevas necesidades.
Imagen: Brooke Cagle/Unplash