El 13 de mayo, el 'American Dynasty', un buque de pesca, procesado y congelado de lenguados de aleta amarilla, zarpó de la costa oeste de Estados Unidos con 122 tripulantes a bordo. Casi todos ellos (120 de los 122) se habían hecho análisis antes de zarpar y no habían encontrado rastro del virus. Tres, además, tenían anticuerpos que sugerían que ya habían pasado la enfermedad. Dos semanas después, ante el empeoramiento de uno de los trabajadores, el barco se vio obligado a regresar a puerto. El 85% de los tripulantes estaban infectados por el virus.
Es decir, 103 personas acabaron infectados y, pese a encontrarse en una de los peores contextos posibles (espacios cerrados, contacto estrecho, larguísimos tiempos de exposición), entre ellos no estaba ninguno de los tres que tenían anticuerpos.
Se trata de un pequeño experimento natural, quizás poco significativo; pero también se trata de la primera prueba nítida de que las infecciones pasadas protegen contra la enfermedad por coronavirus. Una buena noticia en un asunto sobre el que no podemos experimentar sin poner en serio peligro a los participantes de la investigación.
Un curiosísimo experimento natural
El trabajo, llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Washington y del Fred Hutchinson Cancer Research Center, aún es un preprint; es decir, está a la espera de ser revisado y publicado en una revista académica. No obstante, los datos suponen un apoyo muy interesante a algo sobre lo que llevamos reflexionando desde hace tiempo: que somos capaces de generar inmunidad frente al virus.
Durante los últimos meses los casos de los posible reinfectados nos han tenido ocupados en varias ocasiones. La conclusión siempre ha sido la misma: nunca ha habido pruebas ni indicios claros de que se haya producido una reinfección. No obstante, en este contexto, hemos de ser cautos. Aún hay muchas cosas que no sabemos del virus y, en todo caso, lleva con nosotros demasiado poco tiempo como para permitirnos el lujo de asumir que se va a producir el mejor escenario de todos los posibles.
En este contexto, el caso del 'American Dynasty' tampoco es una confirmación de que los anticuerpos nos protegen de posibles reinfecciones; hay demasiadas cosas que, por las circunstancias, no se han podido examinar). Pero sin duda es el mejor experimento posible, el que todo el mundo querría hacer si no habláramos de una enfermedad potencialmente mortal para la que no tenemos tratamiento. Poco a poco, el puzzle del coronavirus va completándose. Aunque a veces las piezas a parezca donde menos te lo esperas.
Imagen | American Seafoods
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