En un año normal, el 54% de todas las muertes del mundo se deben solamente a 10 enfermedades. Es decir, más de 30 millones de personas mueren solamente por 10 motivos. Esas diez causas de muerte se pueden resumir en tres grandes grupos: las cardiacas, las respiratorias y las neonatales. Ahí está todo y aquí os contamos por qué.
1| Cardiopatía isquémica
Unos nueve millones de personas mueren cada año por los problemas relacionados con el estrechamiento de las arterias que alimentan al corazón: el infarto. Es lo que se conoce como cardiopatía isquémica o enfermedad de las arterias coronarias y es el resultado de un largo proceso de formación de colágeno y acumulación de grasas y células inflamatorias que denominamos arteroesclerosis.
Es, como podemos ver, una enfermedad grave que, aunque se favorece de ciertas disposiciones genéticas, se ve agravada por hábitos de vida poco saludables como el tabaquismo, el sedentarismo o las dietas ricas en colesterol "malo".
2| Accidente cerebrovascular
Con un poco más de seis millones de muertes, el accidente cerebrovascular (también denominado 'ictus') obtiene el dudoso honor de ser la segunda causa de muerte más común del mundo. En términos generales, hay dos tipos de accidentes cerebrovasculares: los isquémicos (que, como en el apartado anterior, se originan por la obstrucción de una arteria cerebral) y los hemorrágicos (que se originan cuando los vasos se debilitan y se rompen).
Aunque hay muchísimos tipos de accidentes cerebrovasculares (y sus causas son, en consecuencia, múltiples) el principal factor de riesgo es la presión arterial alta.
No obstante, el principal problema de este tipo de patologías es que requieren una intervención inmediata y eso, para la mayor parte de personas del mundo, es sencillamente imposible. Incluso en los países desarrollados esta limitación es relativamente común.
3| Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica
Más conocida por sus siglas, el EPOC es mucho más que una enfermedad. El término hace referencia a todo un conjunto de patologías que, en su desarrollo, acaban causando la obstrucción de la circulación del aire y, por ello, generan todo tipo de problemas relacionados con el sistema respiratorio.
Es decir, englobadas bajo el epígrafe de EPOC podemos encontrarnos enfermedades que van desde el enfisema a la bronquitis crónica pasando por algunos casos agravados de asma.
Aunque en los países desarrollados, el humo del tabaco es quizás "el factor principal en el desarrollo y progresión de la EPOC", la casuística se amplía en el resto del mundo. Al fin y al cabo, los factores genéticos, las infecciones respiratorias y, sobre todo, la exposición a contaminantes aéreos en el hogar y en el lugar de trabajo, son claves en su aparición. No hay que olvidar que cerca de 2.600 millones de personas utilizan combustibles sólidos (leña, carbón vegetal, estiércol, etc.) o queroseno para cocinar en lugares sin ventilación.
4 | Infecciones del tracto respiratorio inferior
La primera gran causa de muerte que se puede decir que es nítidamente infecciosa, estas enfermedades reúnen también un enorme abanico de problemas que incluyen la bronquitis aguda, la exacerbación del EPOC o las neumonías adquiridas en la comunidad. Hemos aprendido mucho sorbe este tipo de enfermedades en los últimos años.
Su principal característica a nivel de mortalidad es que, pese a no representar un gran riesgo para la mayor parte de la población, estas infecciones tienen un alto impacto en poblaciones especialmente vulnerables. No es gratuito que sean algunas de las enfermedades infecciosas a las que dedicamos más recursos para contener, monitorizar y tratar.
5| Condiciones neonatales
Si comparamos las tasas de mortalidad pre o neonatal del mundo con las de hace 20 años o medio siglo, solo tenemos buenas noticias. No obstante, aún hoy unos dos millones de bebes mueren por patologías graves antes de que hayan pasado las primeras horas desde el momento del nacimiento.
El tema es muy extenso para analizarlo con detalle, pero no deja de ser cierto que unos buenos sistemas de salud y unas buenas condiciones hospitalarias reducen de forma radical este tipo de muertes.
6 | Cánceres de pulmón, bronquios y traquea
Aunque el cáncer de pulmón es el segundo más común del mundo (después del de mama), su agresividad es tal que no solo supera al anterior en número de muertes, sino que se cuela en esta lista sin mayor problema. El motivo de ello, no tiene sentido que nos llevemos a engaño, es el tabaquismo.
Un factor de riesgo del tamaño de la basílica de San Pedro que durante décadas ha sido un hábito socialmente aceptado e incluso promovido y que, en último término, se ha convertido en un enorme problema de salud pública. Se calcula que, pese a todo, más de mil millones de personas seguirán fumando en las próximas décadas. Así que tendremos que acostumbrarnos a seguir viendo este tipo de cánceres en lo alto de la lista.
7 | Alzheimer y otras demencias
En España, hay más de 800.000 personas con la enfermedad de Alzheimer. Son muchas. De hecho, en todo el mundo, el número de enfermos de Alzheimer es casi el mismo que la población de España: más de 45 millones de personas. Junto con el resto de demencias, hablamos de casi dos millones de muertes al año.
Y, aunque tenemos buenas noticias (las demencias en Occidente se han desplomado hasta un 30% en los últimos años), lo cierto es que ahora que sabemos el porqué de esa bajada... no podemos ser muy optimistas.
En las últimas décadas, los países desarrollados han mejorado en muchas cosas que sabemos que están relacionadas con las demencias (desde el nivel educativo medio, al tabaquismo y el consumo de acción, la obesidad o la contaminación atmosférica), pero no sabemos cuánto va a tardar el resto del mundo en seguir sus pasos. Y conforme más tarde, más tardarán en mejorar las cifras de demencia a nivel global.
8 | Gastroenteritis (y otras enfermedades diarreicas)
Aunque aparecen en el octavo puesto de esta lista, las enfermedades que causan diarrea son la segunda mayor causa de muerte de niños menores de cinco años. Se producen, aproximadamente, 1700 millones de casos de enfermedades diarreicas infantiles cada año y mueren unos 525.000 niños).
Lo peor, no obstante, no es eso: lo peor es que (en su mayor parte) son enfermedades prevenibles y tratables. Y, por eso mismo, se trata de una de los mayores retos de salud pública que tenemos delante.
9 | Diabetes
Mientras que las enfermedades cardiovasculares representan la muerte de 233 personas por cada 100.000 al año, la diabetes ronda las 35 personas por cada 100.000. Puede parecer poco, pero basta con pensarlo para descubrir que en 2017 murieron en España 16.300 personas por culpa de la diabetes.
Y el asunto central es que va a más. El sedentarismo, las dietas poco equilibradas y el crecimiento de la esperanza de vida están disparando una enfermedad que, silenciosamente, se está convirtiendo en una de las grandes epidemias del siglo.
10 | Enfermedades renales
Pasan desapercibidos, sí; pero el riñón es uno de los órganos más importantes del cuerpo humano. Su capacidad de depuración es vital para un buen funcionamiento del resto del cuerpo y, por ello, la enfermedad real crónica es un problema sanitario de primer orden.
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Imagen | Volodymyr Hryshchenko
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