Ambrosia Medical es una startup fundada en 2017, la cual asegura ser capaz "contrarrestar el envejecimiento rejuveneciendo los órganos", algo que afirman es posible a través de una transfusión de sangre de personas jóvenes. Este procedimiento tiene un precio que arranca en los 8.000 dólares y llega hasta los 12.000 dólares.
A pesar de que a día de hoy no existen pruebas que certifiquen la efectividad de este procedimiento médico, Ambrosia consiguió a finales de 2018 autorización para operar en cinco ciudades de los Estados Unidos: Los Ángeles, San Francisco, Tampa, Omaha y Houston, y sigue promocionando sus servicios sin contar con el aval de los organismos regulatorios de Estados Unidos.
Un procedimiento no comprobado y que podría ser peligroso
La primera vez que escuchamos de Ambrosia fue en 2017, cuando empezaban a anunciar sus servicios con la promesa de devolver la juventud a aquellos dispuestos a pagar 8.000 dólares. Hoy día la compañía sigue operando y busca abrir nuevas sucursales, a pesar de que se trata de un procedimiento no comprobado y que podría ser peligroso.
Jesse Karmazin, principal responsable de Ambrosia y quien estudió medicina pero no cuenta con licencia para practicarla en Estados Unidos ni en ningún otro país, promueve sus tratamientos desde su página web, congresos y vídeos, donde afirma que puede rejuvenecer a las personas.
Michael Conboy, investigador de bioingeniería en la Universidad de Berkeley, ha estudiado durante los últimos años junto a su esposa los efectos de la sangre joven en ratones de diversas edades, sin que hasta el momento tenga pruebas de que lo que promete Ambrosia realmente funcione. "Por lo que sé, la ciencia no ha cambiado".
Otro tema que pone en duda la efectividad de los procedimientos de Ambrosia, es que no comparten los resultados de sus "investigaciones", ellos mismos recopilan y administran los datos. De hecho, la FDA (la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos) no ha aprobado esta práctica.
Ante esto, Conboy menciona: "si yo fuera ellos, trataría de encontrar un grupo académico sin intereses económicos para que revisaran los datos objetivamente. Es bastante malo que sean ellos los que recopilan y administran los datos. Si estás en un accidente y vas a sufrir un shock o a morir sin una transfusión, valen la pena correr el riesgo. Pero las personas probablemente no deberían recibir una transfusión innecesaria, más sin tener pruebas de sus beneficios".
En febrero de 2019, la FDA emitió una advertencia acerca de las cuestionables prácticas de Ambrosia, y pidió a los consumidores que se cuidaran de "actores sin escrúpulos" que pregonan los supuestos beneficios de infundir a los pacientes plasma extraído de donantes jóvenes.
"Tenemos importantes preocupaciones de salud pública sobre la promoción y el uso de plasma para estos propósitos. No existe un beneficio clínico comprobado de la infusión de plasma de donantes jóvenes para curar, mitigar, tratar o prevenir estas condiciones, y existen riesgos asociados con el uso de cualquier producto de plasma.
"Hoy en día, estamos alertando a los consumidores y a los proveedores de atención médica que los tratamientos que utilizan plasma de donantes jóvenes no han pasado por las rigurosas pruebas que la FDA normalmente requiere para confirmar el beneficio terapéutico de un producto y para garantizar su seguridad. Como resultado, no se debe asumir que los usos reportados de estos productos son seguros o efectivos. Desaconsejamos enfáticamente a los consumidores que eviten esta terapia fuera de los ensayos clínicos bajo una junta de revisión institucional y supervisión reguladora apropiadas."
Tras esta advertencia, Ambrosia dejó de operar desde el 19 de febrero como "respuesta a las recomendaciones de la FDA", pero no dieron más detalles. Pero esta suspensión no duró mucho, ya que para noviembre de 2019 reanudaron sus operaciones bajo el argumento de que "la demanda de sus clientes es extremadamente alta".
Cuando inició operaciones en 2017, el primer procedimiento de Ambrosia consistía en un "ensayo clínico" a 81 personas, sin tener siquiera pruebas o un grupo de control. David Wright, un "médico" que dirige una clínica de infusión que administra vitaminas, antioxidantes e infusiones basadas en terapias alternativas, fue quien efectuó el ensayo cobrando 8.000 dólares a cada uno de los participantes. Sí, los pacientes tuvieron que pagar para forman parte de un ensayo.
La compañía afirma que los resultados fueron prometedores, pero no hay resultados que lo avalen, al menos públicos. Los pacientes firmaron una cláusula de privacidad para no hablar del procedimiento, por lo que no se sabe con seguridad qué fue lo que pasó y cómo reaccionaron los 81 participantes.
Lo que es un hecho es que Ambrosia continúa operando sin ningún tipo de regulación o norma que avale sus procedimientos. Incluso ya ofrecen la opción de elegir cuántos litros de sangre "joven" queremos, un litro por 8.000 dólares o dos por 12.000 dólares. La compañía asegura que se trata de infusiones de plasma de jóvenes entre 16 y 25 años, y los pacientes interesados deben tener al menos 30 años para ser elegibles a uno de sus procedimientos.
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