El debate sobre si tomar una copa de vino al día es bueno o malo lleva con nosotros más de medio siglo. En los años 60, de hecho, el carácter "cardioprotector" del vino se convirtió en algo ampliamente defendido por la comunidad médica y en países como Francia, se convirtió casi en un factor identitario que explicaba la salud de hierro del país pese a consumir mantequilla como si no hubiera un mañana.
Con el paso de los años, pese a la manipulación de las empresas interesadas, esa idea ha ido perdiendo terreno y se ha repetido mucho que no hay cantidades seguras si hablamos sobre el consumo del alcohol. Ahora, un macroestudio publicado en una de las revistas médicas más prestigiosas del mundo, vuelve a poner el asunto encima de la mesa. ¿Y si la copa de vino diaria fuera saludable (para algunos)?
¿Qué hemos descubierto? Los investigadores han analizado 22 indicadores de salud (cosas que van desde los problemas cardiovasculares o el cáncer a cosas más 'extrañas' como los accidentes de tráfico) de más de mil millones de personas entre 15 y 95 años de 204 países distintos. Los datos cubrían más de tres décadas (de 1990 a 2020) y se esperaba, como en estudios anteriores, la cantidad saludable de alcohol que se podía consumir fuera cero.
Y así fue para los menores de 40 años, pero para los mayores pasó algo raro. Los datos mostraban que, en algunas personas de más de 40 años, consumir pequeñas cantidades de alcohol (entre una y dos copas de vino al día) podía tener algunos beneficios sobre la salud cardiovascular o la diabetes.
¿Cómo es posible que el alcohol tenga algo bueno? Según los investigadores, la explicación más sólida que tienen hasta ahora parece ser que el etanol podría incrementar la producción de HDL (el llamado colesterol bueno) y fortalece el endotelio. Dos cosas que vienen muy bien para las enfermedades cardiovasculares y la diabetes. Por la contra, el alcohol sigue generando problemas al aumentar el riesgo de otras enfermedades como distintos cánceres o, sin ir más lejos, los accidentes de tráfico.
La polémica está servida. En el mundo occidental (y en concreto en España por el peso de la industria vitivinícola), el tema del alcohol es un asunto polémico. Por un lado, durante años, hemos ido acumulando información sobre lo peligroso que era el alcohol para nuestro cuerpo. Por el otro, hemos visto como ese conocimiento no ha afectado demasiado a su prestigio social (al alcoholismo, sí; pero, en realidad, eso nunca ha tenido prestigio).
¿Qué hacemos ahora?. El que trae hoy The Lancet es uno de esos estudios que traerá mucha cola porque es fácilmente malinterpretable. Sobre todo, porque los mismos autores no aconsejan consumir alcohol para prevenir enfermedades. De hecho, los datos del estudio demuestran que la inmensa mayoría de las personas estudiadas (unos 1.300 millones, de hecho) consumieron cantidades dañinas de alcohol y, en términos agregados, no solo no les supuso ningún beneficio para la salud, sino que se la empeoró. Esto hace que haya que ser muy cuidadosos a la hora de tomar decisiones individuales apresuradas sobre el tema y vuelve a poner sobre la mesa la complejidad de todo lo que rodea a la comunicación sanitaria.
Imagen | Elle Hughes
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