En los últimos días, las vacunas para adultos se han puesto de actualidad. Mientras la Sociedad Española de Epidemiología anunciaba que iba a recomendar vacunar del sarampión a los españoles de entre 40 y 50 años, el Ministerio de Sanidad confirmaba que estaba preparando un plan de vacunación para los adultos nacidos entre 1970 y 1980.
Pero, ¿Por qué ahora? ¿Y por qué precisamente esa generación? ¿No estaba España "libre de sarampión"? ¿Cómo sabemos si tenemos que ir a vacunarnos? Esto es lo que hay que saber para entender todo lo relacionado con el sarampión y las vacunas de adultos.
¿Qué pasa con el sarampión?
España, desde 2016, es un país libre ("de transmisión endémica") de sarampión. Eso no significa que no haya habido ningún caso (en lo que llevamos de año 2019, por ejemplo, Sanidad ha detectado 233), sino que el virus está controlado y no tiene forma de crear un brote importante. Sin embargo, como ha demostrado Reino Unido, en cuanto un país baja la guardia, el sarampión contraataca.
Es más, las circunstancias son muy propicias a que el sarampión se descontrole. Según la Organización Mundial de la Salud, en los siete primeros meses de 2019 se ha identificado 364.808 casos de la enfermedad en todo el mundo. Eso son tres veces más que los que hubo durante el mismo periodo de 2018. Las consecuencias son claras, cuatro países de nuestro entorno (Reino Unido, Albania, República Checa y Grecia) han perdido el estatus de estar "libres" del virus.
La forma más eficaz de mantener el virus controlado es teniendo unas tasas de vacunación altas para asegurar la inmunidad de grupo. En España, eso no ha sido un gran problema. Desde los años 80, el calendario de vacunación incluye inmunización contra la triple vírica (para el sarampión, rubeola y parotiditis) para todos los nacidos en el país.
Sin embargo, desde hace años, sabemos que la parte más débil del sistema estaba en otro sitio. Si miramos los datos, los brotes de esta enfermedad que se dan en España afectan, sobre todo, a los nacidos entre 1970 y 1980.
¿Quién? ¿Cómo? ¿Por qué?
¿A quién se lanza el aviso? Pese a la confusión de estos días, la recomendación de Sanidad ahora está clara: las personas que tienen entre 40 y 50 años de edad y que no recibieron las dos dosis de la vacuna o no han pasado el sarampión deberán acudir a su centro de salud y vacunarse cuando se inicie el plan del Ministerio.
¿Por qué la gente que nació en la década de los 70? La razón fundamental es que justo durante esa década la circulación del virus del sarampión se redujo como respuesta a las primeras medidas para combatirlo. Eso ha hecho que haya una enorme cantidad de personas que, a diferencia de los nacidos antes de 1970, no estuvieron en contacto con el virus de niños y, a diferencia de los nacidos a partir del 1981, no fueron vacunados correctamente.Es decir, esa generación no está inmunizada contra el virus del sarampión.
¿Cómo saber si se está vacunado? En este contexto, puede resultar complicado saber, 40 años después, si alguien fue inmunizado correctamente contra el sarampión o no. En esos casos, hay dos opciones: o se realiza una serología (para ver si el organismo ha tenido contacto con el virus) o se vacuna a la persona directamente.
¿Qué tengo que hacer si estoy en ese grupo? Aún nada. El ministerio está trabajando en un plan para llegar a lo que se calculan pueden ser hasta siete millones de personas, pero aún no ha publicado los detalles. Hemos de recordar que no estamos ante una urgencia médica, sino ante una medida preventiva para pertrecharnos frente al sarampión. Según nos han confirmado fuentes del ejecutivo, en los próximos meses y en colaboración con las Comunidades Autónomas aparecerán todos los detalles del plan de vacunación.
¿Qué ocurre si no me vacuno? No vacunarse tiene dos grandes consecuencias: la primera es exponerse a una enfermedad contagiosa que, en adultos, puede llegar a ser muy peligrosa; la segunda es que estamos poniendo en riesgo a nuestros familiares, amigos y vecinos.
El sarampión es una enfermedad muy contagiosa y hay personas que por problemas de salud no podrán vacunarse. Si no garantizamos la inmunidad de grupo estamos exponiendo a los más débiles a las consecuencias de un brote descontrolado.
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