Los Pixel son claros referentes en ámbitos como la fotografía móvil. Nuestra comparativa, esos sí, contrasta con el test ciego que hicimos con nuestros lectores, pero a pesar de ello la empresa nunca ha logrado convertir a sus smartphones en superventas.
La cosa ha mejorado recientemente, y lo ha hecho gracias a los Pixel 3a. Las versiones económicas de los Pixel 3 se han convertido en un potente impulso para Google, que ha vendido el doble de terminales respecto al trimestre anterior.
Tener esa cámara por menos precio es una buena idea
Tener acceso a la cámara de los Pixel 3 pero pagando un precio mucho más asequible ha sido sin duda el argumento clave de esta propuesta de Google.
Tanto es así que el modelo ha convencido a muchos usuarios ayudados por una estrategia de distribución más amplia que según Sundar Pichai "ha diversificado en gran medida nuestra capacidad de venta en los Estados Unidos".
La propuesta de Google no era destacable en muchos otros apartados. No lo era en diseño o en potencia, por ejemplo, pero el comportamiento de su cámara es razón más que suficiente para la compra para muchos usuarios, que han hecho concesiones en esas otras áreas para disfrutar de esa experiencia fotográfica.
Eso ha provocado que las ventas se hayan duplicado (de hecho, han sido de más del doble de unidades) con respecto al primer trimestre del año, cuando los Pixel 3a/XL aún no habían aparecido. En Google nunca dan cifras de unidades vendidas así que es imposible saber la relevancia real de este impacto, pero desde luego el impulso en ventas ha existido.
Eso ha ayudado a Google tener unos beneficios de 9.900 millones de dólares, aunque los principales ingresos siguen llegando de su segmento publicitario, que ha crecido un 20%, o de su plataforma en la nube, que sin llegar a ser tan potente como la de Amazon o la de Microsoft sigue creciendo también a ritmos muy notables.
Sea como fuere, la noticia parece demostrar que si Google se esforzase un poco más en su estrategia de marketing y distribución sus ventas se incrementarían de forma clara. Queda por ver ahora cuál será el impacto de esos Pixel 4 que se avecinan y que abandonarán ese único sensor con el que sus móviles trabajaban hasta ahora.
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