Las noticias de los últimos días sobre RIM no son nada halagüeñas para el fabricantes canadiense. Ingresos por debajo de lo esperado, por primera vez con un trimestre con pérdidas, salida de directivos históricos, rumores de más despidos en puestos clave y cierta confusión sobre el nuevo rumbo de la compañía: si va a centrarse en el mercado de empresa, si va a abandonar el mercado de consumo o si va a licenciar software y servicios a terceros.
Este patrón de golpes de timón en la directiva, confusión sobre el modelo, sensación de llegar tarde y malos números en ventas es de sobra conocido en el mundo móvil, de hecho el último en padecerlo fue HP con webOS, aunque también podríamos pensar en Symbian para smartphones o en la propia Palm. La foto final de todo lo comunicado por RIM es que toca reestructuración interna y olvidarse del modelo vertical e independiente que hasta ahora les ha caracterizado (hablan de alianzas con otros, algo impensable para la RIM de hace años) y que, si bien apuntan a que se quedarán en el mercado de consumo, necesitan reflexionar sobre dejar de “querer ser todo para todo el mundo”. Todo ello unido a su esperada tabla de salvación que sería Blackberry 10.
Blackberry en el mercado de smartphones ¿está todo perdido?
Parte del problema de RIM es que los análisis de los datos se suelen centrar en el mercado de Estados Unidos, donde han bajado terriblemente en el mercado de smartphones, mientras que en otros países como España gozan de unos números bastante solventes.
Aunque eso es cierto, también hay que considerar que la fortaleza en algunos mercados se debe a la conjunción de algunos factores que difícilmente son sostenibles en el tiempo: el “efecto red” de servicios como Blackberry Messenger (cada vez menos diferenciador en tanto en cuanto tenemos soluciones como Whatsapp o Groupme) y el éxito con smartphones de entrada (que ven como Android empieza a competir cada vez mejor en esta categoría).
De mantenerse en solitario, RIM sólo tendría un plan para 2012: apostar por los terminales con su actual versión de sistema operativo por el mercado de smartphone de entrada y cierta parte del sector profesional que se mantiene con ellos y apostarlo todo a que Blackberry 10 les vuelva a poner en primera línea cuando salga en el segundo semestre del año. El caso es que, aunque el nuevo sistema sea realmente bueno, puede que no sea suficiente. La marca “blackberry” ha quedado deteriorada los últimos años y hasta con productos bien ejecutados como el Playbook han necesitado ofrecer grandes descuentos para tener ventas significativas.
Las alternativa que se abren para RIM
Hay otros caminos además de la huida hacia adelante, de hecho algunos ya los comentamos en el análisis del “crackberry”, la caída de varios días de su sistema. Los podríamos resumir en tres posibles escenarios:
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Licenciar el sistema operativo y sus servicios a terceros: RIM se ha diferenciado desde siempre por el valor aportado en forma de servicios asociados a su conexión (Blackberry Messenger es un ejemplo, analizando cómo funcionan los servicios de Blackberry se puede ver la foto completa). A ello podemos unir que Blackberry 10 llega en un momento en el que algunos fabricantes pueden estar buscando un “plan B” tras la compra de Motorola por Google, que genera desconfianza en el largo plazo de la plataforma. Sonó Samsung en su momento como candidato.
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Vender la compañía: hace años que sonaba Microsoft como posible comprador, algo que a día de hoy no parece muy probable. Tras el fracaso de HP a la hora de entrar en el mercado móvil comprando un actor con un buen sistema, resulta complicado que RIM fuese capaz de conseguir una buena venta.
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Adoptar otro sistema operativo: vendría a solucionar el problema de que, aunque Blackberry 10 sea bueno, tenga escaso éxito por el deterioro de la marca y el escaso apoyo del ecosistema. Aquí si tuviera que apostar por algo, lo haría por una aproximación tipo la de Nokia a Window Phone, antes que abrazar Android.
En cualquier caso, algunas lecturas de lo explicado por su CEO Thorsten Heins sobre la necesidad de reenfocarse en su cliente corporativo, apuntaban a una posible salida del mercado de consumo. Esta conclusión, ya desmentida desde RIM, sería un suicidio: ya no existen mercados corporativos y de consumo en el mundo móvil diferenciados como hace cinco años, la tendencia en el primero a exigir características del segundo es patente desde hace tiempo e irá a más.
Hay historias de reenfoques estratégicos de compañías de tecnología que han acabado con éxito, como sucedió con IBM. RIM lleva años jugando con fuego, apostando a no cambiar mientras los números no reflejasen lo que analistas de todo tipo llevan apuntando desde hace años: su historia se parece demasiado a la de Nokia y Symbian. Cada historia es diferente, pero parece claro que en este 2012 RIM y Blackberry van a dar un cambio de rumbo radical y que en él se jugarán si en 2013 seguimos hablando de ellos como compañía en solitario… o no.
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