Una reciente filtración referente a los futuros iPhone 7 parece apuntar a un cambio importante en estos dispositivos: las capacidades de almacenamiento se doblan en todas las gamas, y pasamos de modelos con 16, 64 y 128 GB a modelos que tendrán 32, 128 y 256 GB como opciones para los usuarios.
Si se confirman estos datos Apple acallaría por fin las críticas a uno de las limitaciones más claras de sus actuales modelos -16 GB se quedan demasiado cortos para muchos escenarios-, pero además plantean un nuevo dilema a los fabricantes: ¿serán esos 256 GB la norma en los modelos más caros basados en Android?
Hasta ahora reinaban los 128 GB
Hasta ahora los 128 GB se habían situado como la capacidad máxima de los smartphones más ambiciosos en este sentido. Apple ya ofrecía esa opción con los iPhone 6 y 6 Plus y volvió a repetir con los 6s y 6s Plus, pero otros fabricantes con terminales basados en Android siguieron la estela, y hoy en día los principales rivales en esta gama cuentan también con esa opción, aunque no en todas las regiones o variantes de esos terminales.
Algunos habían ido más allá, y el pasado otoño veíamos como ASUS anunciaba la disponibilidad de una variante de su ZenFone 2 con 256 GB de almacenamiento, pero la tendencia general es la de ofrecer variantes de 32 y 64 GB en la mayoría de dispositivos Android de gama alta.
Ese salto en capacidad seguramente tenga su explicación en anuncios como el de Samsung, que en febrero presentó sus nuevos chips de memoria de 256 GB con tecnología UFS 2.0. En el caso de los iPhone parece que la encargada de proporcionar esas memorias a Apple será Toshiba, otra de las empresas que teóricamente impulsará esta nueva tendencia en dispositivos móviles.
MicroSD y la nube al rescate
Curiosamente algunos terminales de gama alta que supuestamente podrían integrar variantes con esa capacidad no lo han hecho. El Samsung Galaxy Note 7 presentado hace tan solo unos días es un buen ejemplo de ello: este fabricante ofrece como única opción de almacenamiento 64 GB.
Esa "limitación" se compensa con una opción a la que siguen acudiendo muchos fabricantes de terminales Android: la ranura microSD permite ampliar la capacidad de almacenamiento disponible de forma rápida, sencilla y barata, sobre todo gracias al descenso de precios que hemos visto en estos componentes en los últimos tiempos.
Esa alternativa se combina con otra cada vez más popular: el uso de servicios de almacenamiento online permite salvaguardar de forma automática todo tipo de contenidos desde nuestro smartphone a esos sistemas. En ambos casos logramos liberar espacio del sistema de almacenamiento principal del dispositivo.
¿Tiene sentido esta opción?
Apple nunca ha optado por las ranuras microSD en sus dispositivos, pero sí que lleva tiempo impulsando el uso de iCloud, un servicio con el que los usuarios efectivamente pueden salvar un poco los papeles en esos iPhone de última generación que ofrecían unos escasos 16 GB a pesar de contar ya con cámaras que eran capaces de grabar vídeo 4K.
El salto a las nuevas capacidades es una gran noticia sobre todo para sus usuarios, que al no tener la opción microSD pueden estar más tranquilos a la hora de ir guardando todo tipo de contenidos en sus iPhone.
Los 256GB, de llegar, son la lógica evolución de sus dispositivos de gama alta, y aunque parezca una capacidad excesiva, muchos seguramente apostarán por estar cubiertos en todo tipo de situaciones y optarán por estos modelos. Es de esperar que algunos fabricantes de terminales Android sigan esa estela y ofrezcan variantes de sus smartphone de gama alta con 256 GB, sobre todo si hacen uso de diseños en los que la ranura microSD no esté presente.
Imagen | Martin Hajek
En XatakaMóvil | ¿Por qué Apple no ofrece los nuevos iPhone 6 con 32 GB, y sí con 16 GB?
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