Hace nueve años, en febrero de 2015, contábamos por primera vez cómo Apple estaba desarrollando un coche eléctrico. La firma de Cupertino parecía apostar parte de su futuro a esa iniciativa, que tenía un nombre de lo más significativo: Project Titan.
Pero el titánico esfuerzo no ha dado frutos. A lo largo de estos años los avances de Apple en este proyecto —el secreto peor guardado de la compañía con diferencia— fueron aparentemente escasos.
La ambición de Apple era crear un coche 100% eléctrico y además autónomo, pero poco a poco esa ambición fue difuminándose y el proyecto pareció generar muchas divisiones internas. Se rumoreó que a Tim Cook no le interesaba en absoluto, y que rendidos ante la dificultad de desarrollar un sistema de conducción autónoma, el foco cambió para crear un coche eléctrico estándar.
Parece que todos esos rumores dieron en el clavo, porque aunque no ha habido una comunicación oficial de la empresa —que nunca acabó de hablar públicamente de este esfuerzo— se ha sabido que Apple ha cancelado su Project Titan. ¿Qué consecuencias tiene esto?
Una decisión probablemente acertada
Como indican en Bloomberg, cancelar este proyecto supone renunciar a una nueva fuente de ingresos enorme que permitiría a Apple diversificar su negocio. En lugar de eso Apple ha preferido centrarse en otras áreas como la realidad mixta o la inteligencia artificial generativa.
Es precisamente en este último ámbito donde ahora se redirigirán gran parte de los esfuerzos que antes habían estado centrados en ese coche 100% eléctrico y autónomo.
No parece mala apuesta: la promesa del coche autónomo se difumina año tras año en lugar de concretarse, y el sector de los eléctricos no solo es ultracompetitivo: puede que también esté sobredimensionado.
Mercedes habla de un optimismo exagerado, en Renault explican que los coches eléctricos son para ricos, y Toyota ha rechazado este segmento desde el principio. Los híbridos enchufables parecen una apuesta más razonable a corto y medio plazo.
El margen de beneficio del coche de Apple podía no ser tan elevado como el de otros productos de la compañía, pero los ingresos potenciales podrían haber sido excepcionales: Tesla generó 100.000 millones de dólares en 2023 solo en Estados Unidos, por ejemplo. No solo eso: ese coche sería otro elemento más que contribuiría a fortalecer un ecosistema cada vez más notable.
Apple redirige sus esfuerzos a la inteligencia artificial
Parte de los esfuerzos dedicados a Project Titan, eso sí, no se perderán. Ocurre con los desarrollos que se han hecho en el campo de la inteligencia artificial: puede que el sistema de conducción autónoma de Apple o haya prosperado, pero los ingenieros que han trabajado en ese ámbito pasarán ahora a trabajar en modelos de IA generativa.
Lo harán en la división de aprendizaje profundo dirigida por John Giannandrea. Todos esos esfuerzos contribuirán por tanto a integrar dicha tecnología en el iPhone o el iPad, y se espera que en el WWDC 2024 veamos novedades al respecto.
Será interesante ver cómo logra rentabilizar Apple esta nueva inversión y cambio de enfoque hacia la IA: la empresa sigue estando centrada absolutamente en el hardware, y el iPhone sigue siendo el gran motor de la compañía: en el primer trimestre fiscal de 2024 (último de 2023) representó el 58,3% de los ingresos, por el 19,3% de los servicios, el 10% de wearables, el 6,5% del Mac y el 5,9% del iPad.
Sin embargo, Apple tiene aquí una oportunidad clara: la empresa siempre se ha postulado como la gran defensora de la privacidad entre las Big Tech. Mientras que en la actualidad ChatGPT, Gemini y Copilot se centran en la nube —todo lo que decimos acaba gestionándose en los servidores de estas empresas— Apple podría (y probablemente lo hará así) apostar por un enfoque totalmente local con un chatbot más modesto pero cuya interacción no saliera del dispositivo. Por ahora, eso sí, todo es una incógnita.
Tras la decepción, una pregunta inquietante
La muerte de este proyecto, no obstante, resulta decepcionante. Que una empresa de la dimensión de Apple no lo haya podido sacar adelante es especialmente preocupante, sobre todo teniendo en cuenta la ingente cantidad de recursos que tiene y que de hecho dedica a sus divisiones de investigación y desarrollo.
Según The New York Times, en los últimos cinco años Apple ha invertido 113.000 millones de dólares en ellos. Es evidente que no todos han estado dedicados al 'Project Titan', pero aún así, parece difícil creer que Apple ni siquiera haya podido sacar una primera iteración de su producto.
Eso son malas noticias para la industria, sin duda: Apple suele llegar tarde a todos los mercados en los que acaba dominando, y el coche eléctrico parecía sin duda uno en el que sus equipos podían aportar cosas interesantes. Lo han hecho antes, y es una verdadera lástima que nos quedemos sin ver cuáles eran sus propuestas en este ámbito.
Pero la cancelación también parece alejarnos un poco más del sueño del coche autónomo, ese que parecía inevitable hace 10 años y que en los últimos meses o ha dado más que malas noticias.
A Cruise le han retirado la licencia, Ford y Volkswagen mataron a la prometedora Argo AI, y hasta Waymo, tradicional referente en este sector, no acaba de cuajar. Puede que Bill Gates diga que estamos cerca del punto de inflexión, pero eso nos suena a lo mismo que nos suenan las promesas de Musk, que lleva casi una década prometiendo que el coche autónomo llegará dentro de dos años.
La decepción, eso sí, es aún mayor si tenemos en cuenta otra cosa. ¿Cómo es posible que Apple no haya podido siquiera lanzar al mercado un coche eléctrico, cuando ahora aparecen de la nada fabricantes chinos por doquier que están creando modelos tan destacables?
Es más.
Si Xiaomi ha podido sacar su coche eléctrico, ¿cómo es posible que Apple no?
Uhm.
Imagen | Javier Pastor con RunwayML
En Xataka | El Xiaomi SU7 tiene una oportunidad de oro para romper el mercado del coche eléctrico: Xiaomi Pilot
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