SUV y electrificados. Algún alfista puro tiene que estar echándose las manos a la cabeza. Pero si la marca quiere seguir fabricando modelos como el Giulia, que desde el primer momento ha enamorado, no queda otra que cumplir con las modas actuales y las imposiciones políticas. Alfa Romeo lo ha asumido y así nació, primero, el Stelvio y así nace ahora el Alfa Romeo Tonale.
Ficha técnica del Alfa Romeo Tonale
Alfa Romeo Tonale 1.5 130 CV MHEV | |
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Tipo de carrocería. | SUV de cinco plazas. |
Medidas y peso. | 4,53 metros de largo, 1,84 m de ancho y 1,6 m de alto. 1.600 kg. |
Maletero. | 500 litros |
Potencia máxima. | 130 CV. |
Consumo WLTP. | 5,9 litros/100 km. |
Distintivo ambiental. | ECO. |
Ayudas a la conducción (ADAS). | Conducción semi-autónoma de nivel 2. Control de crucero adaptativo con arranque tras parada. Centrado en el carril. Frenada de emergencia. Sensor de ángulo muerto. Cámara de visión trasera 360º con alerta de tráfico cruzado. |
Otros. | Sistema de infoentretenimiento basado en Android y compatible con Android Auto y Apple CarPlay, conectividad con Alexa de Amazon y NFT. Pantalla de 12,3 pulgadas para el cuadro de instrumentos y 10,2 pulgadas para la pantalla central. USB tipo A y C en las plazas delanteras y traseras. Carga inalámbrica. |
Híbrido eléctrico. | Sí, tecnología de 48 Voltios con motores 1.5 de gasolina de 130 y 160 CV. |
Híbrido enchufable. | Sí, llegará con motor 1.5 de gasolina para el eje delantero y motor eléctrico para el eje trasero. 275 CV de potencia máxima con tracción total Q4. |
Eléctrico. | No. |
Precio y lanzamiento. | Ya disponible desde 36.250 euros. |
Alfa Romeo Tonale, un microhíbrido particular antes del híbrido enchufable
Alfa Romeo ha hecho un importante trabajo para ofrecerse como una firma atractiva a un nuevo público sin renunciar a sus incondicionales. Y en ese camino nos ha dejado un interesante SUV con buenos detalles y, otros, incomprensiblemente fallidos.
Recopilando lo que tenemos ante nosotros, el Alfa Romeo Tonale se posicionará como el hermano pequeño del Stelvio, haciendo gala de una estética "made in Alfa". Su amplia parrilla triangular, sus agresivos grupos ópticos delanteros, las tres ondas lumínicas traseras y sus características llantas lo hacen rápidamente reconocible.
De momento, este Alfa Romeo Tonale sólo está disponible con su motorización microhíbrida de gasolina 1.5 de 130 CV asociado a una caja de cambios automática de doble embrague y siete relaciones. Es esta la versión que hemos probado, la cual cuenta con un motor eléctrico de 15 kW y batería de 0,8 kWh de capacidad.
En septiembre esperan hacer las primeras entregas de un modelo con el mismo motor al que se suma un turbo de geometría variable, aumentando la potencia del bloque hasta los 160 CV. Ya en 2023 veremos su modelo híbrido enchufable, con 275 CV de potencia y 80 kilómetros de autonomía. La hoja de ruta marca que en 2024 veremos el primer vehículo completamente eléctrico de Alfa Romeo. En 2025 su primer modelo con motorizaciones exclusivamente eléctricas. A partir de entonces, no habrá motores de combustión bajo la denominación Alfa Romeo.
La gran novedad con este Alfa Romeo Tonale microhíbrido es que, a diferencia de lo habitual en estas mecánicas, puede llegar a circular brevemente en modo exclusivamente eléctrico, al menos para maniobrar y circular con tráfico muy denso. En cuanto a motores exclusivamente de combustión, el SUV italiano también se vende con unan motorización diésel 1.6 de 130 CV y cambio automático de doble embrague y seis relaciones.
Una apuesta por conquistar al público joven
Más allá de las habituales ayudas a la conducción, en las que ahondaremos más adelante, el Alfa Romeo Tonale quiere mostrarse como un coche muy atractivo tecnológicamente hablando. Sus esfuerzos no se limitan a las pantallas y el sistema de infoentretenimiento. Como ya sucede en buena parte de los vehículos que se lanzan la mercado, el SUV italiano cuenta con My Alfa Connect, una aplicación móvil con la que revisar algunos parámetros del vehículo o el estado del mismo.
Pero el verdadero atractivo tecnológico de este nuevo Alfa Romeo Tonale se basa en dos pilares: Amazon y tecnología NFT. Alexa es el sistema de voz integrado para comunicarnos con el vehículo. El asistente es capaz de contestar a todas nuestras preguntas sobre la marcha, como lo hacen los productos de la compañía estadounidense. Pero, además, podremos controlar funciones del vehículo o, incluso, la domótica de nuestro hogar si ésta está integrada en los servicios de Amazon.
El peso de la compañía de logística es muy importante en el SUV. De hecho, se puede establecer al vehículo como un punto de recogida de paquetes. Así, un repartidor puede avisarnos cuando esté junto al vehículo, desbloqueamos el acceso al maletero y cuando volvamos al coche tendremos el paquete esperándonos.
La segunda gran novedad es el uso de tecnología NFT. Alfa Romeo asegura que el Tonale es el primer vehículo que se vende ligado a este tipo de archivos encriptados. En sus registros (que deben ser activados por el comprador del coche) quedan almacenados diversos datos relativos a la conducción, como los kilómetros recorridos o las revisiones (y sus fechas) pasadas. También si, por ejemplo, se han llegado a activar los airbags.
Es algo similar a una caja negra de las que serán obligatorias incluir en los años venideros. Sin embargo, aquí los datos se acumulan y pueden servir como garantía del estado general del coche a la hora de buscarle una segunda vida con un segundo comprador. La idea es que el NFT aporte un mayor valor residual al coche y, así, poder diferenciarse de otros modelos en el mercado de segunda mano.
Un interior de luces y sombras
Atendidos esta parte más tecnológica, vamos dentro del Alfa Romeo Tonale, donde el SUV muestra detalles brillantes y otros que deberían estar más cuidados.
La sensación general cuando entramos en el habitáculo es que estamos subidos a un coche de espíritu deportivo. Su cuadro de mandos está cobijado por una gran visera, el volante incluye el botón de arranque y las levas de gran tamaño son ya imprescindibles en cualquier Alfa Romeo. Sumamos que la climatización cuenta con sus propios botones, lo que siempre es un punto a favor y distrae menos de la carretera.
Pero parte del souflé se baja cuando prestamos mayor atención a ciertos materiales y terminaciones. Los botones del climatizador son demasiado plasticosos y la parte superior del salpicadero tiene un acabado duro que desmerece la imagen que ofrece el conjunto a la vista. También los ajustes de la visera del cuadro de mandos. No hay que olvidar que Alfa Romeo vende sus vehículos bajo la etiqueta “premium”, pero estas decisiones no se ajustan a la misma.
Si bien su cuadro de mandos, con pantalla digital de 12,3 pulgadas, es altamente personalizable y puede incluir las rutas marcadas en el navegador, su pantalla central de infoentretenimiento queda ligeramente desaprovechada en sus 10,2 pulgadas. Ambas son TFT y cuentan con una buena resolución. Lo mismo sucede con la cámara trasera, que ofrece un buen detalle incluso cuando empieza a caer la luz.
Pero, como decíamos, la pantalla central también cuenta con sus luces y sus sombras. En el margen derecho tenemos los botones de acceso rápido, en los que se incluye el apartado multimedia, la climatización, el navegador, el acceso a Apple CarPlay o Android Auto y algunos ajustes del coche. En la parte superior: climatización y uso de los asientos calefactables, un nuevo acceso a las aplicaciones de Apple o Android, la temperatura, la hora, la confirmación de que se está usando el GPS y qué estamos escuchando en ese momento.
Los menús son rápidos y el sistema operativo propio se mueve con soltura, incluso cuando hacemos zoom en el navegador. La conexión inalámbrica vía Bluetooth funciona extraordinariamente bien, con base de carga inalámbrica en el túnel central y una entrada USB tipo A y C (éstas se repiten para las plazas traseras). En este sentido, la conexión e integración con el teléfono móvil funciona realmente bien.
Pero, una vez más, peca de detalles que terminan por poner algunos “pero” inesperados. Cuando activamos Apple CarPlay o Android Auto, los márgenes superiores y laterales con los accesos directos se mantienen. Esto reduce mucho el tamaño disponible para las aplicaciones de Android y Apple que, sin embargo, son las que más nos interesa utilizar. La presencia constante de los botones para el multimedia o el navegador nativo son innecesarios (ya tenemos acceso desde la réplica de nuestro teléfono móvil). Otros, como el botón de acceso a este modo, no deja de ser redundante, pues ya estamos dentro de los mencionados Apple CarPlay y Android Auto.
En pantallas de mayor tamaño, es posible que esto no se note tanto, pero acostumbrados a que la industria apueste por grandes paneles en la mayoría de los vehículos, una pantalla de 10,2 pulgadas que ve reducido su tamaño efectivo se nos antoja demasiado pequeño, con demasiada “zona muerta” a la que no vamos a sacarle partido.
A esto hay que sumar otro pequeño detalle en el que patina la firma italiana. Como en los últimos Alfa Romeo, el Tonale mantiene una rueda de selección de modos de conducción que recoge el “adn” de la marca. Cada letra de este “adn” representa cada uno de los modos de conducción. La “d”, por ejemplo”, es de “Dynamic”, la opción más deportiva.
Cuando movemos esta rueda, una imagen del Tonale aparece en la pantalla. El color de la huella de sus neumáticos representa el modo elegido. Esta imagen aparece como pegada encima de toda la información. Como si hiciéramos copypaste encima de la pantalla, la imagen es pequeña respecto a la misma y deja información recortada en sus cuatro lados que, además, es inutilizable sobre el largo tiempo que ésta está presente. La solución es apretar la pantalla y la imagen se quitará, pero no deja de ser una solución que nos distrae de la conducción.
Realmente, estos pequeños fallos no son de vital importancia, pero sí parece que al coche le falta cierta finura para venderse como un vehículo de una gama superior a la que parece estar. Son detalles que deberían pulirse si de verdad se quiere ofrecer una imagen de SUV premium y que desmerecen un sistema de infoentretenimiento sencillo de manejar, claro y con una conectividad muy buena. Incluso podemos elegir los mensajes lumínicos de bienvenida y despedida del vehículo. Esas pequeñas cosas son las que un fabricante debe cuidar si quiere distinguirse de sus rivales.
En marcha saca lo mejor de sí mismo
No es tanto lo que nos ha dado este Alfa Romeo Tonale en su versión microhibridizada de 48 Voltios como lo que promete para su futura versión de 160 CV. Antes de hablar de las sensaciones de conducción, hagamos un pequeño inciso en los sistemas ADAS, pues también tienen su aquel.
Y es que, durante nuestras pruebas a bordo del Alfa Romeo Tonale, apenas tuvimos ocasiones para poner a prueba el control de crucero adaptativo, con el reconocimiento de señales, la frenada de emergencia, el mantenimiento en el carril o el sensor de ángulo muerto. Avisos, alertas y ayudas que convierten a este Alfa Romeo Tonale en un vehículo de conducción semiautónoma de nivel 2. En nuestro caso, lo más importante de la presentación se centró en carreteras reviradas para enlazar curvas. Una elección a todas luces acertada.
Lo que sí descubrimos en marcha es que el Alfa Romeo Tonale cuenta con una alerta de distancia de seguridad realmente llamativa. En autopista, un conductor nos adelantó sin dejar demasiado espacio entre ambos vehículos y, al instante, una estruendosa alerta sonora hizo su aparición. Lo realmente curioso es que es una llamada de atención completamente diferente a todas las que he escuchado antes. El sonido fue largo y estridente y casi nos asustó más a los pasajeros que íbamos a bordo que nos avisó. Una situación curiosa que, evidentemente se puede regular en los ajustes del coche.
También se pueden ajustar los avisos sonoros con el reconocimiento de señales. Muy buen trabajo en este sentido por parte de Alfa Romeo porque todas las señales que nos fuimos encontrando en la carretera secundaria nos fueron saltando en el cuadro de mandos central.
En movimiento, el motor de gasolina con hibridación de 48 Voltios también tiene esas dos caras bien diferenciadas que hemos ido señalando a lo largo de todo el análisis. En el modo automático, la aceleración es tendida y, aunque sin alardes, va cogiendo agilidad conforme la aguja va subiendo en el velocímetro. Una vez lanzado, el coche sí se mueve con mucha más soltura.
Con el modo manual activado, estas sensaciones se multiplican. Hacer uso de sus grandes levas es, sin duda, uno de los grandes placeres del coche. El problema es que, por debajo de las 2.500 rpm el motor está muerto y se nota muy perezoso. Si se quiere ir rápido y disfrutar de una conducción más deportiva, es imprescindible manejarlo en la zona alta del cuentavueltas, especialmente por encima de las 3.000 rpm. Aquí, el pequeño motor eléctrico también empuja y nos obliga a cambiar rápido para subir marchas, lo que obliga a jugar constantemente con el cambio. Suponemos que la versión de 160 CV, sobrealimentada, permitirá jugar con un rango mayor de revoluciones.
Su chasis es mejor que su motorización. No peca de balanceos acusados y no se resiente en los cambios de dirección bruscos. La dirección, sin embargo, es demasiado blanda y poco informativa. Incluso con el modo Dynamic activado, el volante se nota un poco flojo. Pese a ello, es muy precisa a la hora de tomar las curvas y no es necesario rectificar en mitad de una curva si se ha entrado correctamente en la misma.
La sensación general es que nos vamos de esta primera toma de contacto con el nuevo SUV de Alfa Romeo con una buena valoración general pero con algunos detalles que desmerecen el conjunto completo. Pese a ello, si somos la clase de conductores que no le darán tanta importancia a los pequeños errores con el sistema de infoentretenimiento o sus materiales y ajustes, tendremos uno de los coches más dinámicos del mercado entre manos. Eso sí, hay que tener en cuenta que esta versión microhíbrida de gasolina y 130 CV parte de los 36.250 euros y que la versión de 160 CV estará disponible desde 41.000 euros.
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