Mayo de 2024, los primeros trenes AVRIL de Talgo empezaban a cubrir trayectos en las líneas férreas españolas. Desde entonces, se han acumulado las polémicas y las críticas a unos trenes que, en estos primeros compases de 2025, no andan. ¿Qué ha pasado para que hayamos llegado este punto?
Un díficil 1 de enero. Nunca es fácil levantarse el 1 de enero. Mucho menos si tienes que trabajar. Lo raro es que, si eres una máquina, todo esto debería darte igual. Pero irónicamente los trenes Talgo AVRIL dijeron en el primer día del año que no recorrerían un metro más.
Tal y como comunicaba Renfe antes del mediodía, un fallo informático había detenido por completo su circulación. El problema se encontraba en la comunicación entre el sistema de control y los cargadores de baterías. La solución pasaba por sacar a los trenes temporalmente de la circulación y reubicar a los pasajeros en otros trenes o, incluso, en transporte por carretera.
El fallo provocó retrasos de 30 minutos entre la línea Madrid-Valencia-Alicante-Murcia (con paradas intermedias en Cuenca y Albacete) y en el norte, en la línea Gijón-Madrid. La avería en esta última línea provocó, además, que no se pudiera dar servicio en el Castellón-Gijón de forma directa, lo que se vendió como uno de los grandes beneficios de la puesta en marcha de estos trenes.
¿Qué ha pasado? Renfe ha confirmado que el problema se encontraba en un fallo de comunicación entre el sistema de control del tren y los cargadores de las baterías. Hoy mismo, 2 de enero, Talgo ha confirmado que el error se debía a un fallo provocado por el cambio de año y que el proveedor del sistema, Ingeteam, ya trabajaba con ellos para solucionarlo.
¿Se ha solucionado? Sí. Durante todo el 1 de enero, los usuarios de los trenes que viajaban en trenes Talgo AVRIL fueron reubicados. Por la noche, Renfe confirmaba que se garantizaba el servicio en todas las líneas donde operan estos trenes. Es decir, se garantizaba el servicio en las líneas Madrid-Barcelona, Madrid-Murcia (con paso por la Comunidad Valenciana), Gijón-Madrid y Galicia-Madrid.
A primera hora de la mañana del 2 de enero, Renfe aseguraba que la incidencia ya estaba subsanada. Asegura Renfe que durante el día de hoy, además de quedar garantizada la normalidad, se mantendrán los servicios en las horas programadas inicialmente. En total, se calculan que 14.000 viajeros estuvieron ayer afectados por la incidencia y que 19.430 viajeros habrían estado afectados el 2 de enero en 36 trenes en circulación.
Una polémica que se repite. No es esta la primera polémica a la que se enfrenta Talgo con sus AVRIL. Su llegada en mayo estuvo marcada por retrasos en la línea gallega. Los nuevos vehículos debían mejorar 15 minutos de media los trayectos con destino a Madrid y origen en A Coruña y Vigo. Los primeros días estuvieron marcados por retrasos de media hora. Y esos fueron los mejores días. En la primera jornada, el retraso entre Vigo y Madrid fue de más de dos horas.
Tampoco se salvó la línea asturiana a su paso por León, con retrasos de 21 minutos por un problema de sobrecalentamiento. En el caso gallego, el problema se debió a un error en el cambio de ancho métrico en Ourense. Precisamente lo que debía solucionar el AVRIL que debería poder "saltar" del ancho ibérico al internacional sin problemas.
Un funcionamiento que ya dejaba dudas. Hemos hablado, hasta ahora, de los trenes que no funcionaban. Pero los trenes que sí han funcionado tampoco han recibido buenas críticas. El usuario Simply Railway, conocido en X por su conocimiento de las líneas ferroviarias europeas y su canal de Youtube donde cada semana aborda un tema relacionado con la actualidad ferroviaria y sus experiencias, fue tremendamente crítico con el desempeño del tren.
Se ha criticado que los trenes se mueven demasiado y que el ruido es excesivo. El vagón cafetería es más pequeño de lo que debería para un tren con 12 coches de viajeros, 200 metros de longitud y capacidad para transportar a un total de 581 viajeros. Y todo ello aderezado con el uso de materiales inadecuados.
Renfe pide explicaciones. Todos estos problemas llevaron a que Renfe pidiera el pasado mes de agosto la cabeza del máximo responsable de Talgo. La compañía había entregado los primeros trenes a Renfe con casi tres años de retraso y, además, estaban sufriendo fallos en el problema que debían solucionar: el salto de ancho entre vías.
La entrega de estos trenes debería mejorar el papel de Renfe ante la competencia presentada por Ouigo e Iryo pero ya desde el primer momento no han estado cumpliendo con lo esperado. Además de todos los problemas y retrasos ya comentados, la conexión de Oviedo-Gijón, por ejemplo, se prometió que llevaría 20 minutos. En estos minutos se tarda media hora entre las dos ciudades más importantes de Asturias.
Y a todo lo anterior hay que añadir que en el primer paquete de entregas apenas llegaron a Renfe 12 de los 30 trenes prometidos para su puesta en marcha. Finalmente han sido 36 los trenes que, en este inicio de 2025, han estado afectados por la última incidencia de los Talgo AVRIL.
Foto | Talgo
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