Caracat: el proyecto que aspira a reinventar las caravanas convirtiéndolas en barcos de recreo

Caracat: el proyecto que aspira a reinventar las caravanas convirtiéndolas en barcos de recreo
6 comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail

Fin de semana. Madrugas —no mucho, que para algo están los sábados—, desayunas, te aseas, bajas al garaje, enganchas la caravana al coche y te incorporas a la autopista dos calles más abajo rumbo a la aventura. ¿Que te gusta el lago? Pues te vas al lago. ¿Que eres más de mar? Perfecto, vale también. Unos cuantos kilómetros después, cuando ya has llegado a tu destino, desenganchas la caravana, la deslizas en el lago/mar y te metes en ella para disfrutar de un paseo acuático.

Suena a ciencia ficción, pero en Alemania hay una empresa que ha visto en ese sueño, el de poder navegar tranquilamente por las aguas de un pantano a bordo de tu propia caravana, una oportunidad de negocio redonda. Tanto, de hecho, que ha creado su propio catálogo de modelos.

Todos anfibios, todos pensados para aventureros con ganas de disfrutar tanto de la tierra como del mar o lagos. Todos, por supuesto, para compradores con una cuenta corriente bien saneada.

Repensando las caravanas

Caravana2

Los Caracat son una especie de híbrido entre un catamarán, una caravana convencional y una casa flotante. De hecho, la idea surgió con un enfoque similar, el "sueño" de mezclar conceptos.

“El viaje comenzó con la idea aventurera de mi hija de usar un sistema único para evolucionar un catamarán a una caravana. El resultado es un vehículo seguro, inteligente y sostenible”, explican sus creadores, que han dado forma al diseño de la mano de la firma Schneider Caravaning.

Sus peculiares caravanas están fabricados con un casco de poliéster reforzado con fibra de vidrio (PRFV). En el diseño destacan dos pontones extensibles, plataformas incorporadas en los bajos que se despliegan en el agua para garantizar la estabilidad de la estructura. Dentro, incluyen todas las comodidades de una caravana: baño, cocina, ducha, comedor e incluso un pequeño balcón.

"Los pontones, absolutamente nuevos, se giran hidráulicamente hacia afuera a través de una función de deslizamiento en el agua, lo que maximiza el ancho de 2,50 metros a 3,60 m", comenta Schneider Caravaning, que destaca que el sistema garantiza una "estabilidad extremadamente alta en el agua".

Otra de sus ventajas es que requiere de poca profundidad y que el propio concepto de caravana flotante permite ahorrarse el coste del amarre en un puerto. Al fin y al cabo... ¿Para qué pagar el alquiler de un amarre los 365 días del año si puedes tener tu "catamarán" en el garaje?

8opt
Caracat Perspective 01
Caravanac

El catálogo de la compañía incluye tres modelos de diferentes tamaños. El más pequeño tiene una eslora de 6,6 metros; el mayor, alcanza los 8,6. Al menos la hoja de especificaciones del más amplio, el Caracat 860, precisa que incluye un sistema de propulsión propio, con motor Torqueedo 4R 8CV que le permite impulsarse, además de cargador, batería y panel solar Tomatech de 200 vatios. A mayores incorpora sistemas de calefacción y aire acondicionado, audio, bambas de agua.

New Atlas precisa que el Torqeedo está pensado para manejar la caravana con tranquilidad en los lagos. Si buscas un impulso extra puedes lograrlo con un motor más potente eléctrico o diésel.

Aunque la caravana dispone de su propio sistema de propulsión en el agua, la empresa, con sede en Heidelberg (Alemania), asegura que no requiere de ningún permiso específico para barcos.

“Poseer o utilizar un Caracat no requiere ninguna licencia especial. Solo el permiso de conducir B para explorar el mundo. Con un motor de 15 CV su caravana se convierte en catamarán y el mar se abre para usted siempre que lo desee”, destaca la compañía en su página web.

Lo que sí puede ser algo más restrictivo es el precio. Las tarifas no se incluyen en el catálogo, pero New Atlas señala que el precio de partida de su caravana más pequeña, la de 6,6 m de eslora, ronda los 130.000 euros. A mayores, claro está, debes contar con el vehículo para remolcarla en tierra. En el catálogo, por ejemplo, se utiliza un Clase G de la también alemana Mercedes-Benz.

Los de Caracat no son los primeros diseños que buscan crear caravanas para disfrutar de lagos y mares. Antes ya apostaron por el enfoque anfibio Sealander o Poal Boat. La propuesta de la empresa alemana pretende ir ahora un paso más allá con una propuesta para captar a los aventureros.

Imágenes | Catarat

Comentarios cerrados
Inicio