Cómo saber si el embrague de mi coche está a punto de romperse

Con un poco de tacto en el pie izquierdo, podemos hacernos una idea del estado de salud del embrague

Christian Buehner Fd6osyvbtg4 Unsplash 2
Sin comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail

Es muy probable que nuestro coche tenga muchas cosas accesorias que, si nos paramos a pensar, no las necesitamos. Y, en mi opinión, cuanto más moderno es el coche más probable es que el número de elementos accesorios se incremente. No es ese el caso del embrague.

El embrague es una pieza fundamental para que nuestro coche se mueva. Sin él, la caja de cambios no funcionaría ya que es el encargado de conseguir que los discos que conforman la transmisión se combinen en la relación adecuada para mantener nuestro coche en movimiento en el régimen de vueltas adecuado.

Como podemos imaginar, una avería de embrague no es barata. La sustitución del embrague dentro del mantenimiento del vehículo no es barato pero si se rompe, la avería tendrá un coste mucho mayor que, en no pocos casos, supera los 1.000 euros de coste.

Por eso, es importante tener claro cuándo debemos cambiar el embrague de nuestro coche y, en la medida de lo posible, no arriesgar lo más mínimo.

Cómo sabe si es hora de cambiar el embrague de mi coche

Si bien la mayor parte de los componentes de nuestro coche tienen una vida útil concreta que se suele especificar en el libro de mantenimiento, la del embrague dependerá mucho del tipo de conducción que hagamos y no se puede establecer un plazo fijo para su sustitución.

Por ejemplo, si realizamos muchos kilómetros en carretera, donde el cambio de marchas es algo testimonial, el embrague nos durará decenas de miles de kilómetros más que si hacemos un uso intensivo del coche en ciudad, donde permanentemente estamos cambiando de marcha y estamos exigiendo al vehículo moverse en relaciones más cortas.

Teniendo esto en cuenta, hay dos claros síntomas de agotamiento en el embrague que pueden darnos una idea de que este componente está al final de su vida útil y necesita un cambio.

Una posibilidad es que el pedal embrague está demasiado duro y su recorrido es mucho más corto de lo habitual. En este caso, es probable que el disco del embrague ya esté dando sus últimos coletazos de vida pero también nos puede indicar otro par de sustituciones menores.

En este caso, puede que el selector de la marcha esté averiado. Si así sucede, de nuevo, hay dos posibilidades. Lo peor es que tengamos que cambiar la pieza. La otra opción es que baste con limpiarla con profundidad y lubricarla de nuevo.

A esto se añade la posibilidad de que sea el aceite del embrague y no el propio embrague el que esté pidiendo un cambio. En ese caso, el aceite está más viscoso y dificulta mover el embrague, por eso el pedal está más duro.

El segundo síntoma con el pedal del embrague que nos indica que éste está cubriendo los últimos kilómetros de su vida útil es que "patine". Aunque parezca raro al escribirlo, una vez que lo notamos en el pie es muy evidente que esto está sucediendo.

Esta vez pisaremos el embrague pero cuando queremos ir acelerando poco a poco, el coche se revoluciona pero no se mueve del sitio o lo hace muy despacio. Para confirmarlo, podemos arrancar en una zona con un poco de pendiente para responder a nuestras sospechas. Si arrancar en esas condiciones es mucho más complicado y necesitamos revolucionar mucho el motor, hay que cambiar el embrague.

En el caso de que sea necesario sustituir un embrague, hay que tener en cuenta que el recambio no es demasiado caro, rondando unos 200 euros en muchos casos. Sin embargo, es la mano de obra lo que sube la factura, por lo que la operación puede ir desde los 600 euros a más de 1.000 euros (de media) dependiendo de la complejidad del coche. 

Imagen | Christian Buehner

En Xataka | El calor pone a examen a nuestros coches: estas son las principales averías en verano y su coste

Comentarios cerrados
Inicio