Buenas noticias para los compradores de un Tesla de segunda mano. Malo para todos los demás. Así es como resumen en Bloomberg la situación que está viviendo el mercado del coche eléctrico de primera y segunda mano en Estados Unidos, con Hertz deshaciéndose de 20.000 coches eléctricos de golpe.
Tesla ha conseguido por sí sola hacer de su coche un vehículo lo suficientemente atractivo para que las alquiladoras se lanzaran a por él y, ahora, se lo quieran quitar de encima.
20.000 coches. Es la cantidad de vehículos eléctricos de los que se está deshaciendo Hertz, según informan medios como CNN. Los cambiarán por vehículos de gasolina, después de que la reventa de estos automóviles haya perdido un enorme valor a la hora de lanzarlos al mercado de segunda mano.
20.000 coches son muchos coches. Tantos como un tercio de la flota de automóviles que la compañía tiene disponibles con esta tecnología. El cambio de rumbo es evidente. En 2021 Hertz anunció que iría sumando coches de Tesla a su flota hasta sumar un total de 100.000 unidades, en lo que era uno de los mayores pedidos de coches eléctricos hasta la fecha.
El negocio. El negocio de una alquiladora es, efectivamente, alquilar coches. Pero no solo eso, también venderlos. La estrategia es bastante simple: compra un coche, le saca todo el rendimiento que puede durante un tiempo concreto y, llegado el momento adecuado (por depreciación del vehículo u obligación legal de deshacerse de él), se vende intentando sacarle el mayor rendimiento.
Con Tesla, el negocio era redondo pues la depreciación del vehículo era muy poca. El valor que tenía la marca en el mercado de segunda mano era muy alto pues la demanda obligaba a esperar por un coche nuevo y el vehículo estaba lo suficientemente bien considerado como para que el comprador hiciera un esfuerzo sobre la competencia. Hertz veía un negocio redondo entre manos.
Los problemas. Dos problemas, aseguran los medios estadounidenses, son los que se ha encontrado Hertz. En primer lugar, el precio de las reparaciones de Tesla es mucho más costoso en tiempo y dinero que el resto de firmas. Según Stephen Scherr, CEO de Hertz, la reparación de cada uno de estos automóviles es el doble de cara que la de un vehículo de combustión.
La segunda cuestión es que Tesla ha rebajado agresivamente los precios de sus coches nuevos. Y con cada nueva rebaja en el precio de su coche nuevo, más y más ha presionado al mercado de segunda mano. Esto ha sido una bendición para quien prefería un coche eléctrico de menor precio pero también un problema para quienes, como Hertz, también hacen negocio vendiendo coches de Tesla.
Quitárselos de encima. Todo ello ha llevado a Hertz ha dar un giro brusco en su estrategia. Un paseo por la tienda digital de Hertz en la que muestran sus vehículos en stock deja un reguero de modelos de Tesla con menos de 100.000 kilómetros a precios que rondan los 30.000 dólares.
Las versiones más accesibles del Tesla Model 3 se pueden encontrar por 27.000 dólares y los más capaces (en autonomía) del Tesla Model Y no llegan a 40.000 dólares. Algunos Tesla Model 3, explican medios como Motorpasión, se han llegado a ver a menos de 25.000 y hasta por 20.000 dólares, por lo que han volado de la tienda.
Afecta a toda la industria. Las repercusiones de la reducción de los precios de Tesla ha provocado que Hertz venda sus vehículos pero también ha tenido sus consecuencias sobre la propia empresa y la competencia. En primer lugar porque la alquiladora tomará posiciones mucho más conservadoras respecto a la firma de Elon Musk.
Y, en segundo lugar, porque Polestar o General Motors empiezan a comprender que la alquiladora no comprará tantos vehículos eléctricos de sus compañías como había prometido, según Bloomberg. Una actitud más conservadora es problemática para la competencia de Tesla, ahora que el crecimiento en las ventas del coche eléctrico parecen estar enfriándose.
Los críticos. El cambio de planes de Hertz confirma lo que voces como Luca de Meo venían avisando. El máximo mandatario de Renault alertó en febrero de 2023 que la compañía de Elon Musk estaba "destruyendo el valor del cliente", con las agresivas rebajas en la compra de vehículos nuevos.
Algo parecido opinaban también desde Bloomberg quienes señalaban que la guerra de precios de Tesla en China no era una buena idea para la industria pues pondría en peligro la supervivencia de algunas marcas y, al mismo tiempo, retrasaría la compra de algunos clientes potenciales, siempre esperando a que los precios siguieran bajando.
La segunda mano del coche eléctrico. Además de todo lo anterior, el movimiento de Hertz también confirma los problemas con los que se está encontrando el coche eléctrico a la hora de ganar posiciones en el mercado de segunda mano.
Algunos estudios empiezan a apuntar a que el cliente está reticente a la compra de esta tecnología en este mercado pues las promesas de una bajada de precios casi inminente en los vehículos nuevos, el posible estado de las baterías y una mejora, también inminente, en las características técnicas de los automóviles hacen que la compra de un coche de segunda mano se vea como la posible adquisición de un vehículo que quedará rápidamente obsoleto.
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Foto | Hertz
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