Llegar, aparcar y despreocuparnos de si ya hay un coche ocupando el cargador de casa. O de si enchufamos el cable antes de irnos a dormir. RAM quiere solucionar este problema con una base de carga inalámbrica que se asemeja mucho al concepto que tenemos de Roomba. Un robot autónomo que nos despreocupa por completo de cómo aparcar y dónde.
Durante el pasado CES, esta firma estadounidense propiedad de Stellantis que que también presentó el prototipo de su Pick-up RAM 1500 eléctrico, hizo público un interesante prototipo de robot para la carga de sus vehículos eléctricos. El concepto parte de un único objetivo: aparcar como quieras despreocupándote de la recarga del coche.
La premisa final es que el conductor pueda abandonar el coche en casa en el lugar que desee, sin tener que posicionarlo cerca de un cargador para enchufarlo. Tampoco estar pendiente de si alinea el coche correctamente sobre la plataforma de recarga inalámbrica.
El concepto es un robot autónomo que tiene su propia base. Cuando detecta que el coche se ha estacionado, se desliza hasta un máximo de nueve metros de distancia (la medida del cable) y se sitúa bajo el coche. Allí, eleva una almohadilla que hace contacto con otra en el vehículo receptor y este recibe la energía eléctrica mediante carga inductiva.
Según RAM, la eficiencia de este sistema es de un 97% y puede cargar el coche a 7 kW de potencia, habitual en las recargas domésticas. Eso sí, con la ventaja de que el robot, además, puede ser programado para cargar el coche en las horas valles de demanda energética y, por tanto, cuando la recarga de la batería supone un menor coste.
En busca de la recarga inalámbrica perfecta
Una de las ventajas a las que apunta RAM es que con este sistema se pueden recargar diferentes coches con el mismo cargador, pues el robot es capaz de "saltar" de uno a otro vehículo. Además, tampoco interfiere la posición del aparcamiento en la eficiencia de la carga, por lo que el conductor se puede despreocupar a este respecto.
Son soluciones que la industria lleva tiempo buscando. En Suecia, Volvo está probando con estaciones de taxi con recargas inalámbricas en la ciudad de Gotemburgo. El problema es que necesitan de las cámaras 360º del coche para alinearlo correctamente y poder disfrutar de una carga que, eso sí, alcanza los 40 kW de potencia.
Otra opción es la presentada por Continental unos meses atrás. En este caso, la recarga también es más rápida (22 kW) pero necesitan que el coche se sitúe en una plaza concreta, por lo que el conductor no puede abandonar éste a su gusto. Para garantizar una recarga más eficiente, la plataforma de Continental puede corregir ligeramente su posición bajo el coche unos centímetros.
Y, para algunos, la recarga inalámbrica ideal llegaría mientras se conduce, con una carretera que permita la carga inalámbrica en movimiento. De hecho, Stellantis ya trabaja en ella en un centro propio pero será en Alemania donde la veamos en funcionamiento por primera vez, con un autobús que podrá llenar sus baterías con cada trayecto.
En este caso RAM apuesta porque en 2025 podrán vender este interesante prototipo al público pero también se posiciona como un interesante invento para flotas que quieran tener siempre las baterías de sus coches a punto con un solo punto de carga.
Foto | RAM
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