En el futuro, la idea de coche volador podría dejar de estar limitada a obras de ciencia ficción como ‘Blade Runner 2049’ y ‘The Fifth Element’. Actualmente hay varios proyectos que tienen como objetivo hacer realidad este medio de transporte, pero se enfrentan a un amplio abanico de desafíos, que van desde la fabricación hasta la seguridad.
La NASA cree que hay muchas posibilidades de que el concepto de coche volador se materialice en aviones eléctricos de despegue y aterrizaje vertical (eVTOL), por lo que quiere ayudar a esta industria emergente a construir aeronaves seguras. Bajo esta premisa, la agencia acaba de completar una prueba de choque a gran escala con un eVTOL.
El coche volador sufrió daños significativos
Según detalla en un artículo, el equipo del Revolutionary Vertical Left Technology (RVLT) preparó un vehículo de prueba de seis pasajeros que simula las características promedio de un eVTOL. Los investigadores omitieron algunos elementos como los rotores, pero tuvieron en cuenta su peso e impacto en la estructura del avión para el test.
El paso siguiente fue trasladar el eVTOL hasta las instalaciones de Investigación de Aterrizaje e Impacto (LandIR) de la agencia y elevarlo con un sistema de suspensión por cable. La prueba comenzó cuando los investigadores liberaron los cables y dejaron caer el vehículo imitando un escenario de pérdida total de potencia de los rotores.
“Si bien todavía estamos analizando los datos y el vídeo, y estos resultados son preliminares, vemos que ocurrieron dos eventos principales durante esta prueba”, dijo Justin Littell, uno de los responsables de la Subdivisión de Dinámica Estructural de la NASA. El primer evento tuvo que ver con el aplastamiento del suelo y el impacto en los asientos.
Según Littell, el diseño del eVTOL funcionó de acuerdo a lo previsto y tanto el suelo como los asientos limitaron el impacto en los maniquíes en la prueba. El segundo evento fue el colapso de la estructura superior sobre los maniquíes, algo que en un escenario real se hubiera traducido en un riesgo para la seguridad de los tripulantes.
La NASA dice que seguirá analizando los datos, pero ha llegado a un conclusión preliminar de que el eVTOL acabó más destruido de lo que esperaban. Y esta no será la única prueba. La agencia espera realizar muchas otras evaluaciones con diferentes vehículos para encontrar las configuraciones más seguras y hacer su aporte a la industria.
Cabe señalar la importancia de este tipo de pruebas con vehículos conceptuales. Littell explica que habían realizado varias simulaciones por ordenador, y si bien estas habían detectado con bastante precisión el colapso de la estructura superior, habían omitido ciertos datos del colapso general del vehículo que sí detectaron más tarde.
Paralelamente, los proyectos relacionados al coche volador siguen avanzado. XPENG AEROHT, una subsidiaria del fabricante chino de vehículos eléctricos XPeng, se ha propuesto entregar un primer ejemplar de eVTOL en 2024. La europea Volocopter, por su parte, pretende lanzar su servicio de taxi aéreo en Singapur el mismo año.
Si bien el coche volador podría llegar a estar disponible comercialmente en 2024, solo estaría disponible para unas pocas personas. En una entrevista con CNBC, Hugh Martin de Lacuna Technologies señala que los costes y las pruebas de seguridad necesarias para poder utilizarlos serán los principales obstáculos que impedirán su adopción a gran escala.
Imágenes: NASA
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