Malos tiempos para KTM. Aunque la compañía es líder en ventas en Europa, su situación financiera es crítica. El incremento de su deuda neta, de más de 3.000 millones de euros, ha empujado a la compañía al cierre de su fábrica en Austria, así como a afrontar impagos de los sueldos de sus trabajadores.
Empiezan los cierres. Este pasado viernes, la fábrica de KTM en Mattighofen echó el cierre. Se espera que esto sucediese esta semana, pero el proceso se adelantó. Pierer Industries, empresa matriz tras KTM, Husqvarna, MV Augusta y GasGas, entre otros, declaraba la quiebra de la compañía el pasado 29 de noviembre, asegurando que no volverá a fabricarse stock hasta el mes de marzo.
Trabajadores sin cobrar y bastantes despidos. El cierre, que se traduce en 750 despidos, deja los salarios en el aire. La Cámara de Trabajadores de Austria reconocía que la empresa "no está aparentemente en condiciones de hacer las transferencias prometidas".
La empresa espera poder afrontar los pagos "con normalidad" a partir del próximo mes de enero, pero los impagos en estas fechas críticas ponen en duda qué se hará en el futuro cercano.
Con el objetivo de reducir costes, la compañía trasladó parte de su producción a Asia e India, empezando con una oleada de despidos que está lejos de acabar. En total, desde que empezaron los planes de reestructuración, los despidos rozan el 10% de la plantilla.
Viktor Sigl, director financiero de Pierer Mobility, explicaba que fabricar una moto es cerca de un 30% más caro en Europa que en Asia.
“En las últimas tres décadas, hemos crecido hasta convertirnos en el mayor fabricante de motocicletas de Europa. Con nuestros productos inspiramos a millones de motoristas de todo el mundo. Ahora toca hacer una parada en boxes para prepararnos de cara al futuro. La marca KTM es el trabajo de mi vida, y lucharé por ella.” Stefan Pierer, CEO de KTM AG
Una deuda que parece impagable. La deuda de KTM ha crecido de forma imparable en los últimos años. Esta asciende a más de 3.000 millones de euros, con una acumulación de stock de más de 100.000 motos sin vender.
La expansión de fábricas para conquistar mercados emergentes, inversión en nuevos modelos, reducción de la demanda global y problemas de sobreproducción son algunos de los factores que han propiciado esta crisis. KTM vende mucho, pero el margen operativo no depende tan solo de las ventas.
Reestructuración a lo grande. La reestructuración de KTM viene de la mano de una importante cantidad de despidos. El próximo 20 de diciembre se celebrará la primera junta de acreedores y la audiencia general de auditoría el 24 de enero de 2025.
Son fechas decisivas, en las que se votará finalmente el plan de reestructuración para el 25 de febrero.
Nada cambia para los clientes. Según KTM, nada cambiará para los compradores de sus motos. La compañía garantiza el suministro de motos, recambios y accesorios en condiciones habituales, indicando que la reestructuración es necesaria para "adaptar la empresa a la actual demanda de mercado", pero que en ningún caso desaparecerán.
La compañía ya tiene preparadas importantes renovaciones en sus familias Duke y Adventure, y afronta 2025 como un año de cambios clave para su continuidad.
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