Si en todos los sectores de actividad se habla de la necesaria e imperante necesidad de acometer la transformación digital, en el caso de la banca no lo es menos. Las nuevas tecnologías han propiciado una nueva forma de interacción y de relación de los clientes con las entidades. Han surgido nuevos actores y empresas, nacidas ya como nativas digitales, que han revolucionado todo el panorama empresarial.
Francisco González, Presidente del BBVA, lleva varios años promulgando la idea de esa necesaria transformación digital y señalando a actores como Google, Facebook o Apple como sus principales competidores en este nuevo escenario. González ha llegado a afirmar que, en el futuro, el banco será más una empresa de software que un banco con multitud de ofinas repartidas por las poblaciones.
Que BBVA se está transformando digitalmente es algo ampliamente reconocido e, incluso, se está estudiando ya como un caso de éxito.
Esta transformación digital de la banca conlleva estar más centrados en el cliente (permitiendo que elija él la forma y manera que desea de interactuar con el banco, y no al revés) y ser pioneros en la utilización de las herramientas tecnológicas disponibles, aunque sus implicaciones han de realizarse también a nivel interno, para cambiar estructuras, procesos y metodologías. Es decir, que por tener una aplicación en el móvil no se consigue una transformación digital si detrás no hay todo un cambio en el planteamiento y en la utilización de los recursos tecnológicos.
La revolución empieza en el móvil
Lo que sí es cierto es que el móvil se ha convertido en la navaja suiza tecnológica: en un único dispositivo reunimos infinidad de prestaciones. Y la tendencia sigue al alza. Pasaron de ser un terminal para hacer y recibir llamadas de voz a un potente ordenador de mano con el que llevar toda nuestra vida en el bolsillo... ¿Por qué no utilizarlo también como nuestro monedero y nuestra tarjeta de crédito?
El pago con móvil es una de las tendencias más claras que se observan en el sector e implica la participación de varios agentes: el fabricante del terminal (que debe soportar, en muchos casos, tecnologías como NFC para realizar el pago sin contacto), el operador de telecomunicaciones sobre cuya red se van a efectuar las transacciones, el emisor de la tarjeta (Visa, MasterCard, American Express…) y, cómo no, la entidad bancaria.
BBVA está apostando claramente por el móvil como sistema de pago y permite a todos sus clientes utilizar este sistema simplemente descargando la aplicación BBVA Wallet de las tiendas de las diferentes plataformas. Una vez en el dispositivo, basta con introducir las claves de nuestra tarjeta para que, a partir de ese momento, nos olvidemos de sacar la tarjeta de plástico para poder efectuar todo tipo de pagos.
De esta forma, ya no es necesario llevar la tarjeta dentro del billetero, puesto que el teléfono móvil permitirá realizar los pagos y de manera segura.
Esta aplicación posibilita que incluso tengas asociadas varias tarjetas, que decidas dónde y qué quieres pagar con cada una de ellas. Además, no es necesario acceder a la aplicación cada vez que quieras efectuar un pago, puesto que simplemente acercando el móvil al terminal TPV de la tienda se podrá realizar el pago, lo que supone ahorro de tiempo, comodidad y sencillez de uso.
¿Y si yo soy el comerciante?
El pago de productos y servicios con el móvil es una gran utilidad pero, ¿qué pasa si tú eres el comerciante y quieres recibir ese pago?
Con el fin de dar respuesta también a estas situaciones, BBVA tiene aplicaciones como SmartPay, que permite utilizar el móvil, junto con un lector de tarjetas de tamaño bolsillo, para poder recibir estos cobros en el smartphone, terminando también así con las situaciones en las que el cliente no tiene efectivo suficiente encima o ahorrándote la molestia de tener que llevar demasiado dinero encima si han sido muchos los clientes que te han pagado en efectivo a lo largo de la jornada.
Pero estas innovaciones del BBVA van incluso más allá. Pensemos en la típica situación (que a todos alguna vez se nos ha dado) en la que no llevamos dinero encima (bien porque se nos haya olvidado la cartera en casa, bien porque no tengamos suficiente como para pagar un taxi ante una emergencia). Para este tipo de situaciones, BBVA tiene una respuesta: Efectivo móvil.
Con esta herramienta puedes enviarte a ti mismo o a cualquier otro usuario el dinero que necesitas para sacarlo en el cajero BBVA más cercano sin necesidad de tarjeta y utilizando únicamente tu teléfono móvil y un código que se envía al terminal para introducirlo en el cajero.
Ahora también en tu muñeca
Una de las últimas innovaciones digitales que ha llevado a cabo BBVA está en tu muñeca: si eres de los que tiene un Apple Watch, podrás (previa descarga de la aplicación) consultar el estado de tus cuentas, ver los últimos movimientos y la cantidad de dinero disponible.
Aunque se trata de una aplicación muy reciente, también lo es el reloj inteligente (se calcula que se han vendido 7 millones de unidades en todo el mundo), pero es un buen ejemplo de cómo BBVA quiere adaptar todos sus productos a cualquier innovación tecnológica que se produzca, dando libertad a sus usuarios para que gestionen sus cuentas y se relacionen con el banco cuándo, dónde y como quieran.
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