Los wearables nos acompañan desde hace más de una década. Bastante más si atendemos a la fecha de fundación de algunas empresas del sector, allá por 2007, que fueron pioneras en el desarrollo de los primeros medidores ‘ponibles’ de actividad física a través de la integración de sensores para registrar el movimiento primero y después otros parámetros de salud, como las pulsaciones.
Sin embargo, los smartwatches o relojes inteligentes son más recientes, datando sus primeras realizaciones de finales de 2013, para empezar a popularizarse en 2015, con la llegada al mercado de los grandes fabricantes de la electrónica de consumo, tras un periodo de consolidación de estos dispositivos alrededor de la parametrización de la actividad física y la salud principalmente, a la que se añade una capa smart en forma de notificaciones, respuestas a mensajes, llamadas a través de Bluetooth o mediante conectividad móvil integrada en forma de eSIM en algunos modelos.
En esta última década ha tenido lugar una cierta especialización en forma de relojes específicamente diseñados para deportistas avanzados y entusiastas, en disciplinas como el running, el ciclismo, la natación o en otras combinadas como el triatlón. Son smartwatches prémium, aunque con diseños que están más al servicio de la funcionalidad que de la estética. A medio camino tenemos smartwatches con funcionalidades avanzadas en disciplinas como el golf o el buceo, en los que prima una estética que no descuida la elegancia.
Quienes llevamos probando este tipo de wearables desde sus comienzos, hemos sido testigos de algunos hitos importantes, como la introducción de los sensores ópticos para el registro de las pulsaciones o la integración del GPS, así como la llegada de sistemas operativos basados en aplicativos en vez de depender de funcionalidades integradas en el firmware.
Si hay un fabricante que ha sabido estar a la cabeza de la innovación en esta categoría de dispositivos, ese es HUAWEI. Sus primeros HUAWEI Watch datan de 2015 y, a partir de ahí, la compañía ha ido introduciendo mejoras generación tras generación, en áreas tan relevantes como la autonomía, hasta posicionarse como uno de los fabricantes de smartwatches con mayor duración de la batería del mercado.
Mejoras también en la parametrización de la salud y la actividad física, con receptores GPS multisistema, sensores multi LED combinados con plataformas avanzadas y precisas de procesamiento de datos, sensores para capturar información sobre el corazón (pulsaciones y ECG) o sobre la rigidez arterial, sobre el sueño y la respiración durante el sueño, sobre la saturación de oxígeno en sangre (SpO2), etc.
La plataforma HUAWEI Health, a la que se accede a través de la aplicación homónima, juega también un papel imprescindible y diferenciador, recopilando, procesando y visualizando nuestros datos.
HUAWEI WATCH D2: el secreto está en hacer fácil lo difícil
En esta última década, las mejoras y los cambios en los wearables han sido más evolutivos que revolucionarios, con algunas excepciones, como el salto exponencial en autonomía que consiguió HUAWEI al introducir su propio sistema operativo y sus propios procesadores Kirin para wearables hace algunas generaciones.
Este aumento de la autonomía, sin sacrificar funcionalidades ni prestaciones, es, de hecho, un pilar fundamental para entender cómo HUAWEI ha conseguido llegar hasta el HUAWEI WATCH D2, un smartwatch que integra un sistema de medición de la presión arterial completo en la muñeca. Y sin que su apariencia delate que este reloj incorpora un airbag hinchable más una bomba de inflado que permite realizar mediciones de tensión a través del método oscilométrico, como el empleado en dispositivos Omron, sin ir más lejos.
El HUAWEI WATCH D2 es revolucionario por haber conseguido llevar al segmento de los wearables la medición de un parámetro esencial para caracterizar el estado de salud de un número significativo de personas afectadas o en riesgo de estarlo por la hipertensión arterial. Y lo hace con un grado de precisión sobresaliente para un wearable, con el respaldo de una certificación médica EUDAMED de clase IIa para la medición de la presión arterial, superior a las que estamos acostumbrados a ver en estos dispositivos para otros sensores, como la IIb.
No es un dispositivo que pretenda sustituir a un dispositivo médico, pero su uso en el ámbito personal se extiende incluso a la monitorización ambulatoria de la presión arterial (MAPA), complementando herramientas de diagnóstico como los Holter para la medición de la presión arterial durante 24 o 48 horas. HUAWEI ha introducido un modo de funcionamiento específico para hacer el seguimiento de la presión arterial a intervalos configurables por el propio usuario, tan cortos como media hora.
Ya hemos tratado con anterioridad y en detalle la puesta a punto y el proceso de medición de la presión arterial de un modo eminentemente práctico, incluyendo un análisis comparativo con las mediciones realizadas con un tensiómetro Omron de mesa.
La tecnología detrás de la revolución
Miniaturizar un dispositivo mecánico como es un medidor oscilométrico de la presión arterial no es una tarea sencilla. HUAWEI ya dio un primer paso en esta dirección en 2022 con el HUAWEI Watch D, aunque con un diseño menos sorprendente —si se quiere— y con tecnologías menos maduras que las que encontramos en el HUAWEI WATCH D2.
En una única generación, HUAWEI ha conseguido optimizar el diseño y la tecnología hasta el punto de hacer que el WATCH D2 no se diferencie en apariencia de un smartwatch al uso con pantalla rectangular. Tan solo si nos fijamos en la correa, con un diseño de dos capas, podemos pensar que estamos ante un dispositivo menos convencional de lo que aparenta.
El airbag inflable queda oculto debajo de la correa propiamente dicha, manteniendo, no obstante, el mecanismo de liberación rápida de la correa y un grado de confort excelente. El material del airbag es suave al tacto y es resistente al sudor y al agua. El HUAWEI WATCH D2 viene con certificación IP68, por lo que podremos ducharnos y bañarnos con el reloj siempre y cuando no estemos expuestos a zambullidas violentas o a chorros de agua a presión. Lo habitual en estos casos.
La correa viene con un manguito que encaja en el orificio de salida de aire en el propio reloj. Es un mecanismo extremadamente miniaturizado, construido con una precisión excepcional. La bomba de aire está en el interior del reloj, un logro extraordinario si tenemos en cuenta que no echamos nada de menos en este dispositivo con la salvedad, eso sí, de la compatibilidad con pagos a través del reloj.
Así de sencillo, y así de complejo. Miniaturizar todo este mecanismo de inflado y detección oscilométrica de los cambios de presión arterial no es una tarea sencilla y requiere de un músculo de I+D solo al alcance de unas pocas compañías. Llevar a producción y a una comercialización global una segunda generación de una tecnología como la del HUAWEI WATCH D2 es también un movimiento diferenciador.
Un paso más allá en la parametrización de la salud
HUAWEI ha conseguido ir un paso más allá en la parametrización de la salud a través de los wearables. El HUAWEI Watch D2 sigue siendo perfectamente ‘ponible’, sin que el sistema de medición de la presión suponga una incomodidad. Es más, la medición de la presión arterial durante la noche en el modo MAPA se lleva a cabo de un modo imperceptible, sin interrumpir el sueño.
La hipertensión es una de las dolencias de nuestro tiempo y tener información sobre este dato nos ayudará a identificar si estamos dentro de un grupo de riesgo o si disfrutamos de unos niveles de tensión saludables. No se trata de autodiagnosticarnos, pero sí de disponer de una herramienta que complemente el diagnóstico médico.
Los informes obtenidos a partir de HUAWEI Health se suman al revolucionario hardware, poniendo en manos de los usuarios y el personal sanitario completos resúmenes y análisis estadísticos con las mediciones durante diferentes momentos del día y de la noche.
Y sin dejar de ser un ‘smartwatch’
La integración del sistema de medida de la presión arterial no condiciona las funcionalidades habituales de un smartwatch ni la ergonomía. Ni tan siquiera la autonomía, con hasta seis días de uso sin escatimar en el uso del dispositivo.
Podemos medir la presión arterial, usar el GPS para registrar entrenamientos y actividades dentro de un repertorio de más de 80 actividades. También podemos mantener las notificaciones activadas, contestar o recibir llamadas y hacer seguimiento de las pulsaciones, los pasos, la saturación de oxígeno en sangre, el nivel de estrés, la calidad del sueño y la respiración durante el sueño y, aun así, olvidarnos de cargar el reloj durante varios días.
La estética, como se puede ver, no deja entrever que estamos ante un dispositivo capaz de medir la tensión con una precisión de +-3 mmHg. En las pruebas que realizamos en paralelo con un tensiómetro Omron, pudimos comprobar que, efectivamente, las mediciones son fiables y alineadas con las que obtenemos con dispositivos que han sido la referencia ambulatoria para una cantidad significativa de usuarios.
En los planes de HUAWEI está comercializar pulseras sin airbag. Las correas con airbag vienen con una garantía de reemplazo único durante el primer año, lo cual confiere un extra de tranquilidad para los usuarios más concienciados con la integridad de sus dispositivos. Con todo, una vez que tengamos perfilada nuestra tensión arterial, especialmente si es una tensión baja, no tendremos necesidad de realizar medidas tan frecuentes y no está de más tener opciones de personalización adicionales.
Para deportes de aventura extremos u ocasionales, como la escalada o para actividades en las que expongamos de un modo más explícito la integridad del reloj, estas correas sin airbag también vendrán bien. En cualquier caso, la robustez y comodidad del airbag están muy logradas en el HUAWEI Watch D2.
Y todo ello con un precio muy competitivo, inferior incluso al de propuestas de otros fabricantes dentro de la misma categoría de smartwatches de gama alta.
Imágenes | HUAWEI
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