En la primera entrada tocamos dos de los componentes principales, como son el microprocesador y la placa base, además de comentar un poco la extraña situación en la que se encuentra el mercado.
En esta segunda y última entrada de nuestra Guía de compras: ordenadores de sobremesa vamos a dar unas pautas para elegir el resto de componentes de un ordenador, incluyendo tanto la gráfica como todo el hardware secundario, menos importante.
Gráfica
Afortunadamente en el caso de la tarjeta gráfica la nueva generación ya ha llegado, y no tenemos los problemas que hemos sufrido con los microprocesadores, donde nos encontramos a camino entre dos generaciones una muy superior a la otra.
Tanto NVidia como ATi tienen en el mercado sus nuevas gamas de gráficas, las 9000 Series y 4000 Series respectivamente. ¿Cuál elegir?.
En primer lugar, vamos a apostar por una configuración de una única gráfica, ya que ofrece potencia más que suficiente para prácticamente todo. Tal vez se muestre algo débil en determinados videojuegos, pero para todo lo demás tendremos rendimiento más que de sobra.
Vamos a diferenciar entre los dos fabricantes.
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En NVidia se podría elegir una NVidia GeForce 9800 GTX+. Muy importante que tenga ese ‘+’ al final del nombre, ya que hay grandes diferencias frente a la que no lo tiene. Monta el núcleo G92b y tiene un precio de unos 180 euros.
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En ATi, la ATi HD Radeon 4850 sería nuestra opción. Competidora nata de la 9800 GTX+, también ronda los 180 euros y utiliza el R700.
Hace años, la cantidad de memoria que cada tarjeta utilizaba era un dato fundamental, pero ahora no lo es tanto. Sí es verdad eso de que cuanta más, mejor, aunque debido a la gran cantidad de modelos, marcas y configuraciones de memoria que existen, creo conveniente que cada uno elija su propio modelo dependiendo del precio y de lo que esté dispuesto a pagar.
En cuanto a fabricantes, yo me iría con XFX para NVidia y Sapphire para ATi, aunque Asus es buena marca en ambos fabricantes. Hay otros que están pegando fuerte, como por ejemplo EVGA o BFC en NVidia, aunque para como ya he repetido en varias ocasiones, el usuario medio no notará diferencia entre una marca u otra.
Ya la última puntualización en cuanto a la tarjeta gráfica: con la placa base y sus dos slots PCI Express hemos abierto la posibilidad de utilizar dos tarjetas en el mismo equipo, en configuraciones SLI o CrossFire para NVidia y ATi respectivamente. Puede ser interesante ahora, o puede tal vez sernos útil en unos cuantos meses para mejorar la potencia gráfica, y entonces sí, tener una buena tasa de imágenes en cualquier videojuego del mercado.
Resto de componentes
Ya hemos tocado los principales palos en el hardware de un ordenador, y ahora vamos a ser mucho más escuetos. Punto por punto vamos a repasar el resto de componentes, y daremos unas pautas básicas para la elección de un determinado modelo.
Memoria RAM
Aquí si que claramente, cuanta más memoria RAM, mejor, aunque sin pasarse. Aunque instalemos un sistema de 64 bits, yo utilizaría 4 GB de memoria RAM DDR2, divididos en dos módulos de 2 GB. Con esos 4 GB el sistema siempre va a tener memoria libre, con lo que instalar 6 u 8 GB sería desperdiciar un componente. E instalar menos no merece la pena dado el precio que tiene cada módulo.
El precio que tienen dos módulos de 2 GB depende enormemente del fabricante y del modelo y tipo de memoria. Unos módulos convencionales salen por unos 50 euros el par.
Si buscamos algo más de potencia entonces tenemos que hablar de lo que se denominan latencias. Las latencias significan un retardo que tienen las memorias en su funcionamiento, y se indican en las memorias con cuatro números. Por ejemplo, 5-5-5-15 (el último número siempre es mayor que el resto). La regla es muy básica: a menor latencia, mejor.
Para el usuario medio, con los módulos de memoria más básicos tendrá más que suficiente. Eso si, que sean dos módulos iguales para aprovechar el Dual Channel de la placa base.
Discos duros
Lo ideal, discos duros de 3.5 pulgadas con velocidad de giro de 7.200 rpm. La caché que tengan no es un elemento fundamental, y la capacidad ya depende de la preferencia personal. Es bastante común encontrar discos de 500 GB de capacidad con un precio de unos 60 euros.
Tal vez pueda resultar interesante buscar discos para configurar un RAID 0, con el que no se pierde capacidad. Cualquier par de discos duros valdrá, aunque es preferible que sean idénticos tanto en capacidad como en fabricante y modelo. De igual forma, la placa base ha de ofrecer la posibilidad de configurar RAIDs de discos duros.
Caja y fuente de alimentación
Es uno de los puntos donde siempre he tenido algo de reparo. Si quieres ahorrate unos euros, existen cajas muy cutres por 30-40 euros, que funcionar… funcionan. Incluso, algunas traen una fuente de alimentación pequeña, de 350, 400 o 450 vatios.
Por otro lado, si tu presupuesto es aceptable puedes irte a por una torre de gama media/alta, por unos 150-200 euros, aunque lógicamente que una caja sea mejor no influye notablemente el rendimiento de cada componente.. Las principales diferencias estarían en el diseño y, posiblemente, en la distribución de ventiladores a lo largo de la caja, los cuales generan mejores o peores flujos de aire que ventilan mejor o peor los componentes.
El principal fabricante en este campo es Lian-Li, aunque he de reconocer que la Antec P180 que probé con el Mountain NextGen i7 me dejó muy asombrado. Es una fantástica caja.
Ahora bien, es en la fuente de alimentación donde vamos a invertir un poco más, porque al fin y al cabo es lo que está haciendo que nuestro ordenador funcione.
Con una fuente de 550 vatios hay más que suficiente para hacer funcionar un ordenador con una gráfica. Una buena fuente de esta potencia ronda los 50-60 euros.
Si vamos a montar, ahora o en un futuro, doble gráfica, entonces es preferible que vayamos algo más lejos, con una fuente de 750 u 800 vatios, que ya se acercan a los 100-110 euros.
¿Marcas?. Yo he probado algunas Thermaltake, aunque la calidad/precio me ha parecido algo pobre. Me han hablado muy bien de Xilence y Tacens, aunque la lista de fabricantes de fuentes de alimentación es enorme, tal y como podéis comprobar en cualquier tienda de hardware medianamente especializada.
Unidades ópticas
Muy sencillo: ¿vas a utilizar discos Blu-Ray?. Entonces por unos 70 euros ya están disponibles algunas lectoras, que no grabadoras. ¿No?. Entonces por menos de 20 euros tienes la clásica lectura/grabadora de DVD.
Yo recomendaría lo segundo, ya que Blu-Ray aún no ha cuajado del todo entre los usuarios y tiene que seguir bajando de precio en los próximos meses.
Ventiladores y disipadores
Como norma general, la gran mayoría de ventiladores y disipadores del mercado cumplen su función. Si buscamos una pequeña evolución, en CPU entonces sí recomendaría mejorarlo, ya que por 30-40 euros encontramos cosas muy interesantes.
En GPU no suele merecer la pena a no ser que vayamos a overclockear los núcleos o que la gráfica sea una auténtica sartén para freir chorizos, caso en el que sí recomendaría un módulo de refrigeración adicional que tiene un precio de unos 20-25 euros. En cuanto a los ventiladores de la caja, la propia torre suele traer unos cuantos ya instalados. Si queremos reducir el ruido o mejorar los flujos de aire podemos comprarlos aparte, aunque no suele algo fundamental.
Tal vez pueda servir como ayuda que os comente que en Internet existen cientos de páginas que analizan minuciosamente los disipadores de CPU, estudiando las diferencias de temperatura y ruido y comparándolos con los ventiladores ‘de fábrica’, así como todas sus ventajas y desventajas.
Resto
En general, el resto de componentes que aún no hemos comentado pueden elegirse al gusto del consumidor sin que esto vaya a repercutir en el comportamiento del sistema.
Llegados a este punto, yo buscaría la comodidad. Con esto quiero decir, por ejemplo, que podemos instalar un lector de tarjetas si lo vamos a utilizar con cierta frecuencia, o una doble unidad óptica si hacemos gran uso de discos o copias de seguridad al vuelo.
Conclusiones
Un sistema configurado según las pautas escritas en esta guía de compras ronda un precio aproximado de 700 euros, ofreciendo lo siguiente:
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Microprocesador de cuatro núcleos.
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4 GB de memoria DDR2.
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Gráfica de última generación de gama media-alta.
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Posibilidad de instalar en un futuro otra gráfica.
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Fuente de alimentación de 550-600 vatios.
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Disco duro de 500 GB.
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Torre formato ATX.
Tanto una configuración con Intel o AMD, como con NVidia o ATi tendrían un precio muy parecido, con un rendimiento similar.
Este equipo goza la principal ventaja de ser parcialmente ampliable en un futuro. Quizá no en microprocesador, ya que vamos a tener una restricción por el socket, pero sí en memoria RAM y en gráfica. Además, los microprocesadores utilizados en los dos fabricantes son de los más potentes que hay actualmente, y deberían ofrecer una potencia más que suficiente para las tareas cotidianas de un usuario medio, incluso algo avanzado.
Sobra decir que esta configuración sería sólo de lo que es la torre, mal llamada “CPU” por algunos. A mayores habría que comprar un monitor, un juego de altavoces y un ratón y teclado, aunque muchos podrán reciclarlos de su antiguo ordenador.
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