Cuando se habla del futuro enlace Fehmarnbelt es difícil, muy difícil, no utilizar una y otra vez la palabra faraónico. Porque lo es. El conducto que conectará dentro de unos años las islas de Lolland, en Dinamarca, y Fehmarn, en Alemania, será, de entrada, el túnel sumergido más largo del mundo. Medirá 17,6 kilómetros, alcanzará los 40 metros bajo las aguas del Báltico en su punto más profundo y su presupuesto de construcción ronda los 7.100 millones de euros. Dentro acogerá dos tramos de autopista con doble carril y dos vías de ferrocarril electrificadas, además de galerías de servicio.
Sí, el Eurotúnel y el subterráneo de Seikan, en Japón, son bastante más largos —la sección submarina del primero ronda los 38 km y la del segundo pasa de los 23 km—; pero en en el Báltico han optado por una fórmula distinta. El futuro túnel de Fehmarnbelt no avanzará con la perforación del lecho marino. Primero se excavará una zanja y luego se dispondrán estructuras prefabricadas de hormigón y acero. En total incorporará 79 piezas individuales y otras diez más pequeñas.
Según detallan sus responsables, cada una de los segmentos estándar pesa cerca de 73.000 toneladas y mide 217 metros de largo, 42 metros de ancho y 10 de alto. Durante la construcción se excavarán alrededor 15 millones de metros cúbicos de arena y tierra del fondo marino y harán falta alrededor de 360.000 toneladas de barras de refuerzo y una ingente cantidad de hormigón.
El centro y norte de Europa, más unidos
Para disponer todas las piezas que conformarán la estructura, sus responsables prevén abrir un surco en el fondo del mar Báltico de unos 60 metros de ancho y 16 de profundidad. Con esa "cama" lista, trasladarán los segmentos prefabricados con ayuda de remolcadores, los descenderán y unirán. Cuando la estructura esté terminada los operarios se centrarán en los interiores, encargándose de preparar las vías, los sistemas de comunicación, ventilación, bombas, electrificación... Las obras del subterráneo arrancaron a finales de 2020 y el cronograma prevé que estén listas en 2029.
Con tamaño despliegue técnico, su huella en el entorno es considerable. Fermern anota que el proyecto incluye instalaciones adicionales en tierra tanto en Dinamarca como Alemania y el equipo para las obras se ha desplegado en Rødbyhavn, en la costa danesa. La fábrica que se encargará de fabricar las piezas de 217 metros de largo se sitúa del lado danés, ocupa una vasta extensión que equivale a aproximadamente a 140 campos de fútbol y dará empleo a miles de personas.
Tag en tur gennem Femern-tunnelen. pic.twitter.com/k3gsOORigC
— Femern A/S (@FemernAS) October 26, 2018
Hace unas semanas El País publicaba un reportaje en el que se hacía eco de los recelos de autoridades locales y ecologistas precisamente por el impacto de los trabajos, que se prolongarán a lo largo de toda la década y, alertan, podría afectar también al turismo de Fehmarn. La postura no es unánime, claro. En Lolland se celebraba hace poco el empleo y afluencia que generará el túnel.
El gran atractivo del Fehmarnbelt es, sin embargo, el enlace que abrirá entre Alemania y Dinamarca, suturando una brecha entre el centro y norte de Europa. Fermern explica que, una vez esté listo, moverse de Rødbyhavn, en la costa danesa, a Puttgarden, en la germana, exigirá un viaje de apenas diez minutos en tren o siete en coche. "Los usuarios de la carretera y los pasajeros del ferrocarril ahorrarán alrededor de una hora en cada sentido en comparación con el ferry. El enlace estará abierto las 24 horas del día, ya que no se ve afectado por el viento o el clima", anota la compañía. Quienes quiera usar la nueva estructura, eso sí, tendrá que hacer frente a peajes.
La línea ferroviaria, electrificada, estará preparada para que los trenes puedan alcanzar los 200 kilómetros por hora. Sus responsables aseguran además que, una vez esté concluido, Fehmarnbelt Fixed Link será también el túnel combinado de carretera y ferrocarril más largo del mundo. "Si hoy hiciera un viaje en tren de Copenhague a Hamburgo tardaría alrededor de cuatro horas y media. Cuando el túnel esté terminado, el mismo viaje tomará dos horas y media", destacaba a finales de 2020 Jens Ole Kaslund, director técnico de la compañía danesa Femern A/S, a la CNN.
Imágenes y vídeo | Femern
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