Mucho se ha especulado desde que Elon Musk anunciara que Tesla está lista para lanzar una batería para el hogar que va a revolucionar el mercado de la energía, pero ¿cómo debería ser la batería de Tesla para ayudar a tener alternativa a las eléctricas?
Actualmente ya existen sistemas de baterías para dotar de autonomía a instalaciones fotovoltaicas para el autoconsumo, pero normalmente solo suelen resultar interesantes para viviendas no conectadas a la red eléctrica, en las que sale más caro hacer llegar la electricidad hasta ellas que producirla y almacernarla.
El panorama que plantea el nuevo decreto para el autoconsumo
Como hemos comentado, en principio las instalaciones independientes solo tienen sentido para viviendas aisladas de la red. Sin embargo, con el nuevo decreto que regula la producción de energía eléctrica para el autoconsumo en el horizonte, un sistema desconectado de la red cobra cada vez más sentido.
Este nuevo decreto, aún no confirmado, plantea para cualquier vivienda con una instalación fotovoltaica conectada a la red, aunque sea pequeña, lo que se ha llamado un peaje de respaldo, complementario al que ya pagamos todos los usuarios por cada kW de potencia contratado, que es el peaje de acceso, y se paga por cada kW de potencia contratado (unos 45 euros por kWp al año).
Este peaje de respaldo, diseñado supuestamente para compensar a las compañías por el sobrecoste de la distribución, ahora que tenemos pensado consumir menos gracias a nuestra placa solar. La idea de este peaje de respaldo es que paguemos 0,06 euros por cada kWh que produzcamos y consumamos.
Sí, la idea es cobrarnos por toda la energía que consumimos, aunque la hayamos producido nosotros mismos, para compensar que gastamos menos de la que ellos producen, y por tanto los costes de distribución son proporcionalmente mayores. Además, tampoco está previsto ningún sistema de compensación por la energía que vertamos a la red, que regalaremos al sistema, aunque por esa, afortunadamente, no deberemos pagar por haberla producido.
Los números y problemas de las baterías actuales
Actualmente, los sistemas de baterías para instalaciones fotovoltaicas independientes presentan principalmente un problema de amortización, condicionados principalmente por su elevado precio, pero sobre todo por su durabilidad y autonomía. Lo que hace que las instalaciones se amorticen en torno a los 17-18 20 años, tal como veremos a continuación con los cálculos, cuando su vida útil es de 25.
Y es que aunque depende mucho de su uso, estas baterías duran entre 10 y 15 años (2.500 ciclos), siendo capaces de almacenar la energía necesaria para hasta tres días, por lo que es necesario sustituirlas a mitad de la vida útil de las placas (estimado en un mínimo de 25 años), incrementando sensiblemente el coste total de la instalación.
A continuación vamos a ver el ejemplo de instalar en casa un Kit de 1.500 KW de potencia instalada, con capacidad de generar unos 2.250 kWh anuales (si bien este dato varía según ubicación y orientación). Es menos de lo que consume un hogar de media (entre 3.000 y 3.500 kWh al año) pero con un uso adecuado y ajustando nuestro consumo, es algo viable.
Estos son los números considerando el precio por kWh fijo (aunque lo lógico es que suba en torno a un 3%) pero también ignorando el coste de oportunidad que supone no invertir ese dinero destinado a la instalación solar fotovoltaica en, por ejemplo, un plan de pensiones o un fondo.
Fotovoltaica | Convencional | ||
Producción anual instalada | 2.250 kWh | Consumo Eléctrico Anual |
2.250 kWh |
Paneles e Instalación | Coste kWh | 0.13 € | |
Baterías | Consumo Anual | 292,5 € | |
Recambo Baterías | Peaje Anual | 148,5 € | |
Total | 9.100 € | Total Anual | 441 € |
Amortización |
¿Cómo debe ser la batería Tesla para ayudar a tener una alternativa real a las eléctricas tradicionales?
Para que los datos de estas instalaciones fotovoltaicas independientes sean viables, es necesario que la batería de Tesla ayude a mejorar los números y la autonomía. Por ello, para ofrecer una alternativa real a las electricas tradicionales, la batería de Tesla debería de ser:
- Más económica: Para poder reducir la inversión inicial necesaria para alimentar a una vivienda de tamaño y consumo medio.
- Más duradera: Para reducir el coste que supone reemplazar las baterías a mitad del ciclo de vida útil del resto de la instalación.
- Con mayor autonomía: Para proteger al usuario frente a periodos prolongados con poca radiación solar o permitir instalaciones mayores con un poste contenido.
Supongamos que se cumplen estas tres premisas y que la nueva batería de Tesla es un más económica (por ejemplo, 1.000 2.000 euros para una equivalente a la del ejemplo anterior) y que tiene una vida útil de 25 años, igual que el resto de la instalación.
Si ahora rehacemos los cálculos, comprobamos que la rentabilidad crece y el tiempo de amortización se reduce considerablemente, hasta menos de 16 13 años, de nuevo sin tener en cuenta el incremento del precio del kWh y la cuota fija.
Fotovoltaica | Convencional | ||
Potencia anual | 2.250 kWh | Consumo Eléctrico Anual |
2.250 kWh |
Paneles e Instalación | Coste kWh | 0.13 € | |
Batería Tesla | Consumo Anual | 292,5 € | |
Recambio Baterías | - | Peaje Anual | 148,5 € |
Total | Total Anual | 441 € | |
Amortización |
¿Y si las baterías Tesla consiguieran aunar los intereses de eléctricas y consumidores?
Hasta ahora, hemos planteado lo que puede ofrecer esta batería Tesla a lo usuarios para "librarse" de las ataduras y costes que supone concetarse a la red eléctrica (peaje de acceso, peaje de respaldo y precio por kWh), pero también puede ser un punto de partida para aunar los intereses de eléctricas y consumidores. Porque también hay que tener en cuenta que si cada vez más gente optara por el autoconsumo totalmente separado de la red eléctrica, el resto vería como se incremetaría la parte fija de la factura, ya que los gastos de distribución se repartirían entre menos usuarios.
Y es que uno de los mayores problemas de la red eléctrica actual son los costes de distribución. A pesar de que la corriente alterna permite transportar grandes cantidades de energía a alto voltaje con secciones de cable relativamente pequeñas, las pérdidas no son desdeñables, alcanzando en el transporte en torno al 3% por cada 1.000 kilómetros.
Es por eso que la idea de que en casa hubiera una batería conectada a la red podría aunar los intereses de compañías eléctricas y consumidores. Esta red de baterías domésticas ayudaría a reducir los costes de producción y distribución, respondiendo mejor a las variaciones de la demanda y disminuyendo las pérdidas en el transporte.
Incluso, además de la energía producida por nuestras placas, las baterías podrían almacenar energía de las centrales eléctricas con el fin de verterlas a la red cuando aumentara la demanda. Así no harían falta tantas plantas productoras de electricidad para atender a los picos de demanda.
Lógicamente, todo esto debería ir acompañado de una legislación que resultara interesante también para los consumidores. Una con sistemas de compensación a la producción, que incentivara a disponer de sistemas conectados a la red y no completamente independientes, que es lo que parece alentar la prevista actualmente, y que como hemos visto podría ser viable a poco que la batería para el hogar anunciada por Tesla sea tan revolucionaria como promete.
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