Màxim Huerta se ha convertido en el ministro más breve de la democracia. Ni una semana ha durado el nuevo ministro de Cultura y Deporte, que tras jurar su cargo el pasado jueves acaba de anunciar su dimisión tras destaparse hace unas horas que podría haber defraudado a Hacienda 218.322 euros con una sociedad que montó en 2006.
Tras la polémica desatada al conocerse la noticia, y después de que el presidente Pedro Sánchez se comprometiese en 2015 a fulminar a quien creara una empresa "para pagar menos impuestos", al periodista y escritor no le ha quedado otra que abandonar su cargo a pesar de asegurar que ya pagó lo que le correspondía y que lleva diez años al corriente con Hacienda.
Huerta ha asegurado que ha tomado la decisión "sabiendo que es inocente", y explicando que pagó al fisco el dinero que le reclamaron. También ha dicho que la decisión ha venido motivada por "las dos cosas que más le importan en la vida", que son la cultura y la transparencia en la política. También ha cargado contra la "sociedad desinformada" y la cultura de la bronca en redes sociales.
"He pagado esta multa dos veces: la primera abonando lo que Hacienda me reclamó con carácter retroactivo, y la segunda ahora y aquí", ha dicho. Luego ha asegurado que hay momentos en los que uno tiene que retirarse para hacer lo que ama, y que él ama la cultura. También ha dicho que esta es una polémica que sólo busca acabar con el proyecto de Pedro Sánchez, y que dimite para que esto no pueda hacerse.
Tras admitir los hechos y asegurar que todo estaba ya en orden, inicialmente Pedro Sánchez había descartado su dimisión dando por buenas sus explicaciones. Pero tras continuar el revuelo, hace un par de horas se filtraba que se estaba empezando a considerar su destitución, un cambio de actitud que ha acabado con la dimisión de hoy.
Se nos va un ministro que antes de su nombramiento había criticado duramente a Internet y las descargas online con declaraciones como que "el auténtico contenido sin desarrollo, barato, la auténtica fast food de contenidos, abunda mucho más en internet". Ahora queda la interrogante de ver quién acaba siendo su sucesor, y cuál es su postura respecto a las nuevas tecnologías.
Una dimisión fulminante
Tal y como desveló esta mañana El Confidencial, los problemas de Màxim Huerta con el fisco tuvieron lugar cuando trabajaba como presentador en 'El programa de Ana Rosa’ de Telecinco en los ejercicios 2006, 2007 y 2008. Así lo establecen dos sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) que fueron emitidas en mayo de 2017.
Según estas sentencias y El Confidencial, el hasta ahora ministro habría defraudado al fisco un total de 218.322 euros utilizando una sociedad de la que él era único accionista y administrador desde enero de 2006. Por eso tuvo que afrontar el pago de una liquidación total de 365.938 euros por los tres ejercicios, además de un recargo del 50% de multa e intereses de demora.
Sin embargo, no es un fraude en el sentido de ocultar ingresos. Tal y como defienden numerosos expertos, no se trata de un fraude fiscal, sino de una infracción administrativa. No trató de ocultar dinero, sino que lo tributó incorrectamente. En cualquier caso, de nada han servido estas explicaciones de cara a unas redes sociales que han ardido enseguida con la noticia.
Esta actividad, en el caso de que realmente hubiera creado una empresa únicamente para deducirse pagos y tener que pagar menos impuestos, había sido duramente criticada por Pedro Sánchez en 2015. Numerosos medios se han hecho eco hoy de aquellas declaraciones para presionar al actual ejecutivo, una presión que también llevamos viendo horas en las redes sociales.
"Si yo tengo en la ejecutiva general de mi partido, en mi dirección, a un responsable político que crea una sociedad interpuesta para pagar la mitad de los impuestos que le toca pagar, esa persona al día siguiente estaría fuera de mi ejecutiva", decía Sánchez en 2015.
Durante la mañana, Huerta también ha explicado que no informó a Sánchez de este asunto antes de asumir su cargo porque "era un asunto personal, una cuestión privada en la que yo asumí mis responsabilidades" y que cerró "hace 10 años", escudándose de paso en que otros escritores, creadores y periodistas tuvieron problemas similares.
Tras la dimisión, ahora queda ver quién será la persona elegida para sustituir a Huerta al frente del ministerio de Cultura y Deporte, y cual es su perfil. Estaremos atentos para contar cualquier novedad al respecto y su impacto en la cultura digital.
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