La del USS Albacore (SS-218) fue una historia fugaz. Fugaz a su modo. El navío, un submarino de la clase Gato de algo más de 95 metros de largo, se botó a comienzos de 1942 en EEUU y tras jugar un papel destacado durante la Segunda Guerra Mundial se esfumó del mapa menos de tres años después, a finales de 1944.
Lo hizo igual que si se lo hubieran tragado las aguas del Pacífico y dejando una hoja de servicio tan breve como intensa. Ahora, ocho décadas después, el SS-218 acaba de escribir su último capítulo. O mejor dicho, hemos sido nosotros quienes al fin hemos podido aclarar qué suerte corrió en 1944. Unos investigadores lograron localizar el año pasado sus restos hundidos frente a las costas de Hokkaido, en Japón.
Su hallazgo no solo ayuda a completar la crónica de la Segunda Guerra Mundial y la historia naval de EEUU. Sirve también para zanjar un misterio cuya resolución se intuía, pero carecía aún de una respuesta definitiva: qué pasó con el sumergible de la clase Gato que se perdió aquel 7 de noviembre de hace ya 79 años.
Resolver una duda de 79 años
El descubrimiento del pecio fue mérito del equipo del doctor Tamaki Ura, de la Universidad de Tokio, quien se basó en los registros del Japan Center for Asian Historical Records (JACAR) sobre la pérdida de un submarino estadounidense el 7 de noviembre de 1944. Con ayuda de un vehículo teledirigido el equipo dirigido por el doctor Ura pudo recopilar datos y confirmar los registros históricos.
La tarea no fue sencilla. Las fuertes corrientes, las algas y maleza acuática desarrollada en la zona y, en general, la escasa visibilidad, complicaron los trabajos para documentar el pecio y lograr imágenes. El vídeo tomado por el equipo de Ura muestra en cualquier caso ciertas características que confirman que los restos pertenecen a un sumergible de la clase Gato de de finales de 1944.
Del USS Albacore se conocen además ciertos rasgos documentados antes de su última misión de patrulla que ayudan a identificarlo, como que disponía de una antena parabólica de radar SJ, mástil y una fila de orificios de ventilación en su parte superior o que carecía de placas de acero en el borde superior del espejo de popa. Todas esas características han permitido verificar a la UAB, la Sección de Arqueología Subacuática del Comando de Historia y Patrimonio Naval de EEUU (NHHC), que lo que ha localizado el equipo de Ura es el viejo submarino.
El hallazgo tiene un valor especial, ya que, como recordaba la Armada estadounidense, el Albacore es mucho más que un viejo submarino hundido, por más importante que haya sido su papel en la guerra. Por encima de eso es "el lugar de descanso final para marineros que dieron su vida en defensa" de los EEUU: "Debe ser respetado por todas las partes como una tumba de guerra".
El Albacore fue obra de Electric Boat Company, que lo construyó en Groton, Connecticut. Entró en servicio en junio de 1942 y antes de que se le perdiera la pista logró completar 11 patrullas y acumuló una hoja de servicio más que notable: 10 hundimientos de barcos enemigos confirmados y otros tres aún sin verificar, lo que le permitió conquistar nueve estrellas de batalla y cuatro menciones.
El buque pertenecía a la Gato-class, la misma en la que se enmarcaba el USS Amberjacj (SS-19), que aparece en la imagen principal. Medía unos 95 metros de largo con una manga de algo más de ocho metros y podía alcanzar una marcha, en sus mejores condiciones, de 20,2 nudos. Incorporaba varias ametralladoras y lanzatorpedos, lo que contribuyó al papel que jugó durante la guerra.
Su enigmático final ayudó a completar su mito.
A finales de octubre de 1944 dejó Pearl Harbor y poco después pasaba por Mindway para llenar sus tanques de combustible. No volvió a saberse nada más de él. Los registros japoneses aseguran que días más tarde, el 7 de noviembre, un submarino golpeó una mina próxima a la costa, al noreste de Hokkaido.
Una lancha patrullera nipona pudo contemplar la explosión y cómo emergían a la superficie corcho, ropa de cama, suministros y una gran cantidad de petróleo.
El 21 de diciembre se dio al Albacore por perdido y su nombre acabó borrado de la lista de la Armada el 30 de marzo del 45. Si bien ya entonces se suponía que el incidente registrado en Hokkaido estaba relacionado con el malogrado SS-218, tantos años después, gracias a los investigadores, podemos poner punto y final a su crónica.
Imagen de portada | Alex Lindeman (Flickr), America´s Navy y Naval History and Heritage Command
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*Una versión anterior de este artículo se publicó en febrero de 2023