Cuando hablamos de los problemas de las baterías el blanco de las críticas siempre suele ser el mismo: la capacidad de las mismas. Si bien es cierto que este es el gran reto, hay otras cuestiones que también hay que solucionar. ¿El qué? Hacerlas más económicas por ejemplos aunque que se cargaran rápido también sería un gran avance.
De entre todas las soluciones para abaratar la producción de las baterías destaca el proyecto de Yet-Ming Chiang, un profesor de ciencias de los materiales en el MIT. ¿Cómo pretende hacerlo? Resulta más fácil decirlo que hacerlo, aunque cuesta entenderlo un poco también: creando una red de nanopartículas en un líquido para que la corriente eléctrica fluya y produzca más energía que si estuviera en una estructura sólida.
Baterías en estado líquido
Explicado así puede sonar un poco confuso pero veamos cómo funciona una batería convencional: la energía se carga y descarga en un sólo contenedor de estado sólido. Si fluyera,se podría almacenar en soportes más grandes y se podría inyectar a baterías donde se pudiera cargar o descargar ese líquido. Es decir, se pasaría de un estado sólido a uno líquido en el soporte donde se almacena la energía.
El objetivo de este tipo de baterías es aprovechar el impulso de las energías renovables para crear sistemas de almacenamiento para las placas solares, molinos eólicos, etc. Aquí, las baterías convencionales tienen un gasto bastante elevado y con este sistema que proponen en el MIT se podría, al parecer, ahorrar mucho dinero.
El objetivo es conseguir que producir un kilovatio hora cueste menos de 100 dólares y este tipo de baterías al menos aguanten una década. Un proyecto muy interesante pero que resulta un poco abstracto. Es un avance, sobre el papel, bastante prometedor pero nos deja la misma sensación que otras investigaciones: ¿cuándo veremos esto en un dispositivo final?
Con este comentario no quiero quitarle mérito a su desarrollador pero la sensación cuando se anuncian este tipo de avances se repite una y otra vez. Es cierto que la ciencia evoluciona de forma lenta e integrar estos sistemas en dispositivos comerciales no es fácil. No hay duda de eso pero siempre son tan prometedores que resulta difícil no quererlo pronto.
Vía | Technology Review
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