Con el verano las piscinas cobran especial protagonismo, y aunque los aficionados a nadar pueden hacerlo durante todo el año en polideportivos, ahora es la época en la que muchos aprovechamos para practicar este deporte.
Yo lo hago desde hace unos años. Tengo molestias habituales en la espalda, y la natación suele ser una forma recomendada de fortalecer la musculatura de la zona sin que haya impacto en las articulaciones o la columna vertebral.
Primero, eso sí, realicé un curso para mejorar la técnica: era de los que más que nadar se peleaban con el agua, pero tras unos meses la cosa cambió radicalmente: puedo nadar sin cansarme demasiado —a ritmos tranquilos, eso sí— durante largos periodos de tiempo.
El problema, como sucede con otros deportes solitarios, es el de que uno puede llegar a aburrirse. Quienes corren tienen a su disposición la posibilidad de escuchar música o podcasts de forma sencilla con una gran variedad de soluciones, pero para quienes nadan las cosas son más complicadas.
En los últimos años he probado tres productos distintos para poder escuchar música y podcasts durante las sesiones de natación. Primero fui a una solución modesta "por probar", y me compré unos cascos intraaurales modestos de Decathlon, los Nabaiiji Swimmusic 100.
Aquello funcionaba, pero la calidad y volumen del audio era limitado —los podcasts, por ejemplo, no se escuchaban nada bien—, y no tardé mucho en apostar por una solución más ambiciosa: los Sony Walkman NW-WS413 que integraban una memoria de 4 GB, más que suficiente directamente en su estructura.
El sonido claramente ganó enteros, pero una vez más el problema era que se trataba de un modelo de auricular intraaural. Aunque las almohadillas ayudan a mitigar los problemas, los movimientos al nadar suelen provocar que el agua cabe entrando en el oído y den problemas en la reproducción.
Para mí la prueba definitiva eran los podcasts, y de nuevo los auriculares de Sony no acababan de superar la prueba. El volumen volvía a ser algo limitado —aunque desde luego mejor que el de los del Decathlon— y la entrada de agua acababa por hacer incómodas las sesiones, ya que tenía que parar unos momentos para sccudir un poco los auriculares (y mi cabeza) y volver a colocarme los auriculares.
Había oído hablar de los auriculares de conducción ósea, pero no acababa de estar seguro de que esta tecnología pudiera ser realmente eficiente bajo el agua.
Aun así, tras leer algunos análisis decidí dar el salto a los SHOKZ OpenSwim, unos auriculares deportivos de conducción ósea que cuentan con resistencia al agua IP68, 4 GB de memoria y unas 8 horas de autonomía.
SHOKZ OpenSwim Auriculares Deportivos conducción ósea Open-Ear, MP3 para natación, Resistencia al Agua IP68, 4 GB de Memoria, 8h Duración Batería, Correr(sin Bluetooth), con Tapones para los oídos
Este fabricante hace tiempo que ofrece este y otros modelos de auriculares deportivos con esta tecnología, y las buenas críticas de sus productos prometían. Para cargarlos y transferir los contenidos se usa una pequeña "cápsula" en la que se introducen los auriculares.
Los contactos metálicos permiten realizar esos procesos sin problemas a través de una conexión USB-A, y tras cargarlos y añadir algunas canciones y podcasts, me fui a probarlos. En la caja, por cierto, también se incluyen unos tapones de oídos que como comentaré ahora mismo son bastante más importantes de lo que parece inicialmente.
Desde el primer momento la diferencia en calidad de audio y volumen fue evidente con respecto a las anteriores soluciones que había probado, pero es que al colocarme los tapones en los oídos la cosa fue aún mejor: al usarlos te aislas aún más del ruido exterior —como el que haces al nadar—, y eso hace que el sonido que llega de los auriculares mejore en volumen y claridad.
Pero es que además la tecnología de conducción ósea casi parece mágica, y lo parece aún más bajo el agua, donde uno diría que algo así debería funcionar peor. No notas nada y de hecho la sensación es la de tener unos cascos intraaurales conectados. Es sorprendente.
Pronto llegó la prueba definitiva: nadar escuchando un podcast. Desde el primer momento comprobé cómo podía disfrutar de este tipo de contenido mientras me hacía mis largos, y desde entonces cada vez que he retomado las sesiones de natación lo he hecho con esa garantía de poder disfrutar mientras de mi música preferida o algún podcast con el que hacer las sesiones mucho más entretenidas.
Así pues, si os gusta nadar pero os resulta algo pesado, este tipo de producto puede ser todo un descubrimiento. Para mí, desde luego, lo ha sido (y lo está siendo).
SHOKZ OpenSwim Auriculares Deportivos conducción ósea Open-Ear, MP3 para natación, Resistencia al Agua IP68, 4 GB de Memoria, 8h Duración Batería, Correr(sin Bluetooth), con Tapones para los oídos
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