Silicon Valley está perdiendo su atractivo entre las compañías tecnológicas, como evidencian la marcha de la Bahía de San Francisco de gigantes del sector como Tesla, Oracle o HP. La época dorada de la que ha sido la meca tech mundial de las últimas décadas podría estar llegando a su fin, y hay varias ciudades y estados que optan a quedarse con un trozo del suculento pastel. El territorio al que más empresas IT se han marchado es, por el momento, Texas, pero la ciudad de Miami, en Florida, también ha presentado su candidatura a través de su alcalde, Francis Suarez.
El responsable del consistorio miamense empezó a cobrar protagonismo en el sector tecnológico a finales de 2020, cuando un ingeniero de San Francisco sugirió en Twitter que deberían trasladar su actividad de Silicon Valley a Miami. Suarez le respondió “¿cómo puedo ayudar?”, y su tuit pronto generó 2,3 millones de impresiones orgánicas, según datos de la cadena de televisión estadounidense CNBC. A partir de ese momento, casi sin quererlo, desató una ola de interés tech por la ciudad bañada por el Atlántico que ha tratado de capitalizar en los últimos cinco meses.
Desde entonces, Suarez ha lanzado diferentes propuestas para atraer a empresas e inversión tecnológica. Algunas, como la idea de pagar sueldos públicos y recaudar impuestos con criptomonedas, algo extravagantes, y otras, como los incentivos fiscales y la promesa de una mayor calidad de vida, mucho más firmes.
El interés de Suarez por atraer a empresas tecnológicas a Miami no es nuevo, ya que lleva trabajando en ello desde hace una década, pero en el último año ha encontrado un aliado inesperado: el coronavirus. La pandemia ha cambiado la mentalidad de muchas empresas de Silicon Valley, que cada vez son más partidarias del teletrabajo, lo que ha hecho que también se replanteen la necesidad de contar con grandes oficinas en San Francisco, una de las ciudades más caras del mundo y que han pasado buena parte del 2020 vacías, en un Estado que, además, tiene altas cargas impositivas.
De esta forma, y espoleado por la repentina viralización de su tuit, Suarez ha mantenido en los últimos meses reuniones con ejecutivos de grandes tecnológicas para que trasladen sus empresas a la ciudad.
Cobra tu sueldo en Bitcoins
Uno de los anuncios de Suarez que más ruido ha generado en los últimos meses ha sido el de que quiere convertir Miami en la capital mundial del Bitcoin. Para ello, tiene la intención de normalizar el uso de las criptomonedas en la ciudad y ha propuesto que los funcionarios tengan la opción de cobrar parte de su sueldo en criptodivisas, y que los impuestos se puedan pagar también con este tipo de moneda. En febrero ya informamos de que el primer borrador de esta iniciativa había sido aprobado de forma preliminar por la comisión de gobierno local.
Y hay más. Suarez también quiere que parte de los fondos de la ciudad se conserven en Bitcoins, lo que ha generado cierta polémica entre las fuerzas políticas de la ciudad ante la volatilidad y la falta de regulación clara de las criptodivisas.
Más allá de la visibilidad que esto le está generando, lo cierto es que la ciudad ya ha empezado a atraer inversión de empresas del sector. Así, por ejemplo, la compañía de criptomonedas FTX llegó a un acuerdo en marzo con los responsables del estadio del equipo de baloncesto de la ciudad, los Miami Heats, para que pasase a llamarse FTX Arena, según informó la Agencia EFE. Hasta finales de 2020 se había llamado American Airlines Arena.
Los impuestos son el verdadero atractivo
No obstante, más allá de que el Bitcoin se pueda convertir en moneda de uso común o la siempre atractiva perspectiva de trabajar a orillas del mar, la verdadera arma de Suarez para atraer a empresas tecnológicas es la baja tasa impositiva a sociedades del Estado de Florida. Unos impuestos bajos a los que hay que sumar que el alcalde ha anunciado incentivos fiscales para las compañías que se asienten en Miami.
Y es que la tasa de impuestos a sociedades combinada -estatal y federal- en Florida es de aproximadamente de un 24,5%, mientras que en California es de un 28% y en Nueva York de algo más de un 26%, según el diario El Economista. En Texas, por su parte, es de un 21%, lo que explica que muchas tecnológicas ya hayan hecho sus maletas hacia el Estado sureño. Con los incentivos fiscales anunciados por Suarez, Miami podría acercarse bastante a las cifras tejanas.
Por lo demás, Suarez también está intentando potenciar el ecosistema tecnológico a través de la financiación de startups del sector con sede en Miami, para las que ha creado, mediante un acuerdo con SoftBank, un fondo de inversión de 100 millones de dólares.
Muchas de estas medidas han sido anunciadas en los últimos cinco meses, en los que el alcalde también ha mantenido reuniones con representantes de multitud de empresas tecnológicas, según afirman varios medios locales. Por lo tanto, aún es pronto para saber si su propuesta calará frente a la tejana, más atractiva desde el punto de vista económico. Porque lo cierto es que, hasta la fecha, ninguna gran tecnológica ha anunciado su intención de trasladar oficinas a la ciudad de Florida, y es más el ruido generado que las propuestas concretas.
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